Príncipe y bufón, buscando el día,
anda mi poema por la almohada.
¿Qué cosa irá a decirme esta mañana?
Lleva un traje de oro y esmeraldas,
un gorro de payaso y dos campanas.
Quiero sorprenderlo y sujetarlo,
darle un par de agudas bofetadas,
y preguntar qué se propone con mi vida.
Me estiro en vano intento de aferrarlo,
su forma se diluye por mi mano
como el polvo enfermizo del camino;
como estéril cauce fenecido.
Se burla y me desgarra los silencios
que archivo con celo por el alma.
Príncipe. Payaso. Bufón, pura poesía
cabalga en el corcel del alba;
intruso que espia mi ventana.
Me acosa. Insiste. Me vigila.
Intuyo su desvelo y su mirada.
¿Qué andará buscando esta mañana?
Si pudiese atraparlo le diría:
que es inútil su viaje por mi almohada;
sólo llevo mis sombras en el alma
y la alondra de mis versos va sin alas;
y si dice que vuela, ¡es pura maña!
Anoche anduvo nuevamente
eludiendo los muebles de la casa,
transitando con farsa mi vigilia.
Otra vez el perverso me buscaba!,
¿no sé para qué cosa? -conjeturo-;
ya no compongo versos, ni hay amada,
y tengo un vetusto calendario,
al que le falta el día de mañana.
©NORBERTO PANNONE, poeta y escritor argentino
Príncipe, tango cantado por Héctor Mauré con acompañamiento de guitarras: