El origen de las palabras

Populismo

El dinero atrae el populismo ¿o es a la inversa?

El dinero atrae el populismo ¿o es a la inversa?

Muchos se preguntan –y la palabra infección se pronuncia con reverencial temor- cual fue la epidemia lexicológica más grave ocurrida en el año cuya frontera acabamos de traspasar: y aparece la palabra mágica, microbiana, de inapelable poderío semántico: ¡POPULISMO! La pronuncia desde el mísero andrajoso vagabundo que suplica una moneda hasta el filósofo de pacotilla que monta su espectáculo sobre el túmulo de los necios; desde el “canillita” (vendedor callejero de periódicos) hasta el ama de casa; desde el santo varón que predica la fe esperanza y caridad, la hermandad entre los hombres, hasta la pérfida mujer que, abusando de la confianza que se le brindaba, alivió mi bolsillo de $ 1000 en la lejana Pampa dejándolo más escuálido de lo que por natura es.

Mis oídos la escuchaban y no faltaban medios de propagación para esta grave enfermedad: la radio, la televisión, la charla alrededor de la mesa de café; la veían mis ojos, omnipresente en la televisión y los periódicos.

En una catarsis interminable cuando en un solo día se propala “el año del Brexit, Trump y los POPULISMOS”… “y los POPULISMOS crecen en las urnas … que claman contra los burócratas” … “un nuevo examen para la clase política dominante ante la pujanza en las encuestas de las formaciones POPULISTAS. El multimillonario checo Andrej Babis, …el holandés Geert Wilders o la francesa Marine Le Pen”. “…la victoria del POPULISMO puede llegar incluso con una derrota en las urnas”. “En el preámbulo de los nuevos estatutos del PP se menciona que las formaciones POPULISTAS quieren dividir a los españoles”.

Todo lo que antecede se menciona en solo un par de páginas de un solo periódico de España en un solo día. Ahora amigo lector, multiplique esto por todos los medios informativos de este país, por el nº de países que conforman el mundo (dado que la infección en el vocabulario se ha propagado tanto que constituye una pandemia), y por los 365 días del año, y entonces comprenderá por qué “FONDEU” considera POPULISMO la palabra del año.

Pero el problema recae sobre mí, que no acepto así como así que me impongan una palabra sin agregar el significado, y entonces acudo a uno y otro lado para tratar de averiguar, de saber, para que otros más sabios que yo me ilustren sobre el camino de la propagación y el significado de esta tremenda pandemia que hace temblar los cimientos de las Academias de las Letras. Al final, acudiré a éstas.

Como el año 2016 fue muy nutrido en acontecimientos políticos, no podía faltar su mención en la peluquería del barrio donde acudo para acicalar mis cada vez más escasos cabellos, y como no podía ser de otra manera dice el peluquero “esos son POPULISTAS”. “¿Qué es POPULISMO?” le pregunto en mi afán investigador. “Y, son esos” resulta la magistral respuesta, con la que mi ignorancia sigue indemne de ataques de sabiduría.

Irresponsablemente me acerqué a un grupo en la barra del bar, podían ser funcionarios, profesores, bancarios, comerciantes acomodados o vaya uno a saber qué actividad los mantenía alejados de alguna doctrina contraria a sus intereses; sus loables afanes recayeron en algún momento en la palabra maldita; ni lerdo ni perezoso inquirí  “¿Qué es POPULISMO?”. “Son todos esos comunistas” fue la respuesta.

contando ovejitas

contando ovejitas

Creo que me sentí reconfortado al poder sacar alguna conclusión. No obstante mi curiosidad no mermó, y como tengo amigos cuyo pensamiento se acerca al anarco-comunismo (ojo, no es paradójico) fui directo al grano y les pregunté de sopetón “Che, díganme, para ustedes ¿qué es POPULISMO?”. “Es en lo que se basan los reaccionarios de extrema derecha” fue la contundente respuesta. Ahora sí que el lío era mayor y me ganaba la desesperación. Utilicé el correo-e para preguntar a un amigo argentino que suele enviarme muchos correos (de él y de sus amigos) de índole política pero cuya tendencia no comparto: “Decime, querido amigo, ¿qué es POPULISMO? Quiero informarme”. Su respuesta fue: “Me extraña, ¿querés evaluarme?” ¡ Pero yo se lo pedía de buena fe y no quiso darme respuesta!

Llegó un momento que por las noches, en lugar de contar ovejitas, tan blancas y tan iguales como si fuesen clonadas de Dolly, comencé a contar palabras de distintos tamaños y formatos, que al saltar el cerco imaginario todas me decían POPULISMO, populismo, populismo, populismo. Por supuesto continué, empecinado. Unos me decían: “son las ONG que defienden a los emigrados”; otros “son los que hacen campaña en contra de los migrantes acusándoles de terroristas”.

Diccionario Vastus

Diccionario Vastus

Como el término aún no existe en el Diccionario de la Real Academia Española (RAE) solicito ayuda a mi viejo diccionario de la escuela primaria, en cuya edición de 1949 lo más aproximado que encontré fue “POPULACHERÍA: fácil popularidad que se alcanza halagando al vulgo en sus pasiones”. “Algo es algo” me dije. Y busqué en WIKIPEDIA: “POPULISMO (sinónimo: popularismo) / 2. Tendencia política que dice defender los intereses y aspiraciones del pueblo”. El escritor Ralf Dahrendorf dice que “en todo caso, el concepto de populismo es peyorativo”. Y el filósofo Ernesto Laclau (1935-2014) afirmaba que “el populismo es la mejor forma de organización política pues da mayor lugar y representatividad a clases que hasta el momento estaban relegadas”.

Como la cuestión, al menos para mí, seguía siendo un poco confusa y recordé que hacía poco tiempo había leído algo sobre el tema en el diario “El País” (de España) busqué en mi archivo y encontré el artículo “EL POPULISMO: EL REVERSO DEL COSMOPOLITISMO”  que con la firma de Antón Costas se publicó el 10 de julio de 2016 (fascículo “Negocios”, pág. 18) y entre otras cosas dice que “serían POPULISTAS… (los) que tratan de ganar el apoyo popular prometiendo cosas que no podrán cumplir. Pero ¿no es también POPULISTA un político del sistema que antes de las elecciones ofrece bajar los impuestos y aumentar las pensiones a sabiendas de su imposibilidad? … Si es así, también son POPULISTAS David Cameron, Mariano Rajoy o Manuel Valls. Estamos por tanto ante un POPULISMO de todos los partidos”. Finaliza su artículo (recomendable la lectura del mismo en su totalidad) “Si una reforma mejora la eficiencia pero empeora la equidad es una mala política. Eso es lo que ha ocurrido con el cosmopolitismo. Por eso el POPULISMO es su reverso”.

“En Argentina (leo en Wikipedia) varios artículos relacionan a Mauricio Macri con el POPULISMO y con el POPULISMO DE DERECHA”. Como soy consciente por comprobación personal que –entre otras cosas- prometió bajar la inflación y en cambio ésta se desató alcanzando cotas impensables antes de su ascenso al poder, doy la razón a la afirmación de Wikipedia mientras me parece oír las carcajadas mefistofélicas de Martínez de Hoz y del “mufa” innombrable… porque las meigas, existen.

César Tamborini

About author
César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace veinte años, le impulsaron a crear Pampeando y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
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