Como colofón, queremos destacar a boxeadores argentinos que descollaron en otras actividades, porque es muy probable que si mencionamos este deporte la inmensa mayoría de la gente piense solo en su rudeza, algunos inclusive lo pueden catalogar de muy violento. Sin embargo es también un arte que requiere disciplina, entrenamiento, estudio (como en todas las contingencias de la vida)… pero sin extendernos en demasía en otras consideraciones, los invitaría a ver películas de match de boxeo protagonizadas por Nicolino Locche o por Cassius Clay, por poner un par de ejemplos: eran bailarines dentro del cuadrilátero, desplegando un arte fascinante.
No solo protagonizan este deporte personas más rudimentarias y de menos estudio como puede creerse, pues figuras hubo en el boxeo que descollaron en distintas facetas, artísticas o de otra naturaleza. Recordarán que vimos de pasada en https://pampeandoytangueando.com/deportes/boxeo-i/alguna breve relación entre el boxeo y el tango e inclusive mas de una incursión en el cine; en este capítulo nos extenderemos “in extenso” en el conocimiento de figuras que triunfando en otras actividades, dedicaron parte de su tiempo al boxeo.
- Jorge Newbery
Hijo del odontólogo estadounidense Ralph Newbery y la argentina Dolores Malargie, Jorge nació en la calle Florida de Buenos Aires el 29 de mayo de 1875. De profesión ingeniero electricista (título que obtuvo en 1895 en EE.UU. donde fue alumno de Thomas Alba Edison), fue aviador, hombre de ciencia, futbolista, profesor de natación en la Escuela Naval, boxeador; es decir un deportista en distintas disciplinas. Dicen que fue el que introdujo una nueva manera de encarar el pugilismo.
Al principio del siglo pasado, donde era un desafío ir a bailar los primeros tangos por las peleas que se
protagonizaban, los guapos no pudieron con un niño bien que sabía boxeo y no era otro que Jorge Newbery. Si bien no me consta su verosimilitud, es “vox populi” en corrillos tangueros que nuestro personaje fue provocado en una mítica esquina tanguera por un grupo de guapos, a los que enfrentó dando lugar a que –posteriormente- el tango “Corrientes y Esmeralda” recreara el hecho diciendo “Amainaron guapos, junto a tus ochavas, / cuando un elegante los calzó de cross…”
Su pasión por el dominio del aire surgió al conocer al aeronauta brasileño Alberto Santos Dumont, y el 25 de diciembre de 1907 cruzó el Río de la Plata en el globo Pampero acompañado por Aarón Anchorena. Fundador de la Aeronáutica Militar Argentina, fue presidente del Aero Club Argentino creado y presidido al principio por su amigo Anchorena en 1908. El 10 de febrero de 1914 superó el récord mundial de altura alcanzando 6.225 metros en un monoplano. Previo a su intento de cruzar los Andes en un monoplano, en un demostración realizada en el Plumerillo el 1 de marzo de 1914, murió al caer su avión.
JUAN D’ARIENZO – ALBERTO ECHAGUE – » Corrientes y …
- Ernesto de la Cruz
Ernesto de la Cruz nació en Concordia (Entre Ríos) el 8 de septiembre de 1898, pero a los 10 años se radica en Buenos Aires, donde se dedica al estudio del bandoneón siendo uno de sus maestros Minotto Di Cicco, y más tarde al boxeo, haciendo su primera incursión en los cuadriláteros en 1918. Cuando boxeó contra el que fuera Campeón Liviano en nuestro país, el español afincado en Argentina Luis Rayo que lo venció en 10 rounds, comprendió que lo suyo no era el boxeo y se dedicó de lleno al tango.
Afortunadamente, porque además de dar lustre con sus actuaciones en el mítico Café El Nacional con su sexteto, y que a su lado actuaran reconocidos músicos como Carlos Di Sarli, Antonio Rodio, Arturo Bernstein, y de tener actuaciones en las emisoras Belgrano y El Mundo, fue autor de unas 300 obras, entre las que me permito mencionar Alma de chorra, El batidor, El chinchorro, Vieja volanta, Cortada de Carabelas, y el más famoso de todos, El Ciruja, que compuso junto a Alfredo Marino y con el que actuaba también en el citado Café El Nacional, componiendo en forma conjunta muchas obras aparte de la mencionada.
- Alcides Gandolfi Herrero
Gandolfi Herrero fue tapa de la Revista “Historia del Boxeo Argentino” (1980). Llegó a ser Campeón Sudamericano de peso liviano. El 2 de noviembre de 1924 en una eliminatoria ordenada por la Comisión Municipal de Box le ganó por KO a Alfredo Turner logrando el Campeonato Argentino. Si bien se dedicó profesionalmente al boxeo, también fue escritor y perteneció a una familia con aficiones literarias: su hermano Augusto fue un destacado reumatólogo, pero también escribió bajo el pseudónimo de Juan Guijarro; y Arístides Gandolfi Herrero, ampliamente conocido por su apodo de Álvaro Yunque, fue otro destacado poeta hermano suyo. Y ¡qué coincidencia!, como boxeador se enfrentó
también al poeta Cátulo Castillo.
Alcides incursionó en la poesía lunfarda con su libro Nocau Lírico, editado en 1954 y en el que abundan gigolós, malevos, chorros y grisetas. Entre sus poemas encontramos “Plegaria rea”, “Guardá, viejo, guardá”, “Soneto en alpargata”. En este último da pruebas de su humor burlándose de los escritores “de salón” expresando entre otras cosas: “A vos, Lope de Vega, te chamuyo: / Fénix de los ingenios españoles, / si en lengua cervantina hiciste goles / yo con mi lengua lunfa te embaruyo”. Su vida transcurrió entre los años 1904 y 1978.
- Cátulo Castillo
Cátulo Castillo nació el 6 de agosto de 1906 y con sólo 12 años comenzó a practicar boxeo, seguramente sin atisbar el gran poeta en que se transformaría. Comenzó en categoría mosca y a medida que pasaban los años y adquiría mayor envergadura, pasó sucesivamente a las categorías gallo, pluma, liviano y medio-mediano, llegando a pelear con las figuras del boxeo de esos primigenios tiempos pugilísticos, como lo fueron Luis Rayo (que llegó a Campeón de España) y Alcides Gandolfi Herrero que fue Campeón del Río de la Plata, al que enfrentó con solo 14 años. A Luis Rayo (que había nacido en España pero estaba radicado en Argentina desde muy pequeño) lo enfrentó con solo 16 años y en peso gallo (53 kilos), y en ese entonces llevaba ganados 15 combates sobre 18 realizados; posteriormente llegaría a campeón liviano amateur.
A él le gustaba decir que era un exvendedor de papas y carbón, falacia de presentación que resumía su inquietud con los desposeídos, los explotados; lo que le valió ser prohibido por la tiranía que derrocó al gobierno constitucional de 1955. Eso sí, aseguraba que el boxeo era la gran pasión de su vida. Además de boxeador fue músico, poeta, compositor, director de orquesta, periodista, Director del Conservatorio Municipal Manuel de Falla, catedrático, gremialista (presidió el Directorio de Sadaic), presidió también la Comisión Nacional de Cultura.
Dejó el boxeo en 1924 cuando obtuvo el 3er. Puesto en un Concurso de Tango organizado por Max Glucksman, con el tema “Organito de la tarde” en colaboración con su padre, José González Castillo. Como dramaturgo obtuvo un gran éxito con “El patio de la morocha”, obra teatral en la que actuó la orquesta de Aníbal Troilo, con quien compaginó “Patio mío” y “La última curda”. El título de esta pieza teatral sería el mismo que pondrían al tango compuesto con música de Mariano Mores, con el que también producirían “La calesita”. Un año después hace “El último café”, con música de Stamponi. Es un detalle muy breve de la gran cantidad de tangos excelentes que produjo hasta su muerte, acaecida el 19 de octubre de 1975.
- Celedonio Esteban Flores
“El Negro Cele” como era conocido popularmente fue un apasionado del boxeo, deporte en el que competía con el seudónimo de “Kid Cele”. Nació en Villa Crespo (Buenos Aires) el 3 de agosto de 1896 y como era muy inquieto, pensaron que el boxeo sería un buen deporte para equilibrar su emotividad. Por ese motivo concurría al Club Universitario donde aprendería ataque, defensa, ciencia y eficacia, consideradas las disciplinas principales de este deporte.
Comenzó su competencia en el amateurismo en la categoría livianos, y al pasar a la categoría pluma sus condiciones lo hicieron participar en una selección del Campeonato Argentino Amateur para elegir representar a nuestro país en un Campeonato Sudamericano a realizarse en 1923 en el Club Universitario de la calle Corrientes nº 327. Llegó a ser finalista, perdiendo esta instancia contra Mario Reilly. Su vocación por este deporte era muy grande, y pese a su posterior triunfo en otra faceta importante de su vida, no cejó en su empeño por adquirir conocimientos del mismo, dedicándose a la enseñanza del boxeo, siendo profesor en el Club América de su barrio, Villa Crespo, hasta su muerte el 28 de julio de 1947.
En 1915 dió a conocer un cuaderno de poesías al que tituló “Flores y yuyos”, donde figuraban poemas que, con el transcurso del tiempo, convertiría en letras de famosos tangos. En esa época el diario Última Hora organizó un Concurso al que se presentó con una de esas poesías elegidas al azar, y para su sorpresa su tema “Por la Pinta” resultó ganador, por lo que fue publicado en el periódico; gracias a esta circunstancia lo conoció Gardel, que le cambió el nombre y le hizo poner música por su guitarrista Ricardo… y así nació “Margot”.
orquesta pedro maffia – alberto gomez – la mariposa – tango
Al mismo tiempo cristalizaba una vocación poética que propició el nacimiento de los grandes tangos de su autoría que todos conocemos: “Mano a mano”, “La mariposa” (cuya génesis describí -imaginariamente a través de un breve cuento- en https://pampeandoytangueando.com/tangueando/sueno-de-mariposa/), “El bulín de la calle Ayacucho”, “Muchacho”, “Audacia”, “Viejo Smoking”, “Corrientes y Esmeralda”, “Canchero”, “Tengo Miedo” y otros muchos que sería largo enumerar, aunque no quiero dejar sin mencionar un poema que, para mi gusto, alcanza la excelencia: “Por qué canto así”. Su último tema, de 1946 al que puso música Arturo Galucci, se tituló “Vieja Luna”.
- Eduardo Mallea
Eduardo Mallea fue un escritor y diplomático argentino nacido el 14 de agosto de 1903 en Bahía Blanca. Como diplomático representó a la Argentina en la Oficina Europea de las Naciones Unidas, en calidad de Delegado Ministro Plenipotenciario. Amigo de Ricardo Güiraldes y autor de una extensa obra literaria, entre sus libros podemos citar “Cuentos para una inglesa desesperada”, “Historia de una pasión argentina”, “La bahía de silencio”, “Todo verdor perecerá”, “La sala de espera”, “La guerra interior”. Y también practicaba el boxeo.
En “Historia de una Pasión Argentina” lo describe así: “Mi padre quería que nos educáramos también físicamente y entré en un club donde se enseñaba el boxeo –esta palabra era a la sazón maldita en Buenos Aires- mientras Maeterlinck hacía en Bélgica el elogio de “the noble art of self defense”, y Bombardier Wells y Carpentier eran los ídolos de Londres y París. Diariamente, en el ‘ring’, debí aprender a perder sin protestar, a no ostentar ampulosamente esa fuerza para la que cada día puede traer contraste, a no esperar nada sino de la potencia que yo pudiera cultivar en mí”. (Colección Austral, 5ta. Edición, Espasa Calpe Argentina, Buenos Aires, 1951, pág. 33).
Murió el 12 de noviembre de 1982
- Pedro Vicente Ernesto Quartucci
Sus padres trabajaban en la compañía circense y teatral de Pablo Podestá, y allí debutó con solo 4 años; había nacido el 30 de Julio de 1905. De adolescente participó en la comedia teatral “Melgarejo” en la compañía de Florencio Parravicini, y también tuvo papeles en películas mudas. Hasta que lo atrapó el boxeo y en 1923 ganó el Título Nacional de Novicios en la categoría pluma. Luego, en la pelea que daba el pasaporte a los Juegos Olímpicos de París derrotó a Julio Mocoroa (otro culto practicante del boxeo, estudiante de bioquímica en la Universidad de La Plata).
Los primeros Juegos Olímpicos en que participaba la Argentina se desarrolló en Julio de 1924, disputándose las competencias de boxeo en el Velódromo de Invierno de París, actividad que otorgó a la Argentina 4 medallas: Alfredo Copello (livianos) la Medalla de Plata; Alfredo Porzio (pesados) Medalla de Bronce, al igual que Héctor Méndez (liviano Juniors) y Pedro Quartucci (plumas). Después de ganar todos los encuentros hasta la semifinal, en ésta Quartucci cayó derrotado en fallo controvertido; ganó el Bronce al vencer al Belga Jean Devergnies.
Incursionó brevemente en el profesionalismo, inclusive en EE.UU. donde ganó 4 combates; en Argentina ganó 2 y perdió en 1925 contra el famoso Luis Rayo. Cuando ya pesaba 61,700 Kg realizó su última pelea el 19 de abril de 1928 contra Sócrates Mitre, al que ganó por K.O. en el 12º round. Se concentró entonces en su carrera artística, aunque también hizo de boxeador en alguna película como la que filmó junto a Carlos Gardel: “Luces de Buenos Aires”. O en “Segundos afuera” en 1937. Colaboró luego en la promoción para crear la Mutual y la Casa del Boxeador.
En 1940 participó en la filmación de la película “Una novia en apuros”, una de las primeras en que participó Eva Duarte (posteriormente Eva Perón). Su última película, titulada “El diablo metió la pata”, transcurrió en 1980. Su filmografía abarca unas 80 películas.
Como vimos Quartucci fue artista en circos y tablados, boxeador, actor de cine. Pero aún podemos aumentar su imagen polifacética si le agregamos 2 aptitudes más: la del tango donde fue autor de “Hay que ver”, “Qué tengo yo” y otras páginas compuestas para obras teatrales donde también se animó con la interpretación en el canto. Y la televisión, donde a diario acompañaba la cena de las familias argentinas interpretando junto a Elina Colomer la mítica serie “LA FAMILIA FALCÓN”. Serie televisiva con libreto de Hugo Moser que veíamos casi con devoción y que permitió convertir a Pedro Quartucci en un fenómeno popular para aquellos que convivimos con sus actuaciones. Murió el 20 de abril de 1983.
8. Amadeo Guillermo Mannarino
Mannarino nació el 22 de mayo de 1913. Fue boxeador realizando hasta el año 1939 treinta y tres peleas para el Club River Plate. Posteriormente fue actor, bailarín y cantor de tangos, y en el año 1939 se incorporó a la orquesta de Osvaldo Pugliese, sin dejar ninguna versión grabada. Su registro de barítono, gran afinación y ese fraseo suyo tan porteño, hizo que Aníbal Troilo lo incorporara a su orquesta, actuando bajo el seudónimo de Amadeo Mandarino durante los años 1940 y 1941. Solo tiene una versión grabada con Pichuco, “Pájaro ciego”, a dúo con otro extraordinario cantor que junto a Troilo nos dejara páginas inolvidables, Francisco Fiorentino.
- Carlos Novotny
Carlos Novotny, fué sparring de varios campeones mundiales, tales como Nicolino Locche, Carlos Monzón, Víctor Galíndez, Emilie Griffit, Rodrigo Valdéz. En octubre de 1991 protagonizó un encuentro-exhibición con el mítico boxeador Nicolino Locche, en un enfrentamiento a 5 rounds en el Lost Batallion Hall de Rego Park, Queens (N. York, EE.UU.) con el objeto de recaudar fondos para una escuela en Santiago del Estero. Carlos se convirtió en periodista y es Director de la Revista Imagen Argentina, que se edita en Nueva York (EE.UU.) Esa afición común por las letras forjó nuestra amistad desde hace unos años, y concluiré este artículo sobre pugilismo con el reportaje siguiente:
Pregunta: Carlos, sin más preámbulos entramos directamente en tema ¿cuándo y dónde naciste? ¿Quiénes fueron tus padres?
Respuesta: Nací el 25 de Marzo de 1943, en Capital Federal (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y soy hijo de María Rosa Ortíz, oriunda de la ciudad de Caleufú (La Pampa). Y de Karel Novotny, de origen checoslovaco, quien siendo joven se aventuró a emigrar Buenos Aires.
- ¿Y tus primeros estudios?…
- Segundo Grado lo repetí dos veces (tres años estudiando en Segundo Grado). El Tercer Grado la pasé. Cuarto y Quinto los repetí y no fui mas a la escuela.
- Cuando, cómo, en qué gimnasio comenzaste la práctica del boxeo.
- Vivía en Buenos Aires a cinco cuadras de la Federación Agentina de Box; Castro Barros 75, Capital Federal. En la FAB solamente aprendía a boxear, sin llegar a pelear.
A los 16 años me fui a vivir a Mendoza, para ayudar a mi padre (checoslovaco) que había sufrido un accidente… pero al poco tiempo falleció.
- Mencioná un par de peleas, y luego tu trayectoria en EE.UU.
- Con mis 19 años, ya padre de mi hijo mayor, Carlitos, ingresé a la Escuela de Policía de Mendoza, donde me destacaba en las clases de boxeo, por lo que bajo la dirección de Diego Corrientes (ex policía), comencé a entrenarme en el Club Luis Angel Firpo. El primer año amateur supe ser campeón mendocino de los medianos livianos. Me conoce Antonio Marcilla quien vivía en Manhattan y me invita para hacerme profesional en New York, donde realicé mis primeros combates con resultados diversos. Supe enfrentar -entre otros- al que en un futuro fue campeón del mundo, el italiano Vito Autofermo. Entre otros, tembién combatí con Mustafá Hamsho, Angel Ortiz, Richie Sudol, a quien gané en mi primera pelea a 10 rounds en Portland, Maine.
Supe enfrentar en entrenamientos o ser sparring de campeones del mundo, como Emilie Griffit, Rodrigo Valdez, Carlos Monzon, Nicolino Locche y otros valores que ahora no me vienen a la memoria.
- Cómo y cuándo comenzaste con «Imagen Argentina»; ¿tenías algún antecedente literario o periodístico?
- Gracias al boxeo, supe contar con el afecto de diversas personas, entre ellos, Humberto Porta, diseñador gráfico, merced a mis conocimientos de personas argentinas con negocios en New York y New Jersey, nació la idea de crear «Imagen Argentina» y así fui aprendiendo el arte de diseñar. Paralelamente, gracias a contar con diversos patrocinadores, supe ofrecer seis Fiestas de la Vendimia Argentina en New York. En tres oportunidades pude invitar y traer de Mendoza a tres reinas. Como también enviar a dos de nuestras reinas, para que nos represente en la posterior fiesta vendimial mendocina en las avenidas donde se ofrecen desfiles por la fiesta del vino.
- Posteriormente, transcribiré tus impresiones sobre el combate exhibición con Locche, pero antes de despedirnos ¿Querés decir algo más, enviar algún “directo” a los lectores?
- Agradezco mucho tu interés de publicar algo de mi modesto pasado boxerir. Menos mal que todavía tengo el cabezal, el protector bucal y la coquilla, para protegerme de tus lectores. Por si no conoces, la coquilla se trata del amparador hueval que utilizan los pugilistas.
- Ja, ja, no conocía esa designación; supongo es el que abollaron a “Goyo” Peralta de un “golpe bajo” cuando fue a New York a boxear contra el campeón del mundo.
- Muchas Gracias por tu amistad César. Te saludo cordialmente, lo mismo que a tus lectores.
Desde Estados Unidos el ex boxeador y amigo de Locche, Carlos Novotny, con quien sostuvo la última exhibición boxística en un ring, y que tuvo lugar en octubre de 1991, en Nueva York, nos decía:
“Nicolino supo ganarse el afecto de muchísimas personas conocedoras o no del deporte de los puños, que aprendieron de él que el boxeo no es un deporte para golpearse mutuamente sino también para divertirse, y que sin hacerle daño al rival también se podía ganar peleas jugando. Jugando a no dejarse pegar y acumulando puntos, simplemente tocando a su rival”.
“Lo importante de la velada, además de los gratos momentos, quiero recordar que tanto Locche como yo, por última vez calzamos guantes entre las cuerdas de un ring. Fue un enfrentamiento a cuatro rounds, donde se manifestaba la presencia del Intocable en todos los sentidos. Es que Locche todavía demostraba mantener intactos sus reflejos defensivos ante la algarabía de los presentes, quienes recordaron sus hazañas frente a calificados rivales, cuando debía defender su trono de campeón mundial de los medio mediano Juniors (hoy welter Juniors)”.
“La exhibición era a cinco rounds, pero yo sólo soporté cuatro de ellos, mientras Nicolino podía tranquilamente seguir mostrando su maestría. Fue un honor enorme que todo el público hispano supo reconocer. Un recuerdo maravilloso que guardo en mí memoria”.
Carlos, muchas gracias por tu amabilidad. Desde España te enviamos un fuerte abrazo y que continúen los éxitos con tu magnífica revista.
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