Caleidoscopio

Conociendo el mundo: Vitoria-Gasteiz

¡Victoria! / saraca, victoria / pianté de la noria / se fue mi mujer…

Pero no, el título no tiene nada que ver con este tango de Discepolín, por el contrario fuimos con mi mujer para celebrar el 40ª Aniversario de nuestro casamiento. Y me llevé una gran sorpresa cuando en un bar vitoriano mi mujer, arrodillándose para entregarme un anillo, me pedía casarnos por 4ª vez. Sí, porque aunque no lo crean y por contingencias de la vida -el divorcio no estaba previsto en la Argentina en ese entonces- nos casamos en Uruguay y posteriormente en Paraguay, para luego hacerlo en nuestra Argentina tierra cuando se aprobó la ley del divorcio.

¿Y por qué ese viaje a Vitoria? En realidad, buscando algún sitio no muy lejano y al que pudiéramos llegar en autobús o en tren. Me incliné por Vitoria pues recordaba haber leído hacía ya unos cuantos años, que esa ciudad vasca había sido declarada como mejor ciudad europea por algún aspecto que no recuerdo en este momento.

Pero retrocedamos en el tiempo, hasta el 5 de enero de 1524. Ese día arribaba a la ciudad, después de hacer noche en Salvatierra, una larga procesión portando enseñas y estandartes, además de alabarderos, arcabuceros, carruajes engalanados con lujo, nobles caballeros. Todo un séquito solemne que era encabezado por el joven emperador Carlos Iº que permaneció en Vitoria hasta el 8 de marzo; durante esos dos meses la capital de Álava se convirtió en Corte, en la que se trataban los asuntos políticos y bélicos que afectaban a todo el mundo.

¿Y cuál fue la impresión al conocer esta ciudad 501 año después, febrero de 2025?

¡Quedamos impresionados! Si bien no cuenta con grandes monumentos como hay en otras ciudades españolas, como resabio de las culturas romanas, árabes y judías que predominaron en distintas épocas de su historia, otros son los aspectos por el que admiramos la ciudad.

Es de agradecer observar la limpieza de sus calles en las largas caminatas que emprendíamos a diario para conocer su modus vivendi. Caminando por muchos sitios no veíamos un solo papelito tirado en sus veredas o sus calles que permanecían impolutas, lo cual habla mucho en favor del aprendizaje, de su enseñanza y  cultura. La presencia de numerosos contenedores de basura contribuían para ello.

Solamente pudimos observar papeles y envases en el suelo durante una tarde-noche porque, sin recordarlo, estábamos en fecha de carnestolendas. Al enterarnos y dirigirnos hacia el sitio del desfile de comparsas donde pasaban las carrozas y las personas disfrazadas, dos cosas nos sorprendieron: en primer lugar mucha gente que no iba a participar del jolgorio general, estaban reunidos en grupos en las terrazas de los bares, pero la gran mayoría disfrazados de modo que participaban y se asociaban a ese festejo.

En segundo lugar eran muchas las carrozas que participaban, las comparsas que acompañaban, formadas por gentes de todas las edades, desde chiquitos de 4 o 5 años hasta ancianos, todos viviendo y disfrutando el momento como vimos también disfrutando el carnaval a su manera, los que estaban en grupos en las terrazas.

El jazz, presente en el parque Nombres famosos del jazz

Por supuesto en esas condiciones había muchos papeles desparramados por el suelo, fruto de la jocundia general. Pero lo admirable, que esa misma noche poco después que se dispersaron los participantes al final del desfile, comenzaron la limpieza de todos los lugares públicos; pudimos observarlo pese a no ser trasnochadores. 

Al margen del carnaval, percibimos amabilidad -como también estados de ánimo alegre- en la gente con la que nos cruzábamos, en algunos casos saludando como suele hacerse en las poblaciones muy pequeñas, o en otros iniciando una conversación por algún hecho fortuito.

Otra cosa asombrosa, no tener el sobresalto por la circulación de automóviles, la mayoría de las calles peatonales y en el cruce con alguna por la que sí podían transitar los vehículos, no generaban sobresaltos, señal que había un buen orden. Seguramente los automóviles circularían en mayor medida en la periferia, nosotros estábamos en zona céntrica, en un hotel frente al parque LA FLORIDA.

   

Todos los detalles que pudimos observar, porque los vivimos, nos hacen pensar lo que significa la educación para llegar a conseguir una COMUNIDAD ORGANIZADA, que no otra cosa y fruto de ella es el orden palpable en esa ciudad.

Desde donde nos encontrábamos, por el Paseo de la Senda y atravesando el parque mencionado, accedíamos en primer lugar al Parlamento Vasco, un poco más adelante a la Plaza de España y a la de la Virgen Blanca, ambas espaciosas. A pocos metros se encontraba la Iglesia de San Miguel, del siglo XIV. Seguimos el recorrido y llegamos a otra iglesia también del siglo XIV, Iglesia de San Pedro. Muy cerca hay un trozo de muralla del siglo XI.

 monumento al baserritarra

En esa zona hay que ascender un poco para acceder a la Catedral Vieja, Catedral de Santa María, del siglo XIV en pleno casco medieval. También en esa zona, en la calle Nueva, se encuentra la Judería.

Retornando hacia la Plaza de España, veremos la Iglesia de San Vicente, del siglo XV. Atravesando la Plaza del Machete, llegamos al Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, un amplio Museo para la defensa de la libertad y en contra del terrorismo.

Muy cerca se encuentra la PLAZA DE LOS FUEROS, obra del escultor Chillida y el arquitecto Peña Ganchegui, del año 1981. Un amplio e interesante espacio que nos permitió conversar un rato con un vasco, que más que preguntarnos afirmó que éramos turistas, pues los que habitan la ciudad no se paran a observar los detalles de esas esculturas.

Posteriormente nos acercamos a la Plaza de Arca, donde se encuentra el monumento al en caminante este caso disfrazado para conmemorar el carnaval. A poca distancia se encuentra otra escultura, con un nombre muy adecuado, reflexión.

   

Al día siguiente, por el Paseo de la Senda pero en dirección opuesta al día anterior, pudimos observar la Residencia oficial del Lehendakari del Gobierno Vasco, “AJURIA ENEA”. Luego de un recorrido por esa bucólica zona con edificaciones muy bonitas -idílicas, podemos decir- que lamentablemente será estropeada por un emprendimiento de viviendas casi futuristas, retrocedimos para dirigirnos a la Catedral Nueva (ya que Vitoria tiene dos catedrales).

  Catedral nueva

En esta Catedral de María Inmaculada se encuentra el Museo de Arte Sacro. Antes de entrar en el detalle de algunas características,al recordarlo ahora, mencionar otra cosa que hace distinta esta ciudad a otras muchas. Pudimos observar que todas las iglesias se encuentran abiertas al público, y en ninguna de ellas se cobra para acceder a observar su magnificencia.

Como la vieja Catedral de Santa María se consideraba pequeña, además de su difícil acceso, el obispo Cadena y Eleta convocó en 1906 un concurso que ganaron los arquitectos Javier Luque y Julián Apraiz con su proyecto de estilo neogótico

Comenzada a construir a principios del siglo XX (año 1907), consta de 5 naves, de modo que el interior no solo es grande sino también diáfano, con amplios ventanales y los 35 metros de altura de la nave central. Como era usual en las catedrales góticas, veremos columnas esbeltas, arcos y bóvedas de crucería. La parte más antigua de la Catedral es la Cripta, inaugurada en 1911. Si bien fue concebida como panteón de los obispos de Vitoria, en ella no está enterrado ninguno.

En el año 1914 se paralizaron las obras por problemas de financiación y huelgas de los obreros quedando abandonada durante 32 años pues las obras recién se reiniciaron en 1946 pudiendo consagrarse el templo en 1969 con el nombre de María Inmaculada Madre de la Iglesia. Recién en 1973 se terminó el pórtico.

Falta resaltar el protagonismo de las vidrieras, con temas variados de acuerdo a la ubicación; por ejemplo en la cripta cuya finalidad es funeraria, contiene escenas referidas a la muerte y resurrección. En el presbiterio están representados los apóstoles, los evangelistas y la Asunción de la Virgen; mientras que en la cabecera se representan santos venerados en las provincias vascas como San Prudencio, San Ignacio de Loyola, Nuestra señora de Begoña y algunos Papas.

César J. Tamborini Duca

Académico Correspondiente para León

Academia Nacional del Tango

Academia Porteña del Lunfardo

About author
César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace veinte años, le impulsaron a crear Pampeando y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
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