Relatos y crítica literaria

Matriarcado y Patriarcado

Este artículo formó parte de la Presentación de mi nuevo libro “Cada Tango es una Historia”. Realizada en Buenos Aires, La Pampa y León (España)

Dentro de los “Aspectos Psicológicos del Tango” me ocuparé de uno que pudo tener su origen en el comienzo de la humanidad. Comenté que el tango no es machista y expliqué las razones. Sin embargo existe una cuestión genética, transmitida en el “ADN psicológico” (y les ruego me disculpen esta digresión) desde el comienzo de la historia humana, cuando existía el matriarcado.

¿Y cuál era la causa de esta situación? ¿por qué existió el matriarcado? Por la sencilla razón que el varón tenía miedo de la mujer al considerarla una diosa, tal vez no en el sentido posterior, sino en el sentido que era un ser superdotado, ya que podía engendrar otro ser. El hombre aún no sabía que era necesaria la implantación de la semilla que él introducía en un terreno fértil, para que sucediera ese milagro. Tampoco lo sabía la mujer y, por la misma razón, se sentía poderosa al tiempo que el hombre estaba acometido por la envidia y sufría un complejo de inferioridad.

De modo que esa icónica imagen de un hombre prehistórico con una piel de animal sujeta en uno de sus hombros, con un garrote en una de sus manos mientras con la otra arrastra a una mujer tirando de sus cabellos es totalmente falsa, solo un motivo de comicidad.

Para contrarrestar ese temor del varón fue necesaria la creación de mitos y de la religión. Los mitos dieron lugar a la invención de dioses, y si bien fueron inventados de ambos sexos, prevalecían los masculinos, eran más poderosos: Cronos, Saturno, Zeus, Neptuno y toda caterva de dioses griegos y romanos, la familia de dioses que conocemos por la mitología, y en la cual las diosas están en general al servicio de los dioses.

Con respecto a la religión, fue necesaria la idea de un ser “Creador” (Jehová, Dios, Alá) que inventó al primer ser humano, varón (Adán) amasando barro, y al que insufló vida. Posteriormente y de una costilla de éste, creó a la mujer. En adelante la mujer viviría a costilla del hombre y en consecuencia se reafirmaba el patriarcado. Tengan en cuenta que hace 2.000 años (y aún más lejos en el tiempo) existía la figura del “paterfamilias” en el Imperio Romano.

[En la descripción realizada por los arqueólogos en las ruinas de antiguas casas romanas en España, constan de un patio central rodeado de habitaciones con distintas funciones, una de las cuales es la perteneciente al paterfamilias. El patio central era descubierto y tenía un “Impluvium” donde se recogía agua de lluvia.]

Cartel presentación en León

Para concluir este tema agrego tres aspectos:

  1. En primer lugar que ese complejo de inferioridad del varón desde el matriarcado, hace que en el tango el hombre que castiga a una mujer, o que es abandonado por ella, tenga que transmitir la imagen “que ella es una mala mujer”, siendo uno de los leitmotiv que aparece en las letras de tangos. Con el ingreso de las primeras mujeres en las cadenas de producción, sus compañeros varones las veían como “solteronas amargadas” o “frustradas en su matrimonio”.
  • En segundo lugar que el platillo de la balanza que primero se inclinaba del lado del matriarcado y después del lado del patriarcado, busca ahora -afortunadamente- el equilibrio. Equilibrio que significa equidad, significa igualdad y al que me suscribo. No igualdad biológica, que no puede haberla, pero sí igualdad de oportunidades, igualdad en el trato, en la jerarquía: social, laboral y económica.
  • Del matriarcado y del patriarcado derivan dos palabras:

Matrimonio, palabra derivada de aquella seguramente impuesto por la mujer durante su hegemonía en el poder familiar y del clan; además, la lengua, puesto que no decimos “lengua paterna” sino “lengua materna”.

Patrimonio, impuesto por el patriarca de la familia; a él y no a la mujer pertenecían todos los bienes familiares, y a su muerte debían ser transmitidos al primogénito de sus hijos varones. Situación válida -en su caso- para el poder hereditario. Otra vinculación es «patria potestad» y también el suelo en que nacemos, la «patria».

Cuando pasado el tiempo, ya se había establecido el patriarcado en la antigua Grecia, como evidencia Eurípides en su obra “Medea” (año 431 a. C.) cuando Jasón repudió a Medea haciendo decir al CORO: “… contra corriente fluyen las aguas de los ríos sagrados, y la justicia y todo se vuelve al revés. Entre los hombres dolosas decisiones y la fe en los dioses ya no es firme. Las leyendas darán un giro hasta que mi vida logre buena fama. Llega el prestigio para la estirpe femenina. La mala fama ya no afectará a las mujeres”. (Edición NO VENAL, vs 410 a 420).

Más adelante dice Jasón: “… Pero a tal punto habéis llegado las mujeres que, si los asuntos de alcoba os van bien, creéis tenerlo todo, pero a su vez, si alguna desgracia le sobreviene a vuestro lecho, lo mejor y más bello lo convertís en lo más hostil. Así pues, preciso sería que los mortales engendraran sus hijos de cualquier otra forma y que no existiera la estirpe femenina, y así no habría desgracia alguna para los hombres”. (Ibid, vs 569 a 576).

Si bien Jasón demuestra un machismo extremo, también hay que tener en cuenta que Medea no era una santa ya que -entre otros- asesinó a su rival y a sus hijos tenidos con Jasón, con la finalidad de mortificarlo. De modo que nada nuevo ocurre en el mundo.

César José Tamborini Duca

Académico Correspondiente para León

Academia Porteña del Lunfardo

About author
César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace veinte años, le impulsaron a crear Pampeando y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
Articles

4 Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.