MALINCHE es nombre de tango. Teatro Cervantes
En la antigüedad la palabra debía ser transportada también como mercadería, y tardaba meses o incluso años en llegar de un sitio a otro, muchas veces transportada por distintas personas, e incluso por distintas generaciones para recorrer dos mil, cinco mil o más kilómetros desde su lugar de origen a los confines de un imperio o de una nación, pues no existían los medios de comunicación actuales.
Eso es lo que ocurrió con la palabra pulpería, originaria de México y que los indígenas elaboraban, a partir de la destilación de la savia de un cáctus, una bebida alcohólica o aguardiente al que llamaban “pulque”, llamándose “pulquería” al lugar donde se lo expendía. La palabra, transportada ya por los conquistadores españoles, ya por migraciones de la población originaria, trasladada durante miles de kilómetros desde el hemisferio norte hasta el hemisferio sur, aparece entre los “pampas” para designar el aguardiente que elaboraban a partir de las semillas de algarrobo, llamándolo “pulke”; sin embargo el punto donde se lo bebía sufrió una pequeña modificación en el sintagma y pasó a denominarse “pulpería”.
Así es como en “la ancha pampa” se adoptó el vocablo no sólo para designar el sitio donde se vendía alcohol y otros “vicios” (yerba mate, tabaco) sino también donde los gauchos se reunían para jugar a las cartas, a la taba, algunas cuadreras (carreras de caballos ‘parejeros’); tocar la guitarra para desgranar alguna milonga campera o pampeana. Y donde se expendían y compraban todo tipo de mercancías que no se conseguirían en cientos de kilómetros a la redonda: comestibles varios, aperos, ponchos, cueros, plumas de avestruz.
pulpería pampeana
Pero el fenómeno inverso también ocurre, y desde nuestras pampas emigró una palabra mapuche para designar a la que tal vez fue la primera MALENA de nuestra historia tanguera (queridos lectores, ruego tengan en cuenta que se trata de una elucubración mía, al margen que pueda ser real o no).
Debemos tener en cuenta que en mapudungu (lengua mapuche) malensignifica mujer, para designar a la mujer joven. Tenemos además la partícula “CHE” que significa gente. No es improbable que ese “che” se incorporara como sufijo a malen y quedara la voz compuesta melen-che.
Entonces, ¿por qué no podemos pensar que la palabra hizo el recorrido inverso al de pulpería, y con el cambio de una sola letra sirviera para nominar a Malin-che como la primera MALENA de la historia? Al margen de estas especulaciones, quiero advertir que en mi viaje a la Argentina en el mes de abril, en el Teatro Cervantes se representaba LA MALINCHE de jueves a domingo, desde el 22 de febrero.
Decía Patricia Gosálvez “el rostro de cartón piedra de Malinche adorna la entrada a la carpa de IFEMA donde Nacho Cano ha montado un tremendo musical en torno al personaje. En ese entonces sobre un expositor de FNAC (en la planta Cómics) descansa la novela gráfica Soy la Malinche, de Alicia Jaraba.
Teatro Cervantes, Buenos Aires (foto Patricia)
Lo cierto es que los españoles la bautizaron Marina, pero como los indígenas no pronunciaban la r, la llamaban Malina, y posteriormente al pertenecer a una familia noble le agregaron el sufijo –tzin para convertirse en Malin-tzin, mientras los conquistadores decían Malin-che.
La nota de Patricia Gosálvez del 9 de octubre de 2022 expresa sobre Malinche: The Musical, el espectáculo de Nacho Cano, criticado por un lado como antiespañol y anticlerical y por otro como racista. La estrella ha dicho que le “pone cachondo” que lo ataquen, así que todos contentos.
En la misma nota se hace referencia a lo que dice la historiadora especializada en antropología de América Isabel Bueno Bravo: “Pensé que venía a ver La Misión y es más un Pocahontas de Disney con humor como de revista de Lina Morgan”.
Estamos en julio de 2024 y me entero por las noticias de la televisión que Nacho Cano está en problemas, aparentemente por inmigración irregular. Aclaro en primer lugar desconocer exactamente en qué consiste, solo menciono aquellas cosas que se propalan por la TV. Al parecer por una denuncia fue llevado por la policía, se supone para tomar declaración. Cano se queja porque le tomaron las huellas dactilares y le sacaron foto (él lo dijo en la televisión); aunque no tengo la certeza, no creo fuera nada personal, sino que es una metodología policial realizar estas prácticas.
Pero quedó en libertad, y en estas circunstancias también dijo en el reportaje televisivo -en clara afrenta a este país- que España se parecía a las dictaduras de Venezuela y Cuba; lo cual me sorprendió, porque si fuera ese el caso no estaría en libertad; en segundo lugar, no se le permitiría expresarse de la manera como lo hizo “urbi et orbi”, irrespetuoso con un país con tradición democrática. Si el problema, o uno de los problemas, es que no tenía permiso de trabajo para su actividad, debería saber que esa es una normativa que rige para todo el mundo y el que esto escribe tuvo que pasar por distintas antesalas cuando se radicó en España, para conseguir el Permiso de Residencia y el Permiso de Trabajo; y cuando por una denuncia falsa me hicieron concurrir a la Comisaría de León, el oficial que me atendió lo hizo con la mayor cortesía para decirme que se trataba de un mero trámite administrativo.
Es lamentable que una personalidad de las artes y que por ese motivo tiene acceso a magnificar un problema, lo utilice para desprestigiar un país o sus autoridades. Es un agravio, pero lo más lamentable sería si -dado el caso- desde los organismos oficiales, ya sea desde Ayuntamientos, Comunidades Autónomas, o desde el mismo Gobierno Central, se utilizara esta cuestión que debería carecer de trascendencia, con el objetivo de utilizar como propaganda política, justificando o apoyando a este señor que tiene las mismas obligaciones que cualquier hijo de vecino.
fuente imagen: diario El País
Debemos tener en cuenta que a Malin-che también se la mencionaba Malin-tzin siendo el sufijo tzin un diminutivo, pero también titulación honorífica, pues por su procedencia era una princesa nahuatl.
(Del náhuatl –tzin, ‘chico, pequeño; respetado’, diminutivo de cariño o de respeto.) 1. suf. diminutivo. || 2. suf. honorífico.
Fuentes
Miscelánea sobre la lengua; www.pampeandoytangueando.com El origen de las palabras Nº 1
Pulpería; www.pampeandoytangueando.com El origen de las palabras Nº 8
Todos quieren a la Malinche; Patricia Gosálvez, El País, Cultura, 9 de octubre de 2022, pág. 42
Televisión: La Sexta y Canal 4