Ángeles es una extraordinaria cultora de la música y el canto en general, de la música gallega y del folklore argentino en particular. Excelente persona que me honra con su amistad, pese a la dificultad para poner de relieve merecidamente su impecable trayectoria, creo que el esfuerzo bien vale la pena si consigo transmitir a los lectores algunas de sus muchas virtudes en el campo de la cultura.
Me gustaría que nos dijeras, Ángeles, cuándo y dónde naciste y quienes fueron tus progenitores y quiénes integraban esa familia gallega además de tus padres.
Nací en una aldea de Galicia, San Andrés de Xeve, un 25 de noviembre en una casa con muchas ventanas desde las cuales se vé un gran valle por donde hace su recorrido el río Lérez que desemboca en la ría de Pontevedra, tras cruzar la ciudad a cuyo Concello pertenece mi pueblo y que es la ciudad gallega con más puentes.
Mi padre era secretario de ayuntamiento y mi madre se dedicó a criar cinco hijos, pero a los 75 años se hizo pintora naif, siendo premiada y reconocida por estas tierras. Firmaba como Yoya. Fuimos una familia muy singular. Mi padre tenía una cultura fuera de serie y nos llevó por el camino de la poesía, el teatro y la música. El murió cuando yo tenía catorce años y mis hermanos mayores, siguieron guiándome por la vida del arte.
¿Cómo comenzó tu afición por la música y el canto? Creo que realizaste estudios de canto ¿quiénes fueron tus maestros?
Mi vocación por el canto nació conmigo. Desde muy pequeña cantaba y recitaba siempre que podía, en cada acto religioso o cultural de mi pueblo, cuando me subía a la higuera a recolectar higos o desde mis ventanas cada atardecer. Cantaba todo el día…
En Buenos Aires, mi hermano José, quince años mayor que yo, se hizo dramaturgo y Mercedes catorce años mayor, se hizo pintora allí junto al gran pintor Laxeiro. Siendo yo muy pequeña se fueron a conocer a nuestra gran familia materna, los Argibay Iglesias, que vivían en la capital argentina y regresaron 10 años después. Cuando llegaron vieron mis cualidades musicales y me llevaron a Madrid donde crecí al lado de grandes maestros. Mis profesores de canto fueron Sofía Nôel, Lola Rodríguez de Aragón y José Luis Ochoa de Olza. En solfeo y piano lo estudié con el compositor Isidro Maiztegui y guitarra con el concertista Jorge Fresno, discípulo de Yepes. Los dos grandes profesores argentinos radicados en Madrid.
¿Siempre actuaste como solista¿ Relatanos tu trayectoria
Al terminar mis estudios me estrené como cantante solista en la complutense de Madrid, con un homenaje a Atahualpa Yupanqui donde acudieron 1.500 estudiantes. En esa ocasión me acompañó con su guitarra el argentino Omar Berruti y me presentó el Agregado Cultural de la Embajada Argentina, Jorge Veils. Mi hermano me había traído discos de folklore y fue así como aprendí a cantar y amar esa maravillosa música. Al poco tiempo conocí a Sergio Aschero y me acompañó con su guitarra y su voz durante quince años en España y quince en Argentina. Con él formé el dúo Los Juglares, grabando varios discos en los dos paises.
Poetas emblemáticos de España como Quevedo, Lope, y más cercanos en el tiempo Antonio Machado, García Lorca, María Teresa León, Miguel Hernández ¿alguno de ellos tuvo influencia en tu carrera artística? O algún otro que no mencioné.
Los poetas fueron muy importantes en mi carrera, ya que me dediqué a cantarlos desde mis comienzos. Nuestro primer disco fue grabado en Argentina y en él están Góngora, Quevedo, San Juán de la Cruz, Bécquer, Machado, Unamuno… En España grabamos a Lorca, Hernández y al poeta vigues, el arquitecto Agustín Pérez Bellas. Luego nos fuimos nuevamente a Argentina y allí seguimos grabando a diversos poetas hispanos.
En la música española destacan los cuplés, la jota, zarzuelas, los distintos cantes andaluces, pero en Galicia lo típico son las muñeiras y tu interpretación de las mismas es incomparable; a mí personalmente me gustan tus decires en “Amores de mariñeiro” ¿querés decirnos algo al respecto?
En Argentina estuve varios años dedicada a la enseñanza musical, enseñando a cantar a grandes actores y a muchachos y muchachas que hoy están cantando con éxito, pero cuando me separé de Aschero volví a España y me puse a componer y a dar recitales, fue así como salió el CD «Canciones para sentir» dedicado a poetas españoles y americanos. Luego grabé «Así siento a Yupanqui» acompañada de amigas cantoras argentinas y de Roberto «Colla» Chavero, hijo de Yupanqui. Adornando mi canto está la voz incomparable de Marcos Mundstock, integrante de Les Luthiers con los cuales compartí escenario durante varios meses en Buenos Aires.
En este momento estoy por estrenar el disco dedicado a la poeta viguesa Mª do Carme Kruckenberg «Acóchate en min», ocho temas en gallego y seis en castellano. Estos dos últimos discos contienen mi propia música. «Amores de mariñeiro» es una de las canciones que está en él. De pequeña solía cantar zarzuelas con mi padre y cuplés en los teatrillos ambulantes que pasaban por mi pueblo, pero nunca los canté profesionalmente. Había mucha gente que lo hacía mejor que yo y a los poetas nadie los cantaba. Fui una de las primeras en hacerlo.
Emigraste a la Argentina y ahí tuviste contacto con otra cultura y otros poetas, muchos de ellos relacionados con el tango y el folklore; me atrevo a un breve listado para repetir una pregunta anterior: González Tuñón (ambos hermanos), Roberto Mariani, Leonidas Barletta, Susana Rinaldi, Atahualpa Yupanqui, Oliverio Girondo, Mercedes Sosa ¿tuvo alguno de ellos influencia en tu trayectoria artística, o te trae recuerdos?
Yo no emigré a la Argentina, fui contratada por Bergara Leuman para cantar en la Botica del Ángel y Canal 13 durante un año, además de grabar mi primer disco con el poeta y famoso librero Héctor Yánover, me había casado con Sergio Aschero y él siendo argentino me dio la nacionalidad.
Allí conocí a muchos poetas en casa de su madre, la bailarina y coreógrafa María Fux. Entre sus amistades estaba Sábato, Oscar Negro, González Tuñón… y entre las cantantes, Mercedes Sosa con la cual compartí varias veces escenario, Susana Rinaldi, Dina Rot, los actores Héctor Alterio, Carlos Estrada, sus mujeres y muchos más artistas imposibles de mencionar los cuales fui conociendo a lo largo de los años. Todos ellos me ayudaron a crecer y a ser lo que soy.
Y en tus lares continuas exponiendo tus virtudes.
Me gusta mucho cambiar de casa y ahora vivo en Cangas a pocos metros del mar, frente a Vigo, donde paso el día componiendo, cantando, caminando por sus bellos paisajes y leyendo mucha poesía.
A falta de gaita hay en mi espíritu argentino un bandoneón que rezongaría si no te pregunto por el tango. Además hubo muy buenos cultores de origen español, y dentro de ellos te puedo mencionar dos de origen gallego. Eduardo Calvo Souto nació en 1896 muy cerca de donde vos naciste, en Santiago de Compostela y escribió la letra de uno de los tangos de mi predilección al que puso música Osvaldo Fresedo, “Arrabalero” ¡Genial poema! El otro nació en 1905 cerca de donde vivís ahora, en Vigo, comenzando su trayectoria en el canto lírico en el Teatro Colón para inclinarse luego por el tango actuando en varias orquestas de primer nivel; la voz de Antonio Rodríguez Lesende era digna de admiración. ¿hay algún recuerdo de ellos en tu tierra? Encadeno una segunda pregunta ¿podés mencionar algún tango de tu predilección?
Lamento decirte que en mi tierra se conoce muy poco a esos grandes cantores. A mi me encanta el tango y lo canto cuando camino o estoy haciendo cosas simples por casa. Tengo muchos tangos de mi preferencia. Tal vez algún día me decida y te cante alguno. Sé que tu me vas a perdonar.
Gracias por esta oportunidad de acercarme a tus seguidores. Si quedan con ganas de saber algo más de mi, les invito a visitar mi web www.angelesruibal.com donde hay muchas canciones para escuchar.
Te envío un fuerte abrazo mi querido amigo!
Retribuyo el abrazo y agradezco el tiempo que dedicaste para los lectores de mi página https://pampeandoytangueando.com/ aprovechando al mismo tiempo para hacerles escuchar tu tema Amores de Mariñeiro:
https://www.youtube.com/watch?v=Hm6YJYTii38
Excelente entrevista querido César Tamborini a una gallega que, como muchos de sus paisanos, quiere y siente a la Argentina como su tierra también. Lo que impresiona es cómo en su adolescencia la pudo ganar Yupanqui escuchando un LP que le trajo su hermano, el dramaturgo José Ruibal, que vivió años entre Buenos Aires y Montevideo.
Ángeles Ruibal tiene, junto a su canto, una capacidad creativa al musicalizar los poetas que me hacen recordar a Carlos Gardel. Como él, al leer un poema le va saliendo la música de manera espontánea y, salvo pequeños arreglos, así se queda.
Un fuerte abrazo desde la Cangas gallega
Gracias Cesar por este excelente trabajo periodístico donde los argentinos podemos conocer un poco mas a la señora Ángeles Ruibal, una gran artista Espa-Argen» a quien tuve el gusto de conocer vía E MAIL gracias al «puente» que me tendiera nuestro común amigo, el periodista Eduardo Aldiser.- Un fuerte abrazo desde este pedazo de Pampa Humeda Argentina (Pergamino) «vasco»