Al regresar de mi último viaje a la Argentina, una amiga lectora me sugirió realizar un reportaje sobre el mismo. Si bien en esta ocasión no había tomado notas, me pregunté ¿por qué no? Con Patricia tomamos varias fotos, y guardo recuerdos que me permiten enfocarlo como un reportaje fotográfico; matizado con esos recuerdos.
Dejo constancia que el título “nace” de dos “nacimientos”: ahí nació mi querida e inseparable esposa, Patricia; y el mayor de mis hijos varones, César Juan Manuel.
Torre de los ingleses en plaza San Martín
Comenzaré el recorrido por la Plaza San Martín de la city porteña, en la que se encuentra la “Torre Monumental” conocida como “la torre de los ingleses” (detrás se ve el edificio Kavanagh); fue donada por los residentes británicos en la Argentina con motivo del Centenario del Primer Gobierno Patrio (1910). A partir de ese año se comenzó la construcción, llevada a cabo por la empresa Hopkins y Gardom con materiales y personal técnico especializados provenientes de Inglaterra, y fue inaugurada el 24 de mayo de 1916, año del Centenario de la Declaración de Independencia. Es de estilo renacentista, tardo victoriano, y está revestida de ladrillos rojos y piedra labrada, integrando un conjunto de gran valor paisajístico en el entorno de la Plaza, el Barrio de Retiro con la Estación del ferrocarril, el edificio Kavanagh, el Puerto… todo lo cual puede apreciarse desde su mirador del quinto piso, al que se accede en ascensor todos los días excepto los martes que permanece cerrado. Imágenes a continuación:
Detalle de la balaustrada y Edificio Kavanagh
Estación Retiro y vista de la ciudad
Con un aspecto que recuerda el “Big Ben” londinense, su torre alberga el carrillón y 5 campanas de bronce, la mayor de ellas con un peso de siete toneladas. La maquinaria del reloj ubicada en el 7º piso es de la relojería Gillet & Johnston, de Croydon (London Borough of Croydon, municipio del Gran Londres) y su melodía es Cuartos de Westminster, la misma que el Big Ben. En su fachada se observan los escudos del Reino Unido y de la República Argentina.
Centro Cultural Kirchner
Desde Plaza San Martín nos dirigimos por la calle Leando Alem en dirección sur, hasta llegar al Centro Cultural Néstor Kirchner (CCK). Este es un espacio para artes plásticas, espectáculos musicales y exposiciones, que fue inaugurado el 21 de mayo de 2015 y está ubicado en el edificio que fuera anteriormente sede del Correo Central de Buenos Aires.
Es el más importante en tamaño de América Latina y el tercero a nivel mundial, sólo equiparable a pocos centros culturales del mundo: El Centro Pompidou, de Paris; el Foro Internacional de Tokio; y el Lincoln Center, de Nueva York. Recibe su nombre en homenaje al expresidente argentino Néstor Kirchner. El Centro, conocido como CCK, es la mayor inversión en un proyecto cultural hecha en la Argentina en toda su historia. Cuenta con más de 100 mil metros cuadrados, más de diez salas de múltiples usos y una capacidad de hasta 5000 visitantes. Su inauguración definitiva se realizó el 21 de mayo de 2015, en el marco de las celebraciones por el Bicentenario de la Revolución de Mayo
El día de su inauguración se descubrió una placa en honor al expresidente Néstor Kirchner que dice: «Es un edificio con valor histórico y patrimonial colmado de un alto contenido simbólico para la comunidad en general y para Néstor Kirchner en particular, ya que era hijo de un trabajador postal, quien en sus viajes desde Río Gallegos a Buenos Aires solía visitar el edificio y recorrer sus instalaciones».
Siendo Ministro del Interior mi tío-abuelo Dr. José Pascual Tamborini, la Revista Caras y Caretas le realizó una entrevista el 16 de agosto de 1928, de la que extractamos lo siguiente:
-¿Qué es, de lo que ha hecho en su ministerio, lo que cree más provechoso para el país o en lo que ha puesto más cariño? (…)
-El nuevo edificio de Correos y Telégrafos, el «interminable edificio», como ustedes los periodistas han dado en llamarle, está a punto de ser definitivamente concluido y hallarse listo para su total funcionamiento, de modo que dentro de un mes será inaugurado por el Presidente de la República. (…)
Siguiendo por Leandro Alem, después del monumento a Juana Azurduy y antes de llegar a la Casa Rosada, nos encontramos, en la Plazoleta 11 de Junio de 1580, con el monumento a Juan de Garay, inaugurado en 1915; y el árbol de Guernika, que crece en este emplazamiento céntrico desde 1919.
Luego continuamos el recorrido por la Avda. Eduardo Madero que se continúa con Alicia Moreau de Justo; pasamos el “Puente de la Mujer” y luego por la calle Aimé Painé donde encontramos, en el cruce con la calle Azucena Villaflor (prolongación de la Avda. Belgrano) el Monumento al tango en forma de bandoneón, que tiene una altura de 3,5m. Fue inaugurado el 22 de noviembre de 2007.
Al continuar el recorrido en dirección sur por el Paseo de la Fama, podemos observar numerosas esculturas de prestigiosos deportistas, entre otros Pascual Pérez (primer campeón mundial argentino de boxeo, categoría mosca), Leo Messi, Juan Manuel Fangio y muchos otros… hasta llegar a la “Fuente de las Nereidas”, monumental escultura en mármol de Carrara realizada por Lola Mora; representa a las Nereidas asistiendo al nacimiento de la diosa Venus. Hacia el lado del Río, nace el camino de la Reserva Ecológica de la Costanera Sur (es una reserva natural con bosques y marismas, que se puede recorrer caminando).
J. M. Fangio Las Nereidas
FACULTAD DE ODONTOLOGÍA
En las manzanas comprendidas por las calles Uriburu, Charcas (Marcelo T. de Alvear), Junín y Paraguay, se alza un imponente edificio de 17 pisos ocupando todo el terreno de esa manzana. En el mismo se encuentran la Facultad de Farmacia, con entrada por la calle Junín; la de Medicina por la calle Paraguay; el Hospital de Clínicas por calle Uriburu; finalmente la calle Charcas nos da acceso a la FACULTAD DE ODONTOLOGÍA, donde el día 11 de noviembre de 2019 celebramos, en su Aula Magna y con la presencia del Decano y Profesores, el 50ª Aniversario como egresados los condiscípulos de la promoción 1969.
¡Qué tiempos aquellos! Mi diploma en la mano izquierda, presto a darlo a mi mamá
La primera foto muestra el edificio desde la esquina de Charcas y Junín; la siguiente muestra el frente de la Facultad
La siguiente foto con el amigo desde ese entonces, con el que anualmente nos encontramos, el implantólogo Dr. Oscar Ranalli. Y a continuación con el Decano de la Facultad, en el Aula Magna en el acto de entrega de medallas recordatorias.
Por último, la foto del grupo, los que quedamos 50 años después:
Otros lugares de interés
No voy a reseñar todos los lugares que visitamos porque muchos de ellos ya los he mencionado en mi [BLOG ] en artículos como “Los cafés de Buenos Aires” o el recorrido por sus calles y barrios, pero me detendré en algunos que tal vez mencioné de pasada, y ahora profundizaré un poco más, como la farmacia “De La Estrella”, la “Librería del Colegio”, la “Feria de Mataderos” y un par de lugares en la Avenida de Mayo. Además de un emotivo encuentro en la “Academia Porteña del Lunfardo” para finalizar con “Morón de mis amores” que da título al artículo.
FERIA DE MATADEROS. El último domingo de noviembre, con mi esposa y su papá visitamos la tradicional Feria de Mataderos con infinidad de puestos que venden artículos de todo tipo, nuevos y usados. Productos de la gastronomía argentina, aperos gauchos, discos, libros… todo lo cual puede encontrarse en un extenso recorrido, donde también pueden degustarse comidas típicas y deleitarse con música y bailes regionales en vivo; algunas veces, hasta pueden presenciarse las tradicionales carreras de sortijas.
FARMACIA DE LA ESTRELLA
El viejo barrio de Montserrat, ubicado en el casco histórico de Buenos Aires con varios edificios antiguos, alberga –entre otros- la farmacia “De La Estrella”. Ubicada en la esquina de Defensa y Alsina, se considera el comercio más antiguo de Buenos Aires, ya que desde su fundación ha funcionado sin interrupción.
Su historia comenzó con el Doctor Pablo Ferrari, bioquímico y botánico italiano encargado de crear el primer Museo de Ciencias Naturales dentro del convento de Santo Domingo, a pocos metros de donde posteriormente fundó la farmacia en 1834. Pero 4 años después volvió a Italia y vendió la farmacia al primer cónsul italiano que hubo en la Argentina, el inmigrante suizo-italiano Silvestre Demarchi. Cuando falleció, Marcos Demarchi (uno de sus hijos) se hizo cargo de la botica y se asoció a la casa Bagley.
En 1885 Marcos, junto a sus otros dos hermanos, se asoció al bioquímico Domingo Parodi y crearon productos como la “limonada Rogé”, las “Pildoras Parodi” para la tos, el “Jarabe Manetti” y el tónico “Hesperidina” (creado por el norteamericano Bagley, tema que desarrollé en mi [BLOG] con el título “Hesperia”); la originalidad de sus productos para la época, le dieron merecida fama.
El local que aún existe fue construido en 1885, conformando una verdadera obra de arte desde el punto de vista arquitectónico, avalado por su mobiliario, sus pisos de mayólica veneciana, estanterías de nogal, sus espejos, las arañas con cristales de murano y sus preciosos “frescos” realizados en los cielorrasos por el pintor Carlos Barberis, que fue contratado en Italia únicamente para esta tarea.
Dos grandes cuadros cuelgan de sus paredes, representando “La Química” y “La Botánica”, imágenes que se presume representan a las hijas de Juan Manuel de Rosas y de Facundo Quiroga. Como Antonio Demarchi (uno de los 3 hermanos) se casó con una hija del caudillo Facundo Quiroga, es posible que sea así en uno de los cuadros; en cuanto al otro también se afirma que se trata de la esposa de Julio A. Roca; también es posible, ya que éste asistía a las tertulias políticas que se realizaban en su sótano, a las que también acudían entre otros notables de la época Carlos Pellegrini, Nicolás Avellaneda, Bartolomé Mitre.
Farmacia La Estrella
Librería del Colegio. La librería más antigua de Buenos Aires, ubicada en el barrio de Monserrat, fue conocida tradicionalmente como “Librería del Colegio” por estar situada en las cercanías del Colegio Nacional de Buenos Aires, pero su nombre actual –desde que la adquirió Miguel Ávila en 1994- es “Librería de Ávila”.
Históricamente se remonta al siglo XVIII cuando Buenos Aires pertenecía al Virreinato del Río de la Plata, bajo dominio español reinando Carlos III. El farmacéutico Francisco Salvio Marull abrió en 1785 el primer local dedicado a la venta de libros en Buenos Aires, denominado “La Botica”. Estaba ubicada en la esquina de Potosí y Santísima Trinidad (hoy Alsina y Bolívar), frente al “Café de Marco”, lugar frecuentado por Manuel Belgrano, Juan José Paso, Juan José Castelli y otros revolucionarios de 1810; desde ahí se cruzaban a la “Librería del Colegio” (que adquirió ese nombre hacia 1830) donde adquirían los libros de los revolucionarios franceses de 1789.
En “La Botica” se vendió en 1801 el primer periódico de Buenos Aires, “El Telégrafo Mercantil”. En el siglo XIX tuvo otros propietarios, como el catalán Rafael Casagemas y el francés Paul Morta. El siglo XX contó con personajes ilustres entre sus clientes, como los escritores Leopoldo Lugones, Victoria Ocampo, Roberto Arlt, Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares.
En el año 1994 la adquirió el que fuera dueño de la librería “Fray Mocho”, Miguel Ávila, imponiendo su nombre pero manteniendo el tradicional estilo del local, en cuyo subsuelo funciona un Café Literario. Su actual dueño menciona que el primitivo nombre «La Botica” se originó porque ahí se vendían hierbas medicinales.
HOTEL CASTELAR se encuentra en la Avda. de Mayo nº 1150 (avenida que en una época era renombrada –popularmente- como la “avenida de los españoles”). Fue inaugurado en 1929, y durante 6 meses cuando estrenó su obra “Bodas de Sangre”, Federico García Lorca se alojó en la habitación nº 704. Con motivo de la reapertura de esa habitación para ser visitada, el 23 de octubre de 2012 actuó Ángeles Ruibal, cantante hispano argentina radicada en Pontevedra. Acto al que asistió el Embajador de España y el Alcalde de Fuente Vaqueros.
Podemos ver en las sucesivas fotos una placa de homenaje a Federico García Lorca, en otra el poeta es recordado con un fragmento de “Antoñito el Camborio”; luego otra como homenaje de la ciudad de Granada al más universal de sus poetas. En una de sus vidrieras un cartel recuerda a Radio Stentor (LS8), primera emisora de radio del país que funcionó (desde el año 1929) en la calle Florida nº 8, y en 1933 inició sus transmisiones desde el Hotel Castelar.
BAR IBERIA es otra de las elegantes cafeterías ubicadas en Avenida de Mayo, en este caso en el número 1196, esquina Salta. Fue declarado “Esquina de la hispanidad” por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires. Esta misma Institución le dedicó otro homenaje por los caídos en defensa de la II República Española.
Es considerado el segundo más antiguo de Buenos Aires en actividad, después del Tortoni. Fundado en 1897, era el punto de reunión de los republicanos durante la contienda de la Guerra Civil. En la misma Avenida, justo enfrente, el Bar Español acogía a los franquistas y, de este modo, la contienda se trasladaba en Argentina a la “Avenida de los españoles” mediante sillas voladoras durante agrias discusiones.
En la Academia Porteña del Lunfardo. Día 7 de Diciembre, también para destacar porque ese día se realizó un acto en la Academia Porteña del Lunfardo, durante el cual el Académico de Número Ing. Eduardo Bernal, con la presencia de la Presidente de la entidad Profesora Otilia Da Veiga, dio la bienvenida y entregó el diploma correspondiente como Académica a la Dra. Karina Norma Giuliano.
MORÓN
(Dedicado a mi hermano mayor, Robert A. Tamborini, que supo vivir varios años en esa ciudad, primero en calle Yatay, posteriormente en calle Colón).
Para finalizar el recorrido por mi añorada tierra, otra Plaza San Martín, en este caso de la populosa y pujante ciudad de Morón, y en cuyo entorno (la plaza) podré resumir todo el reportaje moronense.
En el Escudo de la localidad, se aprecia en la parte inferior la clásica carreta tirada por bueyes, que simboliza la primera posta del camino hacia el norte. La leyenda latina “Surgit Moron et nos secum fert” significa “Morón surge y nos eleva” y alude al nombre de Morón: montecillo de tierra.
La plaza está delimitada por las calles San Martín al oeste; Nuestra Señora del Buen Viaje al sur; Belgrano al este; mientras que al norte de la misma, entre la plaza y la calle Almirante Brown, se encuentra el edificio del Palacio de la municipalidad, delimitado también por el Pasaje Juan Pablo II que lo separa de la plaza. El terreno fue donado a fines del siglo XVIII por Marcos Alarcón y sucesores. En la Plaza de Morón encontramos la siguiente placa homenaje, en mármol: “Marcos Alarcón y sucesores donaron un conjunto de parcelas a fines del siglo XVIII que dieron origen al casco céntrico de la “Cañada de Morón”, incluida esta Plaza del Libertador General San Martín”
Otras cosas que encontramos dentro de la plaza es el monumento al general San Martín, que le da su nombre; un homenaje a los jóvenes moronenses que murieron en la guerra de las Islas Malvinas; el mástil, en el que todos los días aproximadamente a las 8 a.m. se iza la Bandera Argentina (nos hizo madrugar para presenciar el acto)
HISTORIA DE MORÓN (a través de sus personajes y entidades principales)
Juan Ruiz de Ocaña nació en Asunción del Paraguay; hijo de Juan Ruiz, expedicionario de Pedro de Mendoza. Acompañó a Juan de Garay en la fundación de la ciudad de Buenos Aires, junto a su esposa Bernardina Guerra con la que contrajo matrimonio en Santa Fe. Fue contador de la real Hacienda.
Recibió la primera merced de tierra que se conoce en el actual territorio moronense con frente sobre el arroyo Morón, según el testamento de su esposa “una suerte de tierra para estancia en la jurisdicción de esta ciudad en la cañada que dicen de Juan Ruiz, con media legua de frente y una legua de largo hacia la ciudad”. Años más tarde fueron heredadas por sus hijos Diego y Petrona de Ocaña y luego por la Compañía de Jesús.
Diego de Morón era natural de la villa de Madrid, sirvió en los tercios españoles en Flandes. Arribó a Buenos Aires en 1681, ocupó el cargo de Capitán de una de las Compañías de Infantería del Presidio. El mismo año de su arribo contrajo matrimonio con Isabel de Torres Brizeño, natural de Buenos Aires. Tuvieron 8 hijos. Murió en 1696.
Años más tarde (1705) su esposa adquirió una chacra en la Cañada de Juan Ruiz. Allí la familia instaló una atahona o molino. La atahona tuvo que alcanzar una singular resonancia en la zona pues llama la atención que siendo poco el tiempo que los Morón poseyeran esas tierras su nombre quedase y primara sobre todos los demás.
Marcos de Alarcón nació en Corrientes, en fecha que no conocemos. Se afincó en el pago de la Cañada de Morón hacia 1750, donde fue primero arrendatario de Diego Enríquez y luego de Luis de Uriarte. Y luego propietario de tierras de chacras.Sus propiedades inmuebles en Morón provienen de dos compraventas, que se encuentran documentadas en 1754 y en 1759. Los terrenos sumaban 2900 varas, que son el grueso de las que fueron dadas en merced a Juan Ruiz de Ocaña a fines del siglo XVI.
Hacia 1769, los vecinos del partido solicitaron al obispado de Buenos Aires, la construcción de una capilla que oficiara como sede de la parroquia del antiguo curato de Las Conchas, a fin de reemplazar en tales funciones al convento de los mercedarios en Merlo. Marcos de Alarcón donó una manzana para que se llevara a cabo en ella la edificación del nuevo sitio de culto. La manzana aludida es la misma en la que hoy se encuentra la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Buen Viaje, entre las calles Belgrano, Buen Viaje, San Martín y Mitre.
Luego de la muerte de Alarcón, acaecida en 1770, sus yernos Faustino y Tadeo Salazar, comprendieron que el terreno se había valorizado desde la construcción de la iglesia parroquial y procedieron a la venta de los primeros lotes. Asimismo destinaron una manzana para que sirviera de plaza, que es hoy la plaza San Martín, dándole fisonomía urbana a la población.
LA CATEDRAL
La primera capilla se fundó en 1776 sobre la actual calle Nuestra Señora del Buen Viaje, en tierras donadas por Marcos de Alarcón. En 1864 el crecimiento demográfico motivó el proyecto de erigir una iglesia más amplia. Una comisión de vecinos y la Municipalidad aportaron los fondos, de modo que el proyecto comenzó a concretarse en 1868 cuando se colocó la piedra fundamental del nuevo templo. Es obra del arquitecto Manuel Raffo. La nave central fue inaugurada en 1871 y comenzaron a celebrarse oficios religiosos. Sus torres, notorias por ser desiguales, se concluyeron en 1885. Es sede del Obispado desde 1957.
El 19 de noviembre de 1961 se llevó a cabo la coronación pontificia de la imagen de Nuestra Señora del Buen Viaje y en 1963 el Papa Pío XII elevó al rango de Basílica menor. El templo cuenta con un órgano neumático tubular de 28 registros fabricado por la casa alemana Walcker, instalado en 1921. En la década de 1930 aún no se había construido la Ermita.
Catedral con carruajes. Año 1903. Catedral con la Ermita
Ermita. En Morón, la devoción por Nuestra Señora del Buen Viaje se remontaba a dos siglos atrás. Durante la labor pastoral del Padre Edmundo Vanini, párroco de Morón entre 1942 y 1951, se declaró a Nuestra Señora del Buen Viaje Patrona de Morón y se erigió la Ermita en la esquina de Buen Viaje y Belgrano, donde el 10 de diciembre de 1948, se colocó la piedra fundamental.
La Catedral contiene el homenaje a distintas personalidades que nacieron o murieron, o que están relacionados con la Historia, como es el caso de Cristóbal Colón, de la primera Posta del país, o del poeta Bartolomé Hidalgo.
El poeta Bartolomé Hidalgo fue un escritor uruguayo, pionero de la poesía gauchesca de las Provincias Unidas del Río de la Plata. Había nacido en Montevideo en 1788. Huérfano de padre desde muy niño, sufre el rigor de esa orfandad. Luego de la invasión luso-brasileña a la Banda Oriental, viaja a Buenos Aires donde vive una vida dura del poeta criollo que tiene que subsistir vendiendo sus cuartetas y sus –seguramente mal impresas- composiciones. En Buenos Aires redacta los Cielitos y Diálogos Patrióticos, que son su obra más completa e importante. Muere en Morón, donde comenzó las estrofas del Canto de la Patria, en el año 1822. Lo recuerda una placa colocada en el frente de la Catedral de esta ciudad, a la izquierda del portal:
Placas recordatorias Bartolomé Hidalgo, Cristóbal Colón y Camino Real
Si al entrar dirigimos nuestra vista hacia el muro de la nave de la derecha, encontraremos la placa con que el 12 de Octubre de 1892 se homenajeó a Cristóbal Colón en el Cuarto Centenario del Descubrimiento de América:
Pero antes de entrar y a la derecha del pórtico central de acceso, podemos observar otra placa de 1979 que rememora la Primera Posta del país en 1637. Además de los hitos fundacionales que dieron origen a la actual Basílica.
Primera Municipalidad (Buen Viaje 968): Este fue el edificio de la primera Casa Municipal, edificada en 1863 según planos del arquitecto Pedro Petrocchi y varias veces reformada. La fachada actual data de la Intendencia de Rafael Amato (1936-1940): podemos ver la imagen de la antigua Municipalidad y una vista aérea del moderno Palacio Municipal.
Después de que la Municipalidad se trasladara al Palacio, el edificio fue sede de importantes instituciones moronenses. En 1949 fue sede del Colegio Nacional Mixto de Morón (luego Colegio Nacional Manuel Dorrego). Desde la década de 1970 funcionaron allí los Tribunales de Morón, que permanecieron hasta 1988. Desde entonces volvió al control directo de la Municipalidad, y hoy es la sede de la Secretaría de Desarrollo Social.
Fuente de la “Historia de Morón”: Instituto y Archivo Histórico Municipal
Palacio Municipal. El Palacio Municipal de Morón fue construido entre 1938 y 1939. El predio donde se levantó era una pequeña manzana compuesta por dieciocho lotes y delimitada por las calles San Martín, Brown, Belgrano y Castro Cambón (hoy pasaje Juan Pablo II).
En la calle San Martín, casi esquina Buen Viaje, se encuentra el Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires, Delegación Morón.
Colegio San José. San Martín 319 (SAN MARTÍN Y BUEN VIAJE). En la confluencia de las calles San Martín y N. S. del Buen Viaje se encuentra el edificio del “Colegio San José” de los Hermanos Maristas; fue creado en 1892 por Gerónimo Vergara, pasó luego a depender del Círculo Católico de Obreros. A partir de 1917 pasó a ser administrado y dirigido por la Comunidad de Hermanos Maristas.
Colegio San José. Década del 50 y década del 60 del siglo XX
en la foto, las dos ventanas que se aprecian en la esquina (en la P.B.) corresponden a la Secretaría, donde me desempeñé durante casi 10 años en la década del ’60, bajo las órdenes del Secretario del Instituto, el Hno. Onésimo (José Martín O’Gorman) que en ese entonces también era Director Nacional de Catequesis. Una excelente persona a la que no alcanzan los calificativos para destacar su bonhomía.
Era Director del Instituto el Hermano Eloy Miguel, de quien guardo un grato recuerdo por su rectitud y bondad, pese a lo que me hizo trabajar en ocasión de la celebración del 75º Aniversario, cuando debí redactar y enviar infinidad de cartas-invitación “para medio mundo”, y que culminó con la presencia del entonces Presidente de la Nación General Juan Carlos Onganía; reconozco que en premio a mi labor el Hno. Eloy –magnífica persona que me apreciaba mucho- me hizo depositario de la pluma con la que el Presidente firmó el libro de visitas.
Como decía Arturo Cancela en “Calles de Buenos Aires”, “A veces, para evocarla, es necesario alejarse de ella” refiriéndose al alma de la ciudad, que “vive en nosotros y no fuera de nosotros”.
Calle Belgrano. Además de la Catedral en la esquina de N.S. del Buen Viaje, a mitad de cuadra se encontraba la Academia Belgrano, del profesor Mario Husillos. Ahí estudié dactilografía sobre las antiguas máquinas Rémington y, puedo asegurarlo, la enseñanza fue tan eficaz que las palabras que tecleaba volaban sobre el papel. El profesor había sido Hermano Marista antes de casarse, y él me recomendó para el Colegio San José. Su hijo, Armando Mario Husillos, fue futbolista del Boca Juniors y en 1974 pasó al Real Madrid; actualmente es Director Deportivo del West Ham United.
El gallo de Morón
La riña de gallos era uno de los entretenimientos favoritos en la época colonial. El pueblo de Morón se hizo famoso en ese divertimento ya que lo siguió jugando pese a que las autoridades lo prohibieron. “Como el gallo de Morón”, fue la frase que a partir de una competencia se ganó la aceptación entre la gente. Con el tiempo se aplicó entre los bravos gauchos del lugar y por extensión a todo hombre de campo de carácter jactancioso y pendenciero. Pero su historia proviene de Europa. En el azulejo sevillano se puede leer esa historia; en la otra imagen «el gallo de Morón» (del Morón bonaerense) y al fondo la Catedral.
El Gallo de Morón remite a una frase documentada desde principios del siglo XVIII, para referirse a quien queda sin dinero (sin pluma) y gritando (cacareando), y creada a partir de la comparación con «el gallo de Platón» desplumado por Diógenes, documentada en 1624 con un valor casi idéntico. Desde finales del siglo XIX, algunos cronistas locales han creado diversas leyendas de carácter histórico que atribuyen el dicho a un suceso supuestamente acaecido en Morón de la Frontera (provincia de Sevilla) y cuya historia que se conserva escrita en los libros de la población, motivó la creación del monumento al gallo de Morón que se levanta en ese municipio. En la propia población hay una placa que refiere una de esas leyendas:
Allá por el año 1500 se dividieron en dos bandos los vecinos, se enardecieron los ánimos y libraron verdaderas batallas. La Cancillería de Granada envió un juez con fama de matón, para poner orden, que repetía siempre «donde canta este gallo no canta otro». Los moronenses cansados de sus bravatas se pusieron de acuerdo y después de dejarlo completamente desnudo lo apalearon; por dicho motivo nació el popular refrán: «Te vas a quedar como el gallo de Morón, sin plumas y cacareando en la mejor ocasión».
El dicho figura en numerosas canciones y obras de teatro desde el siglo XVIII, y es muy popular tanto en España como en Hispanoamérica. En Morón (Cuba) hay una estatua del gallo de Morón, refiriéndose al Morón de Andalucía.
Una estrofa del “estilo” de Andrés Cepeda El Poncho del Olvido, dice:
Me dejastes tiritando
de un solo empujón
como el gallo de Morón
sin plumas y cacareando
pero no andes boraceando
por lo mal que me has dejado
si hoy soy árbol deshojado
con el tiempo puede ser que vuelva a reverdecer
y esté de fruto cargado.
El Poncho del olvido: https://www.youtube.com/watch?v=EaHi-4Fnj5A
TANGO EN LA CATEDRAL “Los grandes valores del tango”
Si el tango estuvo presente en el Teatro Colón, en la Casa Rosada y, hasta en el Vaticano en tiempos lejanos ¿por qué no podía hacerlo en la Catedral de Morón? Eso ocurrió el viernes primero de noviembre de 2020, a las 20.30 en punto, con el patrocinio del Colegio de Escribanos de la Provincia de Buenos Aires (Delegación Morón). En las fotos siguientes vemos en el altar a la orquesta y sus cantores:
La orquesta estaba constituida por Sergio Gotta (Dirección, arreglos y bandoneón), Matías Feigín (Piano), Hugo Gómez (Contrabajo). En las voces, Alberto Bianco y Néstor Rolán. Mara y Eduardo fueron los bailarines de un tango lujurioso hecho cadencia en el abrazo sensual y canyengue que, en algunos casos, podían sorprender a los espectadores poco avisados. Los vemos en la siguiente foto: foto 33
Nos brindaron varios temas. INSTRUMENTALES: “Danzarín” y “Nocturna”. BAILADOS: “9 de Julio”, “Milonga de mis amores”, “Quejas de bandoneón”. VOCES: Néstor Rolán cantó “Y te parece todavía”, “La última copa”, “El amor desolado”; y a dúo con Bianco “Baldosa floja”, “Quiero huir de mí”. Por su parte Alberto Bianco interpretó “Y todavía te quiero”, “Esta noche de luna”, “Pasional”.
Noche de tango frente a la Plaza, noche para el recuerdo enfrentado al “gallo” que en El Poncho del Olvido Andrés Cepeda rememora en unos versos: “Me dejastes tiritando/ de un solo empujón / como el gallo de Morón / sin plumas y cacareando”… como vimos anteriormente.
Pero para concluir con la temática tanguera, recordar que Nelly Vázquez, cuyo nombre real era Nelly Berta Vázquez, nació en Morón (Provincia de Buenos Aires) el 26 de febrero de 1937, siendo sus padres José Vázquez e Isabel Rodríguez. Estudió canto y vocalización con el profesor Eduardo Bonessi (profesor de canto de Gardel); integró los coros del Teatro Colón y siguió estudiando con Marta Constante, con la que aprendió las técnicas de las sopranos líricas. Una excelente cancionista de tango cuya biografía podrán leer en mi página pampeandoytangueando.com: “Mujeres en el tango”.
Otra personalidad –que me sirve para cerrar el círculo entre Morón y mi localidad pampeana de origen, Lonquimay-, el Dr. Ariel Hernán Silva. Nacido en la calle Yatay nº 657, al recibirse de médico ejerció su profesión desde sus inicios hasta su muerte, gozando de la simpatía y admiración de todo el pueblo. Hasta adquirir su primer coche, un Chevrolet ’38 realizaba sus desplazamientos para atender sus pacientes en el campo, el Plymouth ’28 de mi papá.
Gran amigo, después de la cena se apropincuaba a la cocina de casa para el café y la tertulia (además de algún postre, que en eso era especialista mi mamá). Su padre, abogado, ejerció la tutoría de mi hermano Robert mientras estudiaba en Buenos Aires en la Escuela nº 12 de Floresta (Técnica Industrial de Química), misma escuela que supo tener como alumno a nuestro querido y admirado Papa Francisco.
por César José Tamborini
Académico Correspondiente para León
Academia Porteña del Lunfardo