(Charla en Gabanna, León, el 1 de marzo de 2015)
En primer lugar transcribiré la letra del tango, para luego escucharlo en la versión cantada por Nelly Omar y hacer a continuación un análisis semántico de las palabras lunfardas, y posteriormente el relato de lo que significa el poema. TANGO ARGENTINO
Letra: Alfredo Bigeschi – Música: Juan Maglio (Pacho)
Fue grabado por Carlos Gardel con guitarras para el sello Odeón (Nº 18862)
Es hijo malevo, tristón y canyengue
Nació en la miseria del viejo arrabal,
Su primer amigo fue un taita de lengue
Su novia primera, vestía percal.
Recibió el bautismo en una cortada
Y fue su padrino un taita ladrón,
Se ganó el lao flaco de la muchachada
Que en una quebrada le dio el corazón.
Tango argentino
Sos el himno del suburbio,
Y en jaranas y disturbios
Siempre supiste tallar.
Y en los patios
Con querosén alumbrados,
Los taitas te han proclamado
El alma del arrabal.
De tus buenos tiempos, aún hoy palpitan
El Choclo, Pelele, Tatita, El Caburé,
La Morocha, El Catre y La Cumparsita
Aquel Entrerriano y el Sábado Inglés.
Inútil que quieran cambiarte de rango
Y en la aristocracia te mezclen con jazz,
En tu inconfundible rareza de tango
Se pinta la historia del viejo arrabal.
Tango argentino…
El de cortes compadrones,
Rezongo de bandoneones
Y sollozos de violín.
Tango argentino…
Admirado en todas partes,
Y como bueno triunfaste
En Europa como aquí.
*ANÁLISIS SEMÁNTICO
Malevo: matón y pendenciero
Canyengue: arrabalero, de baja condición social
Taita: hombre temido por su coraje / matón (no confundir con ‘tata’)
Lengue: pañuelo al cuello que usan los compadritos (proviene del kimbundo ‘lengo’)
Percal: tela de algodón, sirve para vestidos y otros usos
Cortada: en Argentina llamamos así a una calle sin salida, pues está “cortada”; sería similar a un “pasaje”, pero sin salida
Quebrada: ya vimos su significado cuando hablamos de baile
Tallar: tener o arrogarse un poder sobre otros, tener ascendiente / El que apuesta fuerte
Pelele: muñeco / persona manejable por otra
Tatita: de “tata”. (No confundir con taita)
Caburé: se refiere al hombre que resulta irresistible para las mujeres. El caburé (nombre guaraní) es un ave de rapiña que con su chillido aturde y paraliza a otros pájaros cuando se acerca para devorarlos
El entrerriano: fue escrito por el negro Rosendo Mendizábal, que deleitaba al público en lo de María “La Vasca”” con su ritmo vivaz y canyengue. En ese lugar el bailarín José Guidobono le sugirió que dedicara ese tango a un habitué, el estanciero de Entre Ríos Ricardo Segovia.
Rango: categoría
Compadrones: jactanciosos
Rezongos de bandoneones: siempre el sonido del bandoneón se compara como un rezongo, así como el del violín como un sollozo.
*RELATO
La primera estrofa comienza historiando el nacimiento del tango, su bautismo, el primer amigo y la primera novia, la barra o muchachada del ‘rioba’ (barrio).
Luego es proclamado como un himno, un símbolo de las orillas por su alma arrabalera, enarbolado por los matones (taitas), los hombres de coraje; esos patios antiguos con su vetusta iluminación donde se reunía el malevaje y los compadritos de la primera época del tango, cuando todavía las mujeres (salvo en casos contados, generalmente de baja catadura moral) no se habían entregado al abrazo de esta música.
Y hace un recuento de algunos de los primeros tangos, menciona por su nombre varios de ellos; hace hincapié en su historia originaria del viejo arrabal, de sus inicios en contraposición actual (1929 fue cuando se creó este tango), la época en la que un conjunto musical determinado mezclaba en sus actuaciones el tango y el jazz.
Además alude a que su música es inconfundible, y sin mencionar su poesía, queda claro sin embargo que ella relata los pormenores del arrabal.
Menciona dos de sus instrumentos principales que con sus característicos sonidos pueden asimilarse a otros rutinarios: el rezongo y el sollozo, del bandoneón y del violín respectivamente.
Por último hace una alabanza del tango argentino que por ese entonces era admirado en el mundo entero. No olvidemos que para entonces, había triunfado en Europa.
por César Tamborini