Tangueando

EL TANGO EN LA PAMPA (II): Charlo

 Afiche de época sobre un show de Charlo

              Recordarán que hace un tiempo publiqué un artículo sobre “El Tango en La Pampa” https://pampeandoytangueando.com/tangueando/el-tango-en-la-pampa/  Tienen la ocasión de releerlo con el enlace antepuesto. Pero hay otros muchos elementos tangueros en la provincia agrícola ganadera, y hoy tengo el gusto de editarlos en una nueva entrega, comenzando por un exquisito cantor nacido en el término de Guatraché.

También tuve ocasión en el mes de Mayo de 2023 de presentar mi libro “Cada Tango es una Historia”, el día 18 en Lonquimay y el 19 en Santa Rosa. Como valioso complemento de “El Tango en La Pampa”  y para finalizar, transcribimos un poema de Jaime Correa Deulofeu: “Un pedacito de pampa”.

CHARLO (Carlos José Pérez de la Riestra)

Nació el 7 de julio de 1905 en la Estancia familiar La Piedad, entre las estaciones pampeanas de Guatraché y Avestruz. Comenzó a estudiar música en la localidad bonaerense de Puan y luego se mudó a La Plata, donde cursó el bachillerato y estudió un tiempo abogacía. En 1923, la familia se trasladó al barrio porteño de Belgrano y un año después debutó en Radio Cultura, donde adoptó ese nombre artístico que proviene de Charles.

Además de tocar piano, acordeón, violín y guitarra, Charlo fue por sobre todas las cosas un excelente cantor de tangos. Elegante y distinguido, dueño de una voz plena y afinada, contemporáneo de Gardel, artista en quien se inspiró es sus inicios. Fue actor, esgrimista, estudió abogacía, tocó varios instrumentos, pero especialmente brilló por su calidad como cantor y un talento musical que le abrió camino para convertirse en uno de los grandes compositores de la época de oro del tango.

Su nacimiento fue asentado en la cercana localidad de Puan, provincia de Buenos Aires, pues en esa época en Guatraché no había Registro Civil. Al mismo tiempo que asistía a la escuela primaria en Puan, realizaba estudios de solfeo y piano en el Conservatorio Santa Cecilia. Para cursar sus estudios secundarios fue enviado, posteriormente, a un internado en La Plata. En 1922 la familia se trasladó al Barrio de Belgrano.

Ahí pudo perfeccionar sus estudios de piano, armonía, contrapunto y composición, en el Conservatorio de Rafael Ortega y posteriormente en el de Orestes Castronuovo. Charlo expresó en un reportaje que lo primero que había tocado fue el violín, de oído; después la guitarra; pero quería tocar el piano y por eso lo hicieron estudiar ese instrumento.

Mapa parcial de La Pampa. Guatraché está al sureste y linda con Pcia. Bs. As.

Inicios

Durante una fiesta de fin de curso realizada en 1924 en el cine General Belgrano de la Av. Cabildo, tuvo la tarea de acompañar en piano a los diferentes cantantes de la gala, e incluso se animó fuera del programa, a cantar. En dicha fiesta se encontraban presentes el Ingeniero Enrique del Ponte y el señor De Bari, ambos dueños de Radio Cultura, quienes lo invitaron a participar en la emisora impresionados por su calidad de pianista.

Enrique del Ponte le sugirió adoptara el seudónimo “Charlo” (derivado de Charles) para que resultara más fácil de memorizar por los oyentes. Muy pronto fue figura de Radio Cultura, como cantor y como pianista. Charlo lo rememora en un reportaje:

“Y en un fin de curso, acá en Buenos Aires, se hizo una fiesta en el cine General Belgrano, donde toqué el piano y canté; estaban los dueños de Radio Cultura, un señor De Bari, que era diputado, y un señor Del Ponte. Nos hicieron una invitación a mí y a otros de los muchachos que habían actuado, para visitar la radio. Un día me picó la curiosidad y fui. Toqué el piano y canté. Empezaron a llamar por teléfono. El caso es que me vinieron a buscar para actuar y grabar. Ahí empezó mi carrera.” 

Su virtuosismo en la música, su elegancia, acompañada de un registro de voz de barítono, le abrieron el camino a su meteórica carrera artística. Intervino en el film titulado Carnaval de antaño, donde se luce junto a su entonces compañera, artística y de la vida, la también cancionista Sabina Olmos, con la que se casó y emigraron juntos cuando la tiranía de la Revolución de 1955 los incluyó en la extensa lista de personajes de la cultura a los que no se debía ofrecer trabajos. Posteriormente, en 1966 se divorciaron. Tuvieron una única hija, Letizia Walkiria Pérez de la Riestra, excelente escritora y poeta.

Charlo debutó como actor en 1935 con “El alma del bandoneón”; un año después trabajó en la película “Puerto Nuevo”, donde cantó dos tangos propios y en 1940 actuó en “Carnaval de antaño”. También en las películas “Los muchachos se divierten” y “Los troperos”.

Américo Fazzari, un vecino de San Cristóbal que era inspector municipal de teatros, lo conectó en el año 1925 con el empresario Alberto Ballesteri, que lo contrató como cantor, actor y compositor de uno de los cuadros en una Revista Musical en el “Teatro Comedia”, ubicado en la calle Carlos Pellegrini.

En ese teatro estrenó sus dos primeros temas como compositor, el tango “Pinta Brava” con letra de Mario Battistella, y el fox-trot “Pim, pum, rataplán”. Afirmaba Charlo que anhelaba se bisara el tango, pero el fox-trot era el único tema de las obras que se bisaba, resultando una frustración para Charlo. Dijo en una entrevista que lo escuchaba tanto que le dio fastidio y como castigo, decidió no editarlo nunca.

 

En ese entonces grababa discos para el sello Electra, cuyo dueño era un tío de Juan D’Arienzo, el señor Améndola. En esa grabadora quedaron registrados veinte temas, entre los cuales figuraban cuatro que pertenecían a Charlo, tanto la música como la letra. Vicente Spina y Miguel Correa fueron sus guitarristas.

Ese mismo año es contratado por RCA Víctor, donde dejó grabados dos tangos suyos: “Costurerita” con letra de Celedonio Flores, y “Pobre varón” cuya letra pertenecía a Francisco Brancatti. 

Mientras se desempeñaba como cantor en famosas Revistas escritas por Manuel Romero, Ivo Pelay y Luis Bayón Herrera en el año 1927, fue a buscarlo Miguel Bucino, para informarle que Francisco Canaro quería grabar con él en el sello Odeón, empresa donde Charlo ya había grabado con la orquesta de Roberto Firpo (discos que, por otra parte, nunca salieron a la venta). Recordemos que su producción discográfica llega a mil cien registros.

Canaro lo contrató para que reemplazara a Roberto Díaz como estribillista de su orquesta. Le pagarían treinta pesos por cada estribillo cantado y su nombre no figuraría en las etiquetas. Cuando esas grabaciones fueron reeditadas en formatos distintos a los discos de 78 rpm pudo rescatarse en muchos casos el nombre de los estribillistas. Los primeros dos temas que grabó con Canaro fueron el vals “Ramona” y el tango “Lindo tipo de varón”. Si me instan a elegir, de su extensa discografía me decanto por “Casas Viejas”:  

Charlo cantó a dúo con Ada Falcón el tango “Casas Viejas” con el añejo fondo musical de la orquesta de Francisco Canaro:

 

Charlofue el vocalista favorito de Francisco Canaro, junto a quien grabó más de 500 canciones. Su prestancia lo llevó a marcar tendencia en la moda de los años 30 -incluía lucir moño mariposa, sombrero con guantes de cuero, chaqueta cazadora, boquilla de oro para los cigarrillos-, algo que contribuyó al crecimiento del tango de salón.

También realizó grabaciones con la orquesta de Francisco Lomuto, músico del mismo sello. Como compositor a lo largo de su carrera, Charlo produjo un caudaloso repertorio de canciones que marcaron la década de 1930, entre las que podemos mencionar “Oro y Plata”, “Rondando tu esquina”, “Tormento”, “Ave de paso” (con letra de Enrique Cadícamo, “Rencor”, “Cobardía” (estos dos temas con letras de Luis Luis César Amadori fueron grabados por Gardel), “El viejo vals”, “No hay tierra como la mía”, “Un sueño y nada más”, “Viejas alegrías”, “Sin Lágrimas”, “Tu pálida voz” (que escribió Homero Manzi), “Olvido”, “Yo también soñé”
A lo largo de su carrera fue acompañado por figuras como el guitarrista Roberto Grela, la orquesta Demare-Vardaro , un trío del que formaban parte el pianista Osvaldo Pugliese y el bandoneonista Federico Scorticati, y orquestas dirigidas por Héctor Stamponi (piano), Roberto Pansera (bandoneón) y Osvaldo Requena (piano).

Uno de los guitarristas que lo secundó fue nada menos que Edmundo Rivero, a quien impulsó en los 30 para que se lanzara como cantor, y quien se convirtió en su gran amigo hasta el final de sus días. Murió en Buenos Aíres el 30 de octubre de 1990, contando 85 años.

Colofón. En una de mis páginas publiqué EL TANGO, SUS POETAS Y SUS CANTORES  https://pampeandoytangueando.com/tangueando/el-tango-sus-poetas-y-sus-cantores/ donde tenemosla siguiente descripción del insigne cantor por parte de Juan Carlos Lamadrid (La Prensa,9-8-53):

“La aparición del cantor Charlo –Carlos Pérez de la Riestra-, coincide con el período “martinfierrista” [referencia al grupo Martín Fierro y su Revista literaria]. Sin proponérselo, este extraordinario artista popular se incorpora al acontecimiento común a escritores, arquitectos, pintores, poetas, músicos e intelectuales, que define un sentido de la cultura nacional y determina una actitud progresista relacionada a los movimientos europeos de vanguardia; aunque no logra aglutinar un concepto estético ni la unidad de posición de sus militantes ante los problemas del arte, resulta de él una voluntad común, pero dispersa, de oponerse al conservadorismo intelectual.

Esta actitud sólo es concretada por algunas personalidades de mérito y entre ellas, Charlo, también excelente compositor y pianista, manifiesta resueltamente un concepto renovador en el arte de cantar tangos; escoge para su acompañamiento a los mejores guitarristas, aptos musicalmente, e incluye al piano como instrumento de base. La esencia de su estilo es gardeliana, pero la expresión es independiente. Vocaliza sobre armonizaciones originales creadas con un sentido culto del formalismo popular y resuelve definitivamente la incidencia de lo intuitivo como factor exclusivo en la interpretación de la dramática porteña, sobre la que hasta entonces habían prevalecido únicamente la improvisación y destreza de los rapsodas”.

César J. Tamborini Duca

Académico Correspondiente para León

Academia Porteña del lunfardo

PRESENTACIÓN LIBRO “CADA TANGO ES UNA HISTORIA” EN EL MES DE MAYO DE 2023

  Cartel compaginado por Eduardo Aldiser

El libro fue presentado en Lonquimay el día jueves 18 de mayo, organizado por Silvia Canulli, Concejal de Cultura de esa localidad pampeana.

Al día siguiente, viernes 19, organizado por el Director del programa radial “Berretín de Tango”, Manuel Rojo, fue presentado en Santa Rosa, ciudad capital de La Pampa. Debo destacar también en las dos presentaciones en La Pampa, la actuación con su magnífica voz de Héctor Bergonzi, que además tuvo el generoso detalle de trasladarnos a Manuel y a mí en su coche, en las dos actuaciones en La Pampa.

Héctor Bergonzi

Pero La Pampa no solo cuenta con ese eximio cantor, multifacético artista que fue Charlo. En mi anterior artículo sobre “El Tango en La Pampa” mencioné otro gran cantor que fue Jorge Cardozo, nacido en Santa Rosa en 1914 y murió en Alicante (España) a los 80 años; además de otros cultores de nuestro género popular.

Hoy tengo el placer de señalar en mi página a Liliana Martínez, promotora de festivales tangueros, formando parte del grupo “La Pampa Mano a Mano”. En ocasión de mi estadía en La Pampa, en mayo de 2023, me invitaron a participar en un “Festival de Tango” para que presentara mi libro, al que con todo el dolor del alma no podía asistir debido a mi regreso a España.

Otra figura para destacar es la doctora Ilda Susana Pérez, cancionista de tango y promotora de “milongas”, quien me hizo un reportaje radial en una ocasión anterior, cuando presenté otro libro y me invitó a su milonga “La Porfiada” para que presentara mi libro “CHE, Lunfardiadas”, con un gran éxito de público. A destacar que en esta ocasión con su exquisita voz en la presentación que hice en el mes de Mayo de 2023 en Santa Rosa. 

Me pareció interesante incluir este tango titulado “Recuerdos de La Pampa” grabado en 1939 por la orquesta de Juan D’Arienzo, cantando Alberto Echagüe:

Terminamos esta semblanza del Tango en La Pampa con el siguiente poema:

UN PEDACITO DE PAMPA

(por Jaime Correa Deulofeu; dedicado a César J. Tamborini Duca)

El polifacético artista rionegrino (poeta, cantor, guitarrista, artista de bonzai…) residente en Vigo, Jaime Correa Deulofeu, amigo y compatriota, recrea la singularidad del territorio pampeano mediante la poesía «Un pedacito de Pampa». Jaime pone de manifiesto además, el peregrinaje de ambos «trenzando lazos de afecto / por un puente de amistad» que une a distintas nacionalidades en el enriquecedor proceso migratorio. ¡Que disfruten sus versos!

 Con ritmo y con sentimiento /de una milonga campera /mi guitarra compañera / expresa lo que yo siento. /
Como lazo de buen tiento /traigo el cariño que encierra /y esta postal de mi tierra /de pampa, sol y de viento.  
El mismo viento que viaja / de la Argentina a León / como si fuera un vagón / de trenes de cercanía /aquél que llevó un día /a nuestros padres y abuelos / a descubrir otro suelo / con coraje y valentía./  
Como las aguas del río / limpia, pura y cristalina / nuestra sangre peregrina / nunca se detendrá / porque siempre buscará /la verdad y la justicia /sea en León o Galicia / o en toda la Humanidad. / 
Trenzando lazos de afecto / por un puente de amistad / aquí traigo mi cantar / pa’ mis amigos leoneses / y cuando un criollo canta / lo hace con arte y pasión / y prendado al corazón / un pedacito de Pampa. /  
En la defensa del indio / costumbres y tradiciones / al calor de los fogones / templaste tu gallardía / a León trajiste un día / lo que aprendiste por ahí / de tu lindo Lonquimay / y esa Patria que es la mía. / 
Y como todo cambia /vos también cambiaste un / día nostalgia y melancolía / por el lunfardo tanguero / hoy me quito yo el sombrero / pa’ no caer en la trampa. / Cuando la tormenta escampa / dejo abierta la tranquera / y me llevo campo afuera / un pedacito de Pampa.  
       

Para mi querido amigo César, con quien compartimos los caminos maravillosos de la emigración.     

Con cariño. Jaime (León, 11-X-11)

César J. Tamborini Duca

Académico Correspondiente para León

Academia Porteña del lunfardo

About author
César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace veinte años, le impulsaron a crear Pampeando y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
Articles

2 Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.