El origen de las palabras

Cádiz: el mito y la historia

Islas Gadeiras

Islas Gadeiras

Gadir – Gádeira – Gades – Qadish – Cádiz

1. La historia

Cádiz fue primitivamente un asentamiento fenicio de fundación tiria: Gádir, palabra que según la lengua púnica quiere decir “lugar cercado, o amurallado”. Los griegos la conocían como Gádeira  y los romanos Gades. La Isla Erytheia o  Eritheya  era denominada así debido a los tirios primitivos, antepasados de los cartagineses, que decían haber venido del Eriteu  o Mar Rojo. En realidad se trataba de un archipiélago formado por 3 islas, las Gadeirai. Las dos más occidentales, Eritheia y Kothinoussa (el conjunto actual de Cádiz y San Fernando) estaban unidas por una barrera arenosa formada por los sedimentos del Río Guadalete. La 3ª isla, al este, era la de Antípolis (actualmente Isla de León, perteneciente al municipio de San Fernando; está separada de la parte continental por el “caño de Sancti-Petri”).                                                                                                                                                               Hay quienes afirman que Gadir  fue fudadada 80 años después de la caída de Troya, dando la fecha de 1104 a.C. (Tito Livio). Con la conquista romana pasó a denominarse Gades,  aunque en los textos de Estrabón se designa con el nombre de Didýme  (en griego didyma significa “mellizo”) guardando relación tal vez con el mito de los gemelos descendientes de Poseidón.

En el 711 una expedición mandada por Tariq  Ibn  Ziyad, gobernador de Tánger, conquistaría Algeciras y posteriormente –tras la batalla de Guadalete- Gades, que a partir de entonces adopta su nombre: Qadis. Tras la reconquista del Guadalquivir (1243 – 1262) e incorporación en 1264 a la Corona de Castilla, adquiere su nombre actual: Cádiz.

2. El mito

Según el relato de CRITIAS (Platón. Diálogos VI. FILEBO – TIMEO- CRITIAS) sobre “la guerra entre los que habitaban más allá de las columnas de Heracles” (la isla de Atlántida) y los atenienses ocurrida hacía 9000 años, Zeus había distribuido toda la tierra a los distintos dioses por sorteo. “Cuando a Poseidón le tocó en suerte la isla de Atlántida la pobló con sus descendientes, nacidos de una mujer mortal”. Poseidón se casó luego con otra mujer mortal, Clito. “Engendró y crió cinco generaciones de gemelos varones, y dividió toda la isla de Atlántida en diez partes… al mayor y rey, aquel del cual la isla y todo el océano llamado Atlántico tienen un nombre derivado; porque el primero que reinaba entonces llevaba el nombre de Atlante (Atlas). Al gemelo que nació después de él, al que tocó en suerte la parte extrema de la isla, desde las columnas de Heracles hasta la zona denominada ahora en aquel lugar Gadírica, le dio en griego el nombre de Eumelo, pero en la lengua de la región Gadiro. Su nombre fue probablemente el origen del de esa región”.

3. Mito e historia

Como se puede observar en este caso, la historia y la mitología son coincidentes; ubicación geográfica (más allá de las columnas de Heracles); dos islas “gemelas” de donde surge el mito de los gemelos hijos de Poseidón; el nombre del lugar (Gadir o Gádeira); el nombre atribuído por Estrabón, Didýme, cuyo significado griego es mellizo.

Y en este punto me atrevo a reunir dos mitos. Los mapas que se refieren a la protohistoria atribuyen una extensión mucho mayor al archipiélago, constituido por 5 islas. Un cataclismo hizo hundir gran parte de este territorio, un terremoto terrorífico que dio lugar entre los griegos a la transmisión oral durante milenios al HUNDIMIENTO DE LA ATLÁNTIDA; como vemos, mito y realidad se conjugan. Y he aquí cómo y por qué me atrevo a unificar éste con otro mito cuando seguramente el fenómeno geológico coincidió (o dio lugar a) lluvias torrenciales.

Un terremoto tan tremendo capaz de hacer hundir un territorio extenso (llegaba casi hasta las costas de África) tiene que haber originado un “tsunami”  de tal magnitud que afectaría a todos los mares, haciendo subir las aguas y originando el “mito-histórico” del DILUVIO UNIVERSAL que afectó no sólo a Palestina (el Arca de Noé), sino a los griegos (el Arca de Deucalion ) y al  mismo territorio sudamericano perteneciente a la Nación Mapuche (el mito de cai cai filú vs. ten ten filú).

Pero no hagan mucho caso a lo que les digo pues tengo tendencia a ciertas elucubraciones que carecen del rigor científico que proporciona la epistemología, basadas únicamente en la fantasía del razonamiento.

César José Tamborini Duca

About author
César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace veinte años, le impulsaron a crear Pampeando y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
Articles

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.