Transportes en Buenos Aires. Traca traca… traca traca… siempre que por algún motivo tenía que trasladarme a la “city porteña” tomaba el tren del Oeste en Castelar o Morón hasta Plaza Miserere y ahí el subte de la línea “A” hasta Congreso, o Perú o Plaza de Mayo, las más frecuentes paradas en mi caso. Todos los sentidos en alerta: el del equilibrio para no perder el mismo con el constante bamboleo, acompañado éste con el inconfundible traca traca… traca traca que si no era música para el oído ahora lo es para el recuerdo; la vista lo recorre todo: los pasamanos de cuero suspendidos desde el maderamen del techo, la fila de tulipas de opalina que proporcionan una luz uniforme y suficiente para los siempre numerosos viajeros-lectores; éste con el periódico que todavía huele a imprenta, aquella con un libro de Sartre, de Bioy Casares o de Salvador de Madariaga. La vista se detiene en el cartel del cristal donde una lasciva mano borró la “e” y la “r” de la precavida frase “no se apoye en la puerta, es peligroso”. La mayoría, obreros del escritorio de las numerosas oficinas del centro de la ciudad; los delatan las vestimentas, el trato con el vecino, las carpetas o el portafolios suspendido de su mano. Como el techo, las paredes, puertas, ventanas, son de madera; en tablillas los asientos y el portaequipajes superior, todo barnizado con la pátina del tiempo, convertido ahora en añoranza. Antigua línea “A” de los “subtes” de Buenos Aires que remueves mi memoria al evocarte.
Al final de la calle Florida y atravesando la Plaza San Martín vamos a llegar a una estación ferroviaria mítica, histórica, construída en 1914 con vigas de hierro forjado traídas de Liverpool, seña de identidad que se observa en las bases de las columnas; es la Estación Retiro que se inspiró en las grandes terminales europeas y constituye todo un símbolo de la época; ya la habíamos mencionado en:
http://pampeandoytangueando.com/caleidoscopio/recorriendo-buenos-aires vii/
Fue la más importante de Latinoamérica por su tamaño, calidad arquitectónica y adelantos tecnológicos. Esperar el ómnibus (o colectivo, otro medio tradicional de transporte) en la vecina Plaza San Martín nos hizo recordar las lágrimas de alegría con que las acacias parecen celebrar la estación primaveral a modo de llovizna.
Subte Línea “A”. Tiene su cabecera en Plaza de Mayo y sus trenes nos retrotraen a la época del Centenario, si tenemos en cuenta que su construcción se inició en 1911, siendo la línea más antigua no sólo de la ciudad sino de toda América Latina, inaugurándose el 1º de diciembre de 1913, hace justamente un siglo. Sus vagones de madera que resisten el paso del tiempo, sus asientos, marcos de puertas y ventanas también de madera con espejos y vidrios biselados; su iluminación con antiguas tulipas, todo ello contribuye a imaginar la “Belle Époque” porteña …fruto de esa antigüedad, el viajero notará también el bamboleo de los vagones, y al descender deberá abrir manualmente la puerta por medio del manillar correspondiente. De todos modos lamento decirles que llegarán tarde para conocer lo que acabo de relatarles, puesto que hace unos meses fueron cambiados todos los coches de esa línea. (*)
Inicialmente terminaba su recorrido en Plaza Miserere, pero luego extendió su recorrido hasta Primera Junta (en el Barrio de Caballito) y actualmente se llevó su recorrido hasta el Barrio de Flores, en la calle Carabobo. Descendiendo en la Estación Congreso y a solo dos cuadras, en Rivadavia y Rincón, hay una antigua confitería que representa un símbolo para la grey tanguera, el Café de los Angelitos donde se puede disfrutar de espectáculos tangueros y cuyas características detallé en https://pampeandoytangueando.com/tangueando/los-cafes-de-buenos-aires-i/
Continuando el recorrido y descendiendo en la Estación Castro Barros, en pleno Barrio de Almagro, llegamos a una de las confiterías más coquetas de Buenos Aires en la esquina de Rivadavia y Medrano. Si bien la Confitería Las Violetas está un poco alejada de la zona más céntrica (aunque la facilidad del transporte disimula esta contingencia) merece ser visitada para poder apreciar su esplendor de estilo art noveau con sus magníficos vitreaux, al mismo tiempo que se degusta alguna de las especialidades de la casa, siendo el costo bastante reducido teniendo en cuenta la categoría del lugar: desayuno americano, gaseosa, tostado mixto por $ 109,00 (ticket del 8-XI-12; siempre tener en cuenta la inflación).
Fue fundada el 21 de septiembre de 1884 sobre el Camino Real (hoy avenida Rivadavia) y a su inauguración asistió Carlos Pellegrini entre otras personalidades. En otras épocas frecuentada por Presidentes de la Nación, sus mesas servían de sitio de encuentro para Carlos Gardel y su amigo entrañable, el jockey Irineo Leguisamo.
Cabe señalar que para las personas mayores que perciben una jubilación mínima hay un sistema de tarjeta con renovación cuatrimestral que se otorga en algunas estaciones de subte con un trámite muy simple y rápido, la “subte pass”. Se otorga gratuitamente y permite viajar gratis en determinada franja horaria (de 10 a 16 hs.); sábados, domingos y feriados se accede gratuitamente las 24 hs. del día. Conviene llevar siempre la última liquidación de la pensión o jubilación para aprovechar las ventajas que se puedan presentar.
También existe la tarjeta “SUBE” que facilita el acceso a todos los medios de transporte, su emisión cuesta $ 15,00 y hay que cargarla, es como una “tarjeta monedero” y el coste inicial se amortiza en pocos días con el descuento obtenido en cada viaje; aunque ya de por sí el desplazamiento en transportes públicos es muy económico.
Metrobus. Es un nuevo sistema de transporte de la ciudad capital que consiste en un colectivo doble, es decir de dos coches cada formación, que circulan entre los barrios de Palermo y de Liniers, desplazándose por la Avenida Juan B. Justo donde tiene un carril para uso exclusivo, lo que origina un ahorro de tiempo para los que se desplazan entre los dos barrios, de aproximadamente 44 minutos. Opera las 24 horas del día con una frecuencia de 5 minutos en las horas pico, y de 15 minutos por la noche; tiene 21 estaciones o “paradas”, cada 4 cuadras aproximadamente. El costo del billete es igual al de un colectivo común.
Tranvías. Los primeros coches tirados por caballos comenzaron a circular el 14 de julio de 1863 entre la Estación Retiro y Plaza de Mayo, y su primera Estación estaba situada en Bartolomé Mitre y Leandro N. Alem. Sus líneas se fueron ampliando hasta ser conocida –hacia 1880- como “Buenos Aires, la cité des tramways” al ponerse a la cabeza de las ciudades del mundo en transporte con tranvías. No consideren esta frase una exageración, pues por esos años Buenos Aires contaba con 146 Km de vías tranviarias, y
le seguía Nueva York con 121 Km. El primer tranvía eléctrico se inauguró el 22 de abril de 1897; en Buenos Aires, porque le había precedido la ciudad de La Plata el 25 de octubre de 1892. Pese que a partir de los años ’50 se renovaron los rieles, se ampliaron las líneas y se remozaron y construyeron nuevos coches con el consiguiente aumento de pasajeros que utilizaban el servicio, se desmanteló el sistema y el 19 de febrero de 1963, casi un siglo después, funcionó el último servicio.
Pero con la tendencia actual para evitar la contaminación, tanto atmosférica como auditiva, el 27 de agosto de 1987 se habilitó la línea E 2 del Tranvía Premetro como continuación de la Línea E de subterráneos; planificándose además 3 líneas en Puerto Madero, una de las cuales llegaría a Retiro hacia el Norte y La Boca hacia el Sur; otra uniría San Telmo con Constitución; y la tercera realizaría un recorrido interno por todo Puerto
Madero. Ya hay en funcionamiento desde el 14 de Julio de 2007 un tramo experimental de 2 Km de recorrido denominado Tranvía del Este.
Otros medios de transporte. Como en las grandes ciudades del mundo se implementó un sistema de “carriles bici” con una gran extensión, y con estaciones para provisión de bicicletas que se caracterizan por facilitarse gratuitamente con un máximo de 1 hora, tiempo más que suficiente para llegar a otra “estación”. Pero como el más antiguo medio de transporte son nuestros propios pies, también se está ampliando la zona peatonal de la “city”.
Como una ratificación del hábito de lectura de los argentinos, en las cabeceras de los medios de transporte público se distribuye gratuitamente una edición reducida del periódico “LA RAZÓN” …uno de los medios opositores al gobierno (pertenece al grupo “Clarín”) que no deja de
sorprendernos después de enterarnos que en foros (nacionales e internacionales) se clama contra la censura de prensa en el país.
(*) Con respecto al cambio de coches en la Línea «A» de subterráneos, informarles que podrán conocerlos, según información recibida de Osvaldo Parrondo en cuyo Boletín Argentino nº 935 dice:
Los rumores en torno a los viejos vagones La Brugeoise de la línea A tuvieron todos los condimentos y enfrentaron a vecinos, usuarios, oficialistas y opositores. Pero la controversia llegó a su fin. Subterráneos de Buenos Aires (SBASE) inició los trabajos de restauración patrimonial de los centenarios coches, con el objetivo de que vecinos y turistas puedan volver a disfrutarlos en todo su esplendor como un paseo turístico nocturno de fin de semana. La intervención contempla la limpieza y restauración de la carrocería, decoración, luminarias, carpinterías de madera, herrajes y equipamiento, como así también la lona de protección superior. Para ello, SBASE convocó a un equipo de expertos, liderados por la arquitecta María Elena Mazzantini y el orfebre Juan Carlos Pallarols. Además, se trabaja conjuntamente con la Asociación Amigos del Tranvía. Devolver los vagones a las vías es darles vida, conservando el patrimonio histórico de la Ciudad y de todos los usuarios. Los coches La Brugeoise fueron construidos en Bélgica entre 1911 y 1919. Son de madera y constituyeron la flota más antigua de Latinoamérica hasta el 11 de enero pasado, cuando salieron de circulación. Ahora, esperan su refacción en los talleres bajo la avenida Rivadavia.
https://pampeandoytangueando.com/caleidoscopio/recorriendo-buenos-aires/
Cuantos recuerdos me trae este soberbio mensaje de Cesar Tamborini Duca….Mi primer ingreso a Buenos Aires, con aquellos invitantes carteles «Viaje en subterráneo», la toma del Subte A, Rio de Janeiro a Plaza de Mayo, que tomaba temprano con la combinación con un tranvía que pasaba por avda La Plata, para ahorrame nada menos que cinco guitas o algo más…quince centavos ida y vuelta….Boedo, San Telmo, la Luso número 5 que solía tomar por Caseros, el 165 hasta Barrancas de Belgrano, el tranvía dos hasta liniers….ah. tiempos! Como decía Héctor Gagliardi: «Si dan ganas de llorar el ayer que se perdió». Un abrazo al autor de la impactante nota. Rodolfo Leiro, desde Buenos Aires, un 28 de noviembre del 2013…..
Hola César:
Gracias por los links enviados. Muy bueno el paseo por aquellos viejos coches, muy bien detallado, y si bien eran tranvías, alcancé a viajar en ellos.
También me sorprendió ese no sé qué japonés, pero la verdad, tienen sentido, dicen algo.
Bueno, nuevamente muchas gracias y saludos tangueros desde Rosario.
Eduardo
He encontrado este blog por casualidad y la verdad es que me parece super interesante. Saludos desde celinedion.es
Hermosa y detallada descripción de aquel Buenos Aires, y también con las actualizaciones de hoy, el metro bus, me deja pensando, es
rápido, sin ninguna duda, pero le quitó un poco de mito y de belleza a aquella Avenida 9 de julio, que era considerada la más ancha del mundo…….
Nélida Caracciolo
Gracias a «Fito» Leiro, Eduardo Sibilín, Nélida Caracciolo, habituales amigos que comparten estas páginas, y al nuevo lector «celinedion»
De paso aclararle a Nélida que el Metrobus a que se hace referencia es el que va de Palermo a Liniers, pero viene bien tu referencia a una nueva línea qu se instalará sobre la 9 de Julio, tengo entendido que ya comenzaron los trabajos.
Gracias Cesar por llevarme de vuelta a mi niñez y pubertad.
Muchos recuerdos despues de irme de Baires en el 62 aunque siempre regresando de vez en cuando.Ahora en España este viento escrito me alegro el dìa. De nuevo gracias-
Un porteño tanguero Roberto (El che)
Privilegio que dan los anhos. Ya ves César, no son muchos hoy día los que podemos presumir de haber viajado a diario en tranvía, o de románticas citas en Las Violetas, del Águila, del Molino, las Richmond, Ideal y tantas otras confiterías que se fueron perdiendo. Cuando el estar en sus mesas nos parecía lo más natural del mundo y no le dábamos ningún valor a los momentos que teníamos el privilegio de vivir ni a los personajes que se sentaban a nuestro alrededor. Así, como uno más, sin guardaespaldas ni coches blindados.
Jamás se nos ocurrió pensar que algún día nos faltasen y hoy me duele aceptar – quizás por lo que me toca – que son (somos) historia.
Muy bueno tu trabajo, felicitaciones.
Uffffff!!!!!!!! llegué agotada del recorrido, pero valió la pena!!!!.
Sólo espero que las remociones que sufran los vagones del Subte A, no priven a los turistas y ciudadanos de su verdadero esplendor, el que tuve el placer de disfrutar desde pequeña, de vidrios y espejos biselados, con dibujos esmerilados en algunos casos, sus lámparas de opalina, sus bronces, las manijas de cuero de las ventanas, sus asientos de madera lustrada….. Me dan miedito los arquitectos con inquietudes de curadores de arte. San Telmo, en su «Reparación Histórica», perdió sus adoquines, por ejemplo…. Serán los mismos con que empedraron las caallejas de la Villa 31?…….
gran artículo César, y con una prosa impecable, particularmente en el primer apartado!