“Nada que haya ocurrido es objeto de elección… y lo pasado no puede no haber sucedido; por eso dice Agatón: ‘De una cosa sola Dios está privado: de hacer que no se haya realizado lo que ya está hecho’.” (Aristóteles. Ética Nicomáquea)
La vida continúa, tiene que seguir continuando. Europa, Francia, París principalmente, eran el faro que iluminaba el mundo con su cultura. Y el tango no fue ajeno a eso. En sus orígenes (como ya expliqué en alguno de mis artículos, de mis charlas) era un baile protagonizado por hombres, y si participaban mujeres eran del mismo ambiente rufianesco. Tuvo que emigrar, triunfar en los salones de Europa, fundamentalmente en París, para retornar triunfalmente y ser aceptado en los Salones Rioplatenses.
El tango tenía una deuda con Francia, y se la devolvió rememorando en los títulos de su música, mencionando en sus letras distintas facetas, reminiscencias de la vida francesa; sus barrios, su literatura, sus guerras, sus mujeres, en una infinidad de temas que les presentaré como homenaje y solidaridad por el dolor padecido; tarea que emprenderé con la suma de algunos testimonios de afecto de los lectores de https://pampeandoytangueando.com/
Montmartre fue, desde la década de 1910, lugar de tango por excelencia. Es un antiguo municipio de los suburbios de París, con varios cabarets como Le Coq Ardí, L’Abbaye, L’Ours, Florida, Au Lapin Agile, Téleme; también el célebre Garrón en la Rue Fontaine nº 6 sitio éste de reunión de los argentinos, cuyo dueño era el reconocido bandoneonista Manuel Pizarro, que compuso “Noches de Montmartre” que escucharemos con la orquesta de su autor:
Pizarro es también autor de “Una noche de garrón” llevado al disco por Gardel, cuyo debut en París se produjo en la Rue Chicly nº 20, en el cabaret Florida. Otro tango escrito en este caso por Enrique Delfino, “Sans Souci”, evoca un popular salón bailable de ese nombre; Miguel Caló y su “orquesta de las estrellas” dejó una inolvidable grabación.
Y un tanguero de ley, periodista de radio en Rosario (LT3), Madrid (radio Cibeles) y ahora en Galicia con su multiportal Argentina al Mundo, fue el primero que me expresó su sentir de esta manera: César …salí a caminar por la mañana para distenderme del dolor y cabreo que causa ver lo que hacen esos desalmados, con la tercera guerra mundial ya en marcha… justo en el lugar donde la describió en un libro no recuerdo quién allá por los 80. Días muy duros estos. Un abrazo. Eduardo Aldiser. Periodista
Desde Santa Fe, el amigo escritor Ricardo Benavides, autor entre otras obras de una historia sobre Juan de Garay, me escribió lo siguiente: Mientras pacientemente espero el restablecimiento de mi salud,no dejo de preocuparme por la grave situación que atraviesan tanto París como Bruselas.Dios quiera que este desgraciado caso termine de la mejor manera posible, para todos los que de una u otra forma se encuentran involucrados en el mismo.Recibe un fuerte abrazo RICARDO.
Osmar Maderna fue un extraordinario pianista nacido en Pehuajó, entusiasta de la aviación, en auge en ese momento de su vida, que fue muy breve pues se lo llevó su pasión en trágico accidente. Les propongo escuchar “Mimí Pinsón” por la orquesta de Osmar Maderna cantando Adolfo Rivas:
París fue lugar de encuentro de una gran cantidad de cultores del tango: bailarines, compositores de música, autores de poesía, directores de orquesta y conjuntos musicales variados con sus cantantes y estribillistas.
También origen de una anécdota cuya veracidad no puedo afirmar. En 1914 se realizó un concurso en el salón “Magic” cuyo primer premio ganó Ángel Santos Carreño (famoso personaje más conocido como “El Príncipe Cubano, aunque era argentino) con el bambuco “Rosa”; bambuco es un género musical colombiano. Cuando Carreño regresó a Buenos Aires pensaba iniciar juicio por plagio a Castriota y Contursi porque decía que el célebre tango Mi Noche Triste compuesto por ambos presentaba la misma melodía que su bambuco. Antes que Contursi le incorporara la letra, el tango llevaba por nombre Lita, y aparentemente esa música estaba plagiada, como afirma el investigador Orlando Ramírez Casas. Finalmente desistió de su propósito de enjuiciarlos. Pero si nos guiamos por ésta hipótesis, la música de «Mi Noche Triste» habría nacido en París, a raíz del concurso mencionado.
Yolanda Elsa Solís Molina (“Nalo”), argentina residente en Barcelona, que me envió una imagen de su tela por la paz, describe así su dolor: Me encantó tu poesía y mi día hoy, está nublado desde adentro, desde un alma dolorida por lo que augura la tragedia de ayer en Francia, a un paso nuestro. Yolanda Elsa Solís Molina (Nalo). Escritora y Artista Plástica
La literatura no estuvo ausente en los tangos, y “Margarita Gauthier” de Julio Jorge Nelson y Joaquín Mora nos recuerda la novela de Alejandro Dumas (h) “La Dama de las Camelias” en la voz de Raúl Berón, con la orquesta de Miguel Caló:
Margarita Gauthier -Raúl Berón con la Orquesta de Miguel Caló
“El apache argentino” evoca el paralelismo del “cafishio” argentino y el lunfardo, con el “gigoló” francés y su argot. Eduardo Arolas compuso “Comme il faut” (“Como debe ser”), cuya letra de Gabriel Clausi dice “Luna, farol y canción / dulce emoción del ayer, / fue en París donde viví tu amor, / tango, champán, corazón, / noche de amor que no está”…
Alberto Caracciolo fue un gran bandoneonista, arreglador de importantes orquestas como la de Aníbal Troilo, compositor de música de tango y… Su hija Nélida transmite el siguiente mensaje: Queridos hermanos Franceses, expreso toda mi tristeza, y comprensión para este pueblo que ha sufrido el terrible ataque terrorista, mi más sentido pésame a las familias de las víctimas y mis deseos de pronta recuperación física y psicológica para los heridos. Nélida Caracciolo. Prof. de Inglés, República Argentina
Móviles de amor evoca “Claudinette”, de Julián Centeya y Enrique Delfino cuando expresa …”Medianoche parisina / en aquél café concert / como envuelta en la neblina / de una lluvia gris y fina / te vi desaparecer”… Tango magistralmente interpretado por Héctor Mauré con la gran orquesta de Juan D’Arienzo. Pero de la enorme cantidad de tangos con connotaciones parisinas (señalemos entre otros “Pregonera”, «Marión”, «Chiqué» –conocido como “El Elegante”-, “Canaro en París”, “Un violón Dans La Nuit” –grabado por el ajaciano Constantino Rossi-) uno de los que más me gusta es “Madame Ivonne”, más aún en la versión de Julio Sosa con Leopoldo Federico, en la que el cantor –reconocido poeta- incorpora un recitado de su autoría, como escucharán:
El dolor no es sólo de los franceses, ni de los europeos; el dolor es patrimonio de la humanidad, y así como hay quienes lo transmiten desde mi querida Argentina, otros lo hacen desde Estados Unidos. Es el caso de mi hermana Norma que me escribe lo siguiente: Terrible, terrible lo sucedido en Paris, vinieron a mi mente momentos horrorosos de aquel triste 9-11 en New York, los cuales viví muy de cerca, esa es la razón por la que siento tanto (estoy segura que todos los neoyorquinos y jerseysinos nos sentimos de la misma manera) el dolor y la impotencia de todos los Parisinos. Dios bendiga al mundo entero. Norma Tamborini, desde EE.UU.
El gran bandoneonista Eduardo Arolas, que murió muy joven en París, escribió en el mismo Montmartre su célebre “El Marne”, evocativo de la batalla homónima protagonizada por las tropas francesas en la Gran Guerra iniciada en 1914 para frenar el avance del ejército alemán. Lo escucharemos en una interpretación maravillosa por la orquesta de Armando Pontier:
Desde la “Pampa Central” mi amigo «Pepe Pampa», periodista e historiador, nos hace llegar también una reflexión: Creo que a todos nos invade la responsabilidad para repudiar esa violencia, pero poner encima de todo el amor como solución para el mundo. José H. Alvarez, periodista.
José María Otero, otro de los grandes cultores y difusores de nuestra música, nos expresa así su sentir tras los atentados: Liberté, Egalité, Fraternité. Es el lema de la Revolución Francesa con la que nos identificamos tantos seres humanos. Por ello la tremenda masacre de París nos desangra en este dolor. José María Otero. Periodista
De Otero recibí, por intermedio de su gran amigo Roberto Mancini, un tango que les haré escuchar. Roberto Mancini tiene una extensa trayectoria como cantante y su etapa más exitosa fue, a mi entender, la protagonizada a dúo con Juan Carlos Godoy en la orquesta de Alfredo de Ángelis. Ambos grabaron con esta orquesta para el sello Odeón (1963) un disco de 45 rpm en cuya cara B Godoy canta “Color de Rouge” y en la cara A escucharemos ahora a Roberto Mancini con:
Luis pertenece a esa pléyade de profesionales (Alberto Castillo, por citar alguno) que no podían prescindir de su amor a la profesión, pero sin pecar de infidelidad no ocultaban su otro gran amor, el tango en cuya Academia ocupa un asiento. Autor de muchos poemas maravillosos entre los cuales siento predilección por uno de sus sonetos, incorporó sus letras a compositores de gran prestigio como Osvaldo Pugliese (“Se viene el dos mil”, “Hoy por hoy”). En breves palabras quiso expresar así su sentimiento: Conmocionado. Mi apoyo y condolencias a todo el pueblo francés. Un fuerte abrazo. Luis, poeta y periodista de tango
Quedan tantos tangos, muchos de ellos maravillosos, emblemáticos, que resulta difícil la elección. Tenemos por ejemplo “Mañanitas de Montmartre” (cuya “Noches de…” ya escuchamos), “Bailate un tango Ricardo” del poeta Ulyses Petit de Murat, que sin mención concreta de la Ciudad Luz rememora una “Tertulia en lo de Reszké”. Un poema con este nombre forma parte del libro “Historia de Tango” de Ricardo Ostuni producto de la mencionada tertulia cuyos pormenores me hizo conocer el mencionado profesor Ostuni poco antes de su lamentable fallecimiento. Tanto el poema como el tango mencionado representan un recuerdo a la trayectoria como bailarín en París, de un gran escritor argentino, Ricardo Güiraldes, autor de “Don Segundo Sombra”, “Raucho” (autobiográfico; éste era también su apodo en su estancia de San Antonio de Areco y tuve la osadía de escribir un poema con el nombre de su libro).
Griseta es una interpretación de la novela Manón Lescaut, de Antoine Prèvost D’Exiles (1733) que trata de la colonización de Nueva Orléans con prostitutas francesas. El tango cuya música es de Enrique Delfino tiene por autor de la letra a José González Castillo, quien hace una recreación de novelas célebres como la mencionada citando también a personajes de otras novelas. Hermosos versos “Mezcla rara de Museta y de Mimí / con caricias de Rodolfo y de Schaunard, / era la flor de París…” Pero mejor escuchemos el poema en la voz de Roberto Rufino con la orquesta de Carlos Di Sarli:
“La que murió en París” tiene letra de Héctor Blomberg y música de Enrique Maciel. Es un tango de melancolía, de nostalgia por la tierra lejana a la que no se volverá a ver por causa del trágico sino de la muerte: “Yo sé que aún te acuerdas del barrio perdido, / de aquel Buenos Aires que nos vio partir, / que en tus labios fríos aún tiemblan los tangos / que en París cantabas antes de morir”…
El Presidente de ASOLAPO, otro magnífico escritor argentino, también nos transmite su sentimiento, acrecentado por la presencia en París de su hija para protagonizar su espectáculo de tango: Qué decir ante tanto salvajismo! Estamos atravesando una velada tercera guerra mundial. Una maldita guerra diferente a todo lo que se pueda imaginar la humanidad en este tiempo. Me duele la tarea de pregonar la Paz y que nadie nos escuche. Las montañas amorfas no devuelven el eco. ¿Será que nuestras voces carecen de sonido? ¿Será que deberíamos cambiar el clamor por la acción? ¿Se ha muerto de vieja la blanca y utópica paloma? Mi abrazo enorme. Norberto Pannone. Escritor. Presidente de Asolapo
No sólo los hombres pertenecen a la categoría de los “lunfas”; mujeres pertenecientes al ámbito rufianesco pueden protagonizar historias delictivas, de engaños o estafas, como las que nos relataba con su magnífico estilo Edmundo Rivero, contando de aquella francesita llamada “Madame Julié” que…
“Evocación de París” devuelve en un espejo la imagen canosa y cansada de “yugar” mientras evoca sus noches de juventud en París, con la guitarra y el bandoneón, las minas, el cafetín, el “chamuyo”. …”Te acordás de aquellas noches / de rompe y raja en el bulín, / con la criolla muchachada / que hizo furor en París”… Mientras que en “Margo” percibimos que “…París / era oscura, y cantaba su tango feliz / sin pensar, pobrecita, que el viejo París… / Después, / otra vez Buenos Aires; / y Margo otra vez / sin canción y sin fe”… “Armenonville” de Juan Maglio “Pacho” se llamaba un cabaret de avenida Alvear, rememorando el local parisino homónimo.
A su vez Elsa nos manifiesta sus sentimientos, incrementados por la presencia en París de una nieta: Realmente fue un horror lo pasado en París, me duele porque la quiero, me duele porque la conozco. Tengo una nieta viviendo allá, es de imaginar el estado de mi familia. «je connais bien París, et je l’aime——–Je connais bien París, aussi en rêve… Un abrazo. Elsa Rossi Raccio. Escritora
Personalmente y como ser humano el autor de este artículo se siente acongojado por las víctimas de uno y otro lado, por eso continuando el pensamiento de Aristóteles expone así su reflexión: Vivimos el HOY y eso significa que hay un PASADO y un FUTURO, porque para todas las cosas hay un ANTES y un DESPUES. El ANTES no se puede evitar porque ya sucedió, es el pasado; pero se pudo evitar, si se hubiera pensado en lo que sucedería DESPUES.
Eso es prever o prevenir el futuro. Y el mejor ejemplo es la perenne tensión en Oriente Medio que, como no se toman en cuenta estas pautas, no existe voluntad de solucionar.
En los estadios de fútbol se guarda un minuto de SILENCIO, y muchas madres lloran a sus hijos muertos, …y Gardel lo expresa así:
¡ARACA PARIS! ¡SALUTE, PARIS! Claro que hay muchos más tangos evocativos, como “Araca París”; o que la exclamación de una dama con acento francés al escuchar el tango del clarinetista italiano Lorenzo Logatti “¡C’est irresistible!” sirviera para titularlo “El irresistible” y seguramente muchos más que en este momento escapan a mi memoria, pero me recuerdan un poema de mi autoría en homenaje a Ricardo Güiraldes con los personajes de su novela Raucho y que dedico a la memoria del autor de “Tertulia en lo de Reszké”, don Ricardo Ostuni:
LA MILONGA DE RAUCHO
- Te piantaste de la estancia / allá por el Centenario /
llevándote el dinerario / de papá, y eso es ganancia.
- Desde el pampa guasquerío / te mudaste pa’ Montmatre /
¡quién te viera en ese catre, / y ahura vivís engrupío!
- Olvidaste la tropilla, / toda de un pelo, escogida, /
por temor a la estampida / y por no sudar la trilla.
- Ahura sos jailafe taura / y chamuyás a lo gurda /
a la papusa más burda / que en el Quartier se te amura.
- Con las minas retrecheras / del Dancing Florida aquel /
(donde cantaba Gardel / estilos, tangos, rancheras
- con las guitarras de Soria / de Barbieri y Aguilar /
no supiste pelechar / con el girar de la noria.
- En Maxim’s en una cena / bailaste el primer tanguito /
«bailate un tango, Rauchito» / pedía la rubia en la escena.
- Vos sos el tango argentino / te dijo Germaine, bajito /
acompañando el pasito / siguiendo el ritmo con tino.
- Pero quitaste una espina / y en un abrazo envolviste /
a aquella que más quisiste / … ahora bailás con Nina.
- En un resabio, a lo gurda / -fatalidad de la suerte, /
camino ya de la muerte- / timbeabas con mano burda.
Recitado final:
Con Germaine terminó su locura
embriagados de vodka y lujuria
cuando Nina, estrilada, lo amura;
y Rodolfo, el amigo de alcurnia
lo alejó del Montmatre fatal.
Las «grisettes» gritaban, ausentes.
Y abrazando al amigo presente
dijo adiós al París inmortal.
César J. Tamborini Duca