Garcilaso nació en el Cuzco el 12 de abril de 1539; murió en Córdoba el 22 de abril de 1616 (tenía 77 años). Hijo del capitán español García Lasso de la Vega. El nombre García se apocopa en Garci y luego se une al apellido Lasso para formar la voz compuesta Garcilaso.
Su madre fue la princesa incaica Isabel Chimpu Ocllo, prima de Atahuallpa. (Chimpu Ocllo, en quechua, significa “aureola de los Ocllo).
Si alguien encara la lectura de este libro como mero esparcimiento, como si fuese un cuento o una novela, seguramente se sentirá defraudado y abandonará su lectura después de leer unos pocos capítulos. Pero es, indudablemente, muy interesante para los amantes de la historia, pues fue escrito sin ideología partidista por alguien que llevaba sangre española por parte de su padre, e incaica proporcionada por la madre; además de haber sido contemporáneo de los hitos que relata.
Señalaré algunos de los apartados que contiene el libro, además de proporcionar el árbol genealógico de la dinastía, obtenido a partir de la lectura del mismo:
Nacimiento y genealogía propia; lo detalla en las páginas 9 y 10.
Lenguaje.
Garcilaso manifiesta que faltan las letras b, d, f, g, j, x. No existe la l (ele) sencilla, sino duplicada ll. Contrariamente no hay pronunciación de rr, sí de la r sencilla. No existe el plural. Es algo similar a los mapuche (pág. 17 a 19)
Extensión del imperio.
En el capítulo I describe el territorio ocupado por los Incas. La descripción del Perú (pág. 23)
Al norte llegaba hasta el río Ancasmayu (río Azul); al sur el río Maulli (río Maule) “antes de llegar a los araucas”, dice. Al levante la cordillera, y al poniente el Mar del Sur (Océano Pacífico), siendo angosto todo el reino. (pág. 23)
Origen
El origen de los incas lo detalla en el capítulo III entre las pág. 24 a 27 y fue proporcionado por un anciano tío (la transmisión -como en el caso de los mapuche- era oral, por no poseer escritura).
En el capítulo IV detalla la fundación del “Cozco” (Cuzco) y en el capítulo V menciona la historia, más extensa que la recibida por parte de aquel inca, su tío.
Testamento
La muerte y el testamento del primer Inca, Manco Capac, casado con su hermana Mama Ocllo Huaco (o Mama Cullia) se describe en el capítulo VI desde la página 35 a 36:
“… murió el Inca Manco Capac; dejó por príncipe heredero a Sinchi Roca, su hijo primogénito, y de la Coya Mama Ocllo, su mujer y hermana. Demás del príncipe dejaron estos reyes otros hijos e hijas, los cuales casaron entre sí, unos con otros, por guardar limpia la sangre, que fabulosamente decían descender del Sol (…) ni los Incas de la sangre real, ni la gente común, no dan otro origen a sus reyes, sino el que se ha visto en sus fábulas historiales, las cuales se semejan unas a otras, y todas concuerdan en hacer a Manco Capac primer Inca”.
Leyes y templo
Algunas leyes son tratadas en el capítulo VII (pág. 37), y en el capítulo VIII se describe el Templo del Sol (y otros templos) y sus grandes riquezas: oro y plata en abundancia. (Pág. 40 y siguientes). Huayna Capac fue el Inca fundador de estos templos.
Los templos se describen en el capítulo IX. Desde la página 44 el aposento de la luna y las estrellas; a Venus llamaban “chasca” y la honraban porque decían que era ‘paje del sol’.
De los templos, los capítulos XI y XII mencionan el laboreo de las vírgenes que se mantenían de por vida en “su casa” (casa de las vírgenes dedicadas al sol) que al envejecer recibían el nombre de “mama cuna”. Hilaban y tejían la ropa del Inca.
Menciona Garcilaso que en la lengua de los incas, una palabra podía significar distintas cosas [como ocurre a veces en otras lenguas], y pone el ejemplo de “AUCA” que significa traidor pero también -según el contexto- tirano, alevoso, guerrear, guerrero (Pág. 56).
Regadíos
En esa misma página y la siguiente (correspondiente al capítulo XIII) describe las extensas acequias construidas para utilizar el agua con las que regar los pastos.
Capítulos XIV y XV estaban dedicados al uso que daban al oro y la plata, en la construcción de los muros y también en adornos; tinajones de oro y plata en los baños; y caños que llevaban el agua, de los mismos metales.
El capítulo XVI se explaya sobre la muerte del Inca, al que embalsamaban; describe los lloros y cánticos.
Capítulo XVII. En él se detallan las postas y correos, y entre otras cosas comenta Garcilaso que se llamaban “chasqui” que quiere decir dar y tomar. “El recaudo o mensaje que los chasquis llevaban era de palabra, porque los indios del Perú no supieron escribir. Las palabras eran pocas, muy concertadas y corrientes por que no se trocasen (…) El que venía con el mensaje daba voces llegando a la vista de la choza, para que se apercibiese el que había de ir(…) para que le tengan ensillada la posta, y en llegando donde le podían entender, daba su recaudo, repitiéndolo dos, tres, y cuatro veces hasta que lo entendía el que lo había de llevar (…) y desta manera pasaba de uno en otro hasta donde había de llegar”.
…”Otros recaudos llevaban (…) los cuales eran ñudos, dados en diferentes hijos de diversos colores (…) los ñudos y los colores de los hilos significaban el número de gente, armas o vestidos, o bastimento, o cualquiera otra cosa que se hubiese de hacer. (…) A estos hilos añudados llamaban los indios quipu que quiere decir añudar.” Páginas 65 y 66
Sobre una explicación más detallada del quipu, continúa en los capí XVIII y XIX.
Cuzco
Garcilaso realiza una descripción del Cuzco en los capítulos XX, XXI y XXII, y la fortaleza del mismo en el capítulo XXIII.
Cultivos
En el capítulo XXIV se extiende sobre el maíz y su harina, además de otras semillas. En el capítulo XXV menciona las legumbres “que se crían bajo tierra: papa, zapallu, calabazas (que se conocen como calabazas romanas y en el Perú capallu (zapallo). También calabazas de las que se hacen vasos hay muchas y muy buenas, llámanlas “MATI”. [©reo descubrir acá, el origen de la palabra “mate”]
En los dos siguientes capítulos menciona las frutas de los árboles grandes; y el pimiento o ají.
Trigo
Fue llevado desde España por María de Escobar, señora noble; se menciona en el capítulo XXIX.En el capítulo XXX completa la parte “gastronómica”, refiriendo que Francisco de Caravantes, noble de Toledo, fue el primero en llevar la vid, desde Canarias.
SEGUNDA PARTE
En una breve 2ª parte, Garcilaso comienza en el capítulo I describiendo la inflación en España, aunque sin mencionar esta palabra aún inexistente, para lo cual da el ejemplo de 3 sitios. Apela a la próxima llegada de la armada desde el Perú con su cargamento de oro y plata para “llenar de contento y riquezas a todas las naciones del mundo, mercedes que nuestro Triunvirato les ha hecho (Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Hernando de Luque)”.
En el capítulo II describe la batalla de Las Salinas, entre Rodrigo Orgóñez y sus aliados (la gente de Almagro); por la otra parte se encontraban Hernando de Alvarado, Pedro de Valdivia, Hernando Pizarro, Gonzalo Pizarro; cuenta la disposición de los batallones, las armas utilizadas y la lucha entablada en esta guerra civil.
En el capítulo III el marqués, Francisco Pizarro, hace repartimento de territorios a sus gentes principales. A los hermanos Hernando y Gonzalo Pizarro les tocó el sitio donde años después se descubrió el riquísimo cerro de plata del “Potocsi”. Asimismo, la fundación de la ciudad de La Plata.
Los dominios de Francisco Pizarro se extendían desde Quito hasta Charcas. Decidiendo ampliarlos, concertó con su hermano Gonzalo que éste fuese a guerrear y apoderarse de La Canela, más al norte de Quito. Donde conocieron, al levante de la cordillera [de los Andes] la planta de canela.
Capítulo IV. Describe la rebelión de gente enviada desde “el Chili” y la muerte del Marqués Francisco Pizarro. Era gente enviada por Diego de Almagro “el mozo” (como se relata en el capítulo V) el cual se hizo proclamar “gobernador de la tierra” por el Cabildo. Al mismo tiempo describe gente y hechos de uno y otro bando.
Cuenta en el capítulo VI las bondades de Gonzalo Pizarro y algunas actuaciones traicioneras, de parte de su gente, que dieron ocasión, en el Capítlo VII a relatar la muerte de Pizarro y otros de su bando, llevando a exponer sus cabezas en diversas partes del reino del Perú.
Capítulo VIII. Describe minuciosamente cómo murió el licenciado Esquivel a manos de Aguirre, y cómo éste pudo escapar de la justicia.
El capítulo IX describe la celebración del Corpus Christi y un incidente producido en la misma.
También en el capítulo X se describe otra procesión, además de un suceso con un toro que participaba en la misma.
El onceavo y último capítulo de esta segunda parte relata la ejecución de un príncipe Inca y la serenidad y solemnidad con que afrontó la muerte.
(“Comentarios Reales”, El Inca Garcilaso de la Vega, Espasa Calpe Argentina S.A., Colección Austral Nº 324, Sexta Edición, Buenos Aires, 30 de abril de 1961. Selección y prólogo de Augusto Cortina)
César J. Tamborini Duca
Académico Correspondiente para León
Academia Porteña del Lunfardo