El origen de las palabras

EL ORÍGEN DE LAS PALABRAS

Batalla de Heraclea

  1. BABEL

Según el Génesis, la torre de Babel intentaron construirla los descendientes de Noé para escalar el cielo, y correspondería al ‘zigurat’ de Babilonia, a la que la Biblia denomina, precisamente, Babel. El orgullo de los hombres por establecer contacto con la divinidad es castigado en el relato bíblico con la confusión en las lenguas (bālal = confundir).

Veamos lo que dice al respecto Ortega y Gasset en “El Espectador” (tomo IV): “Schelling se niega a aceptar la etimología científica de Babel. Bab-Bel, que quiere decir ‘puerta de Dios’. En su opinión, Babel es una contracción de Bal-Bel, vocablo onomatopéyico, que imita el efecto producido en nosotros por el rumor de una lengua que no entendemos. Se trataría, pues, de la misma raíz que formó en Grecia la palabra ‘bárbaro’; en latín, la palabra ‘balbuties’; en francés, ‘babil’; en español, ‘balbucir’; dicciones todas que aluden a un hablar ininteligible”.

También encontramos otras interpretaciones. En “Prólogos de la Biblioteca de Babel”, Jorge Luis Borges, Alianza Editorial, Biblioteca Borges, Madrid, 2004, pág. 8) Antonio Fernández Ferrer dice en la presentación:

“Según los estudiosos del asunto, la misma palabra Babel (relacionada, no sin problemas, con el acadio báb-ilu o báb-ili, algo así como  “puerta de Dios” o “de dioses”) se entretejió –quizás aviesamente- con un vocablo hebreo de parecida fonética (derivado de bálal, “confundir”) creándose una vinculación imaginaria que provocaba las ironías de Voltaire, al parecerle confusión término impropio para designar la capital de todo un imperio e hipótesis etimológica tan pintoresca como la pretensión de Rabelais de que el antiguo nombre de París, Lutecia, se debía a “los blancos muslos de sus damas”.

  • MARIMBA

Término que en el Río de la Plata (Argentina y Uruguay) significa dos cosas distintas.

a) Es un instrumento musical africano construido como si fuese una escalera cuyos laterales están formados por dos calabazas largas y angostas, sobre las cuales se colocan como si fuesen peldaños, varios palitos de maderas duras que se sujetan con fibras. En américa se modificó, por lo que podemos hablar de un instrumento afroamericano; en Centroamérica y las Antillas se suplantaron las calabazas con un cajoncito.

En el Río de la Plata, Colombia, Brasil y Venezuela, los laterales están constituidos con cuerdas a las que se atan las maderitas; colgada sobre el pecho y puesta en tensión con una mano, con un palito en la otra mano se repasan los ‘peldaños’ hacia arriba y hacia abajo.

b) también significa un castigo, una paliza, y es con ese significado que lo encontramos en el conocido tango de Celedonio Flores “Lloró como una mujer”:

          “Como entró a escasear el vento me diste cada marimba                                                             

            que me dejaste de cama, con vista al hospital”.

  • VICTORIA PÍRRICA

      Expresión que se usa para referirse a un triunfo conseguido con un esfuerzo desproporcionado a los beneficios que se obtienen. Su origen alude a Pirro, rey de Epiro, famoso por sus campañas de conquista en la Grecia clásica. Entre las batallas en las que participó destacan las de Heraclea y Ásculo, de las que salió victorioso pero con tan cuantiosas pérdidas en vidas humanas y pertrechos que, según la leyenda, afirmó que otra victoria similar sería su derrota final.

  • PALABRA RARA:

JITANJÁFORA: generalmente términos negro africanos que se basan en la sonoridad de las palabras, con función puramente fonética, que carecen de sentido. Algunas son onomatopéyicas. También encontramos alguna en los tangos, por ejemplo en el candombe “Juan Manuel” de Piana y Manzi, aparece la interjección “cuntango carancuntango / cuntangó, carancuntán”. Otro tango milonga “La calesita”, nos provee otra palabra de estas características, “carancanfún”.

Y aún hay más, el tango “La Yumba”: es una onomatopeya que responde a la marcación y acentuación rítmica del conjunto. Y la similitud con el toque de un bandoneón y su resultante mezcla con los demás sonidos desarrollados por una orquesta. Sobre el compás de 4/4 la marcación se realiza sobre los tiempos 1 y 3 como fuertes, siendo el 2 y 4 débiles. “Yum” (1) “ba” (2) “yum” (3) “ba” (4). Realizando la marcación rítmica en bloque de conjunto (1/3), contrapuesto al solo toque de la mano izquierda del piano en el grave (2/4).

En el poema “Mulata”, de Nicolás Guillén, encontramos dos jitanjáforas: songoro cosongo.

César J. Tamborini Duca

Académico Correspondiente para León

Academia Porteña del Lunfardo

About author
César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace veinte años, le impulsaron a crear Pampeando y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
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