Lunfardo

Alcides Gandolfi Herrero

Alcides Gandolfi Herrero fue hermano de otro destacado poeta, Arístides Gandolfi Herrero, al que se conoció artísticamente como Álvaro Yunque. Otro de sus hermanos, Augusto Gandolfi Herrero, reputado reumatólogo también despunto su afición literaria con el seudónimo de Juan Guijarro.

                                          

Veamos algunas de las obras de Alcides Gandolfi Herrero, sus poemas lunfardos:

GUARDÁ, VIEJO, GUARDÁ

(Poema lunfardo)

Como batió Campoamor.
D’esta vida pelandruna
todo es según el color
del vidrio con que se juna.

Si hoy la vida te sonríe,
si es que andás en racha buena,
no olvidés de hacer el paco,
no te duermas como un gil.
Pensá, viejo, que andar seco
es la más triste condena,
encaná los mangos chicos
y secuestrá los de mil.

Mango que caiga a tu mano,
no aflojés, no seas otario,
que se olvide el pobre ferro
que conoció la libertad…

Que se aprenda aquel cantito:
«Soy un pobre presidiario…»
¡Y que apoliye a la sombra
para más seguridad!

Copas, pingos, farras, minas
archivalo en la memoria,
gastaste lo justiniano
sin pretender figurar
hacé laburo de hormiga
que sin chamuyo y sin gloria
asegura su mañana
viviendo sin derrochar.

Yo que tuve fama y guita
y fui pierna en todo juego,
me he quedado sin boleto
cuando la vida se va…
Te aconsejo que amarroques
porque el gong, llamó a sosiego
y aunque sea mango a mango,
¡guardá, viejito, guardá!

 “Lunfardo” de Jaime Correa Deulofeu

Plegaria rea, es otro de sus poemas lunfardos:

Plegaria rea (Poema lunfardo)

A mi manera lunfa, che Dios, yo te chamuyo
sin saber un comino de rezo y confesión,
por eso a la sordina y sin hacer baruyo
te ortivo estas parolas con toda devoción.

Remanyo tu prontuario por el que sos famoso,
rejuno las hazañas que te hicieron cartel,
te sé guapo entre guapos, con pedigree glorioso
¡Qué Botafogo y Firpo, Cumparsita y Gardel!

En esos entreveros que escolasan tu suerte
los tauras del engaño, de la duda y el mal
saliste bien parado, noqueador de la muerte,
das hándicap sin grupo y no tenés rival.
Por esa performance que guardo yo en el mate,
            
por sobrador de todo, por canchero y por santo,
por eso, emocionado, mi corazón hoy late
decidido a mangarte por los que sufren tanto…

¡Che, Dios! pulsá los hombres, piantá los berretines
de esos bacanes colos dopados de ambición
pa’ que finicien pronto los trágicos festines
de broncas, de miserias, de sangre y destrucción.

¡Che, Dios! largá una mano, ya que tu mano es buena,
a todos los que yiran por las calles del mal,
a esos harapos viejos que la vida condena
dándoles de refugio solamente un umbral.

Por los pibes sin madre, por el desamparado,

por todos los que sudan para poder lastrar,
por esas minas buenas que el amor ha olvidado
y esos enfermos tristes que sueñan con sanar.

Por toda esa mistonga comparsa desahuciada,
que ha perdido la chance, la fe y el corazón,
va mi plegaria rea como última parada
y a mi manera lunfa me juego esta oración.

Trayectoria pugilística profesional

Alcides Gandolfi Herrero (1904‐1978) fue boxeador antes que escritor. De hecho, logró el Campeonato Argentino en la Categoría Liviano en 1924. Como buen poeta del lunfardo entendió la poesía como práctica pugilística: “No hay griegos ni poetas / que puedan engrupirme, / ¡Qué vienen a batirme! / Me engayolo en mi idea: / Hay una sola musa que chamuya en mi pecho, / ¡y esa es la Musa rea!”.

César J. Tamborini Duca

Académico Correspondiente para León

Academia Porteña del Lunfardo

About author
César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace veinte años, le impulsaron a crear Pampeando y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
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