Pampeando

Juegos de los gauchos (IV): el pato

Recibe este nombre porque para jugarlo se utiliza un pato, que se coloca dentro de un saco de cuero con 4 manijas de cuero retorcido, de tamaño adecuado para ser agarrada por la mano de un hombre. Saco y manijas debían estar hechas sólidamente de modo que al tirar se pudieran desmontar unos jinetes a otros sin que se desarmara. En lugar de un pato solía utilizarse también un pavo o un ganso.

En sus inicios se juntaban 40 o 50 gauchos de a caballo haciendo rueda esperando para ver cuál de los 3 o 4 paisanos que tenía agarrada una manija se llevaría el saco (o pato); había que luchar mucho, tirar con fuerza; se trataba de jinetes fuertes y bien montados, y sus ‘fletes’ se afirmaban ladeando el cuerpo, como cuando resisten el cimbronazo de un animal enlazado.

Cuando uno de los jugadores lograba arrebatarlo salía al galope, pero era perseguido por los otros jugadores, recorriendo así y al galope muchos kilómetros en distintas direcciones. Si le daban caza y le arrancaban la pelota de la mano, el vencedor era perseguido y así sucesivamente.

Finalmente alguno montado en un ‘flete’ superior a los demás lograba escaparse de la persecución y obtenía el derecho de llevarse el ave a su casa, aunque en realidad enderezaba para el primer rancho seguido por todos los demás; ahí se cocinaba no solo el pato sino también gran cantidad de carne para todos los participantes.

A veces al derribarse unos a otros alguno se enfurecía y desenvainaba el ‘facón’ originándose peleas, a veces con heridos o con resultado fatal.

Rosas que consideraba el juego violento, lo suprimió por ser demasiado salvaje, no como se cree habitualmente porque se jugara con un pato vivo al que se agarraba del cuello en lugar de estar retobado y con las manijas descriptas, sino por el daño causado entre jugadores que originaban disputas sangrientas y enemistades entre vecinos. Mucho tiempo antes también había sido prohibido por un bando del Virrey Nicolás Arredondo, fechado el 20 de agosto de 1790, por considerarlo también muy violento y peligroso.

Jugador recogiendo el pato del suelo.

Jugador recogiendo el pato del suelo.

Recién en 1938 resurge definitivamente reemplazando el pato original por una pelota de cuero con 6 agarraderas, y reglamentación moderna para jugarlo en canchas con límites precisos y un aro con red ubicado en un extremo de la cancha, participando 4 jinetes para cada uno de los dos equipos rivales.

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César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace veinte años, le impulsaron a crear Pampeando y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
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