DE CUANDO ENEAS SE PIRÓ DE TROYA (soneto)
Una vez escrito el soneto que rememora la odisea de Eneas tras escapar de Troya, pensé que tal vez no muchos de los lectores habrán leído “La Eneida”, el célebre pero copioso libro escrito por Virgilio, y por ese motivo realizo –previo al soneto- un muy somero breviario. En él, si llamo “efialteta” a Ulises es considerando que en mi juventud –y como consecuencia de lo inculcado- consideraba que era un chamuyador “astuto”, en la madurez y analizando su comportamiento vislumbré que tuvo una actitud semejante a la de Efialtes, el pastor que traicionó a Leónidas permitiendo al enemigo el paso por las Termópilas; si bien no son iguales comparativamente, sí lo son moralmente en cuanto a cinismo y traición.
Después que el efialteta Ulises realizó el balurdo del mancarrón, por cuya culpa se incendiaron en su totalidad los bulines del arrabal troyano, Eneas (semidios y Rey de Ilión) logró pirarse con el sabalaje adicto para fundar una nueva Troya en el país de los tanos, tal como deschava Virgilio en La Eneida, donde deschava las peripecias sufridas.
Llegan a las costas líbicas donde Illioneo pide a la Reina Dido (Elisa) si los puede acomodar en algún conventillo; ésta siente en su pecho un fuego ardiente por Eneas y le ofrece el reinado en Cartago después del casorio. Cartago sería la dote para engrandecer a Italia, acollarando así a Tirios y Troyanos.
Sin embargo las diosas del Olimpo con sus tramoyas ¡minga de himeneo! Y la cáfila pirajusió nuevamente para tratar de fundar la nueva población.
La reina Dido, amurada, se inmoló exclamando a su hermana:
“No, no; mi salvación la muerte sea; / ¡calle a hierro el dolor de una alma rea!”
(qué cosa, ¿no? La primera lectura que tengo de la palabra rea)
y, posteriormente, Virgilio detalla distintos sucesos de las travesuras de ‘los eneídos’, entre otras el laberinto de Creta donde mandoneaba el Minotauro hasta que lo apuñaló Teseo (y en el que Dédalo se guio con un hilo ¿de él provendrá la palabra “dedal”?). También el mangoneo a la sacerdotisa Sibila (custodia de la entrada de la gruta de acceso a la quinta del ñato) para poder ver a su padre, Anquises, recientemente muerto en su odisea. Hasta este momento sintetizo (lunfardeando un poco) en breve soneto.
ENEAS SE PIRÓ DE TROYA
(César J. Tamborini Duca)
Cuando Eneas se piró de Troya
-chamuyó Virgilio en La Eneída-
se encamotó con Dido, que engrupida,
quiso acamalarlo, con tramoya;
Pero el coso gambeteó el himeneo
y “para Elisa” se frustró el casorio
cuando Eneas de esa catrera se rio
ninguneando el chamuyo de Illioneo
Eneas, semidios y Rey de Ilión
pirándose de nuevo, llegó a Creta
de Dédalo laberinto –no de Borges-
y como taura, con valor de león
se aprospicuó al Averno de Carontes
con embrocantes y junada muy discreta.
Terminado el soneto, los episodios continúan; Virgilio va relatando lo que ve Eneas cuando traspuso el lago Estigia, superando la custodia del can Cervero (monstruo de 3 cabezas), guardián de la entrada. Es decir, se encuentra en los dominios de Caronte (sin la “ese” final que escribí por la rima). Va observando una serie de personajes de su conocimiento, entre los que está Dido, y es ese el momento que confirma los rumores que le llegaron: que se había inmolado.
Del conocido homosexualismo griego da cuenta el verso XCI del LIBRO SEXTO. Dice:
…”Cénis, mancebo un tiempo floreciente,
y ahora por decreto del destino,
vuelto al sexo primero femenino”.
Otro tema que solicitó mi atención “pampeana” ocurre en la página 35 del verso CXLV, cuando relata sobre el ‘crinado’ Yópas (supuse que se refería a lo que en tierra de gauchos se denomina ‘crinudo’. Dice de él: El cual describe con laúd divino / lo que Atlas le enseñó por gran fortuna: / Cómo el sol desfallece en su camino; / porqué altera su faz la móvil luna; / dónde la bestia de los campos vino; / cuál fue del hombre la primera cuna; / qué fuente al mundo suministra el agua; / dó está de los relámpagos la fragua”…
Se me ocurre pensar en el Martín Fierro, en Santos Vega, pues Yópas con esta descripción parece ser el ancestro de nuestros PAYADORES que describían el mundo y los fenómenos de la naturaleza.
Unas páginas más adelante, ya en el verso CXXIII, Virgilio hace mención de los adoradores del dinero, el oro:
“Allí gimiendo están los que al hermano
profesaron en vida odio demente;
los que hicieron ultraje al padre anciano;
los que en fraude envolvieron al cliente;
allí los solitarios que, la mano
cerrada siempre al mísero pariente,
sobre el oro enterrado hicieron nido:
infame grey en número crecido”.
Finalmente Eneas tuvo el encuentro con su padre. Éste le anticipa el futuro de Roma, la ciudad de las 7 torres (las 7 Colinas). Viene entonces la narración de los orígenes itálicos. Los aprontes guerreros, así como una breve mención de César, Julia, Agripa, Antonio, una especie de recreación futurista.
No puedo evitar la mención de Astur: “…en su potro y sus armas de colores / le acompañan trescientos guerreadores / que su nativa Cérete han dejado / y a Gravisca insalubre y la campaña / que Pirgo ilustra y la que Minio baña” (porque no puedo evitar pensar en los Astures y el río Miño). LIBRO DÉCIMO, verso XXXIX, pág. 316.
Reemprendida la navegación, llegan a la desembocadura del río Tibre (supongo que se refería al Tíber; aunque en repetidas ocasiones aparece así escrito, tal vez sea un error de imprenta).
Hay un buen recibimiento, intento de esponsales con Lavinia –hija del rey Latino-, luego sobreviene la batalla entre Teucros (troyanos al mando de Eneas) y Rútulos (que comanda Turno, su rey y pretendiente de Lavinia).
Finalmente el duelo a espada entre Eneas y Turno convenido entre ambas partes a instancias de Latino. Saldrá victorioso Eneas posibilitando así su unión con Laviana y fundar la “nueva Troya”.
COLOFÓN: “Si difícil es leerlo, más difícil es dejar de hacerlo” (César)
Resumido del poema épico “La Eneida”, de Publio Virgilio Marón, Editorial Alba, Madrid, 2001.
ANEXO
Virgilio menciona a Hesperia en varias ocasiones: en las páginas 26, 28, 76, 120, 205… Jardín de las Hespéridesdenominaban los antiguos a las Islas Canarias; claro que hay un vocablo de fruta común a varios idiomas con origen en el sánscrito, y es el que designa a la “manzana de oro” de este Jardín: aranzi. En latín es aranjium; naranzi en italiano; orange en francés; naranja en español. Lo que antecede establece una relación entre la naranja, y Hespéride (Hesperia)
Nombre que tiene un origen mítico: remonta a la época que los griegos navegando por el Mediterráneo llegaban a las costas españolas, y al ver el reflejo de las naranjas lo asociaban con las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides.Por eso los griegos le daban el nombre de Hesperia a España, tema que desarrollé en mi página:
Por tal motivo me sorprendí cuando en la pág. 26 Virgilio ubica Hesperia en Italia, ya que …”Hay de antiguo un país con apellido / de Hesperia por los griegos señalado. / Pueblo en trances de guerra asaz temido, / tierra asaz grata a la labor de arado; / fue primero de Enotrios poseído; / y ahora Italia se nombra, por dictado / de famoso caudillo procedente…”
LOS ORÍGENES DE ROMA: Breve recordatorio de historia
Comencemos con los rútulos, cuyo rey era Turno, el rival de Eneas. Eran miembros de una antigua tribu itálica y descendían de los “umbros” y los “pelasgos”. Tenían como capital la antigua ARDEA, a 35 Km al sureste de ROMA.
Los teucros era el nombre como se conocía a los troyanos, aplicando el epónimo de su primer rey, el héroe Teucro.
Los latinos fueron posiblemente el pueblo más antiguo de Italia, y el nombre proviene del primer rey de los aborígenes que se llamaba Latino. Éste tenía la corte en Laurentia (la ciudad de los laureles), de ahí proviene entonces el gentilicio laurentinos o latinos.