Pampeando

Caballos (II)

Instrucciones Mayordomos de Estancia

Instrucciones Mayordomos de Estancia

Mapudungun. Hablamos de los caballos y nos quedó pendiente el “pelaje” de los mismos, es decir cómo los denominamos por el color de su piel. Pero en un artículo anterior también expliqué algo sobre el lenguaje de los pampas, es decir el mapudungu. https://pampeandoytangueando.com/pampeando/lenguaje-y-numeros-de-los-pampas/ Me gustaría en esta ocasión aprovechar para extenderme un poco en el mismo, incluyendo terminología de esa lengua a cosas relacionadas (directa o indirectamente) con los caballos. Como comprenderán cuando llegaron los españoles llevaron cosas que no se conocían en América pero que tenían su nombre en la lengua de origen; y los indios tomaron estos nombres castellanos y lo tradujeron a su manera: es lo que conocemos como “mapuchización del castellano”.

Tenemos un ejemplo con el trigo, cereal que se comenzó a cultivar a partir de la expedición de Pedro de Mendoza ¿de dónde provenía esta semilla?; la llevaban los súbditos de los reyes de Castilla… y así la llamaron, “cachilla”, deformación fonética mediante que se sucederá en muchos otros casos, como el nombre propio de “caballo”: “cahuallu” o “cahuelo”. ¿Y “andar a caballo”?: “cahuelu tun”. Y les sugiero que tengan en cuenta este sufijo, tun, porque significa una verbalización que denota una acción, y lo encontraremos en otras circunstancias. También la “n” final suele ser verbalizante, por ejemplo dungu es lengua, mientras dungun es hablar. Mapudungu es “lengua de la tierra”, y mapudungun es “hablar la lengua de la tierra”.

Vamos a ver en primer lugar cómo denominaban a las distintas variedades de caballos según la utilización que de ellos se hacía:

Mancá: caballo de trabajo

Lenguaje Pampa. Barbará

Lenguaje Pampa. Barbará

Sotreta: caballo viejo, inútil (matungo)

Trecán-cahuellú: caballo de paseo

Trelpón-cahuellú: caballo trotador

Yafucoy-cahuellú: caballo de pelea

Puzá-cahuellú: caballo de paso

Liúe-cahuellú: caballo de marcha

Necullpege-cahuellú: caballo parejero

Guimél-cahuellú: redomón

Potoró: potro (en “Gramática y diccionario de la lengua pampa” Rosas lo denomina “potórro”)

Lautrá-cahuellú: petiso

Eghuá: yegua. Barbará, en su “Manual de la lengua pampa” la denomina “Aúca-eghua”.Sin embargo para Rosas “aucá” significa “cimarrón” (= salvaje)

Alün auca eghuá: yeguada (alün significa mucho)

Pichi aucá: pequeña yegua (potranca)

Trecán: tranco (del caballo)

Cunun: trote

Colópe: galopar

Quine troquiñ: tropilla

Potórro es el padrillo que dirije la tropilla y sirve a las yeguas; también recibe el nombre de cojudo.  En sus “Instrucciones a los Mayordomos de Estancia” (1825) Rosas aconsejaba que deberían quedar sin castrar, para semental, el 2% de los potros.

Pelajes

Vocabulario y refranero criollo

Vocabulario y refranero criollo

Llegamos ahora a la parte relacionada con el color de la piel de los caballos, que incluye una gran cantidad de “mantos”, que a su vez se incrementan porque cada uno cuenta con muchas variedades, cuyo conocimiento podemos incrementar con la lectura del libro “Vocabulario y Refranero criollo” de Tito Saubidet (del cual extracté la mayoría de los pelajes mencionados) o con “Pelajes criollos” de Emilio Solanet, el mayor experto en la materia. Estas variantes están relacionada con “detalles” de color provenientes de la cabeza, el hocico, las patas, lo que determina nombres específicos para agregar al correspondiente al manto o capa: malacara, lunarejo, lucero, picazo, calzado. Yo les mencionaré unas pocas variantes, pero primero veamos los pelajes:

ALAZÁN: la mezcla de pelos amarillos y colorados le da ese matiz rubio.

AZULEJO: color de pelaje blanco-azulado.

BARCINO: pelo rojizo cruzado por manchas transversales negruzcas.

BARROSO: pelaje color de barro en su fondo y algo de negro-colorado y gris esparcido por el cuerpo.

BAYO: pelo amarillo más bien claro. Hay variedades: bayo encerado, bayo ruano, bayo rodado.

CEBRUNO: pelaje parecido a la piel del ratón.

GATEADO: pelaje de color rubio con rayas negruzcas.

LOBUNO: pelaje lobuno aunque un poco más claro que el lobo, con una raya oscura que va de la cruz a la cola, sobre el espinazo.

MORO**: la mezcla de pocos pelos blancos y muchos negros le dan un matiz azulado.

OSCURO-TAPADO: pelo negro total, no presenta ninguna mancha de otro color.

OVERO: pelaje blanco con manchas no muy grandes negras o castañas; el overo también puede ser de otro color, como el rosillo u overo rosado.

PALOMO: caballo totalmente blanco; párpados y hocico amarillentos.

PANGARÉ*: pelo casi doradillo, como leonado; las verijas, sobacos, hocico y parte posterior de las paletas presentan cierta decoloración. Su nombre seguramente deriva del mapudungu “pang” (= león, puma).

Pangaré

Pangaré

PECEÑO: el color del pelaje es el del pez.

PICAZO: pelaje del caballo oscuro con blanco en la cabeza, y con una o las 4 patas calzadas  (blancas). Según la forma y el tamaño de la mancha en la cara, el picazo puede ser LUCERO, TESTERILLA, LISTA, GALÁN.

ROSILLO: en este caso, se trata del OVERO ROSADO.

RUANO: pelaje de matiz anaranjado, mas bien claro. La cola y las crines deben ser más claras que el resto del pelaje, para que se destaquen del conjunto.

TOBIANO: capa de dos colores, con grandes manchas bien marcadas.

TORDILLO: lleva mezcla de pelos blancos y negros que le dan su aspecto “canoso”.

TOSTADO: semejante al alazán pero de un color más subido, tiende al color café.

ZAINO: pelaje color castaño obscuro.

Variedades o Variantes

LUNANCO: caballo que tiene un anca más alta que la otra, porque tiene un hueso de la cadera más alto que el otro.

ESTRELLERO: se dice del caballo que tiene la costumbre de elevar la cabeza; para evitar que la levante excesivamente se coloca la gamarra, correa que atada a la cincha se afianza en el pretal y llega hasta la muserola, donde se asegura.

BRAGADO: puede ser lobuno-bragado, pangaré-bragado, etc. al tener gran parte de las verijas blancas.

Zaino doradillo, calzado

Zaino doradillo, calzado

MALACARA: lleva pelo blanco en la mayor parte de la superficie anterior de la cabeza. Puede ser alazán, cebruno, colorado, ruano, gateado, tostado, bayo, rosillo.

CALZADO O MANEADO: lleva una mancha blanca en los dos miembros anteriores o posteriores, justamente en el sitio donde se coloca la manea.

ESTRELLA: mancha blanca en la frente, circular, del tamaño de una nuez.

LUCERO: mancha blanca sobre la frente, de forma redonda y de mayor tamaño que la estrella.

FRONTINO: con señal en la frente (como el PICAZO): puede ser LISTA, LUCERO, TESTERILLA.

*El pangaré correspondería al doradillo, que los españoles llamaban “colorado dorado” y los pampas “colú cahuellu” (caballo colorado) o pangaré. Es un famoso pelaje que mereció versos en letras de milonga; es mencionado por Hilario Ascasubi en el “Santos Vega”, mientras que Alberto Merlo le dedica “El doradillo mentao”. Atahualpa Yupanqui le puso música a los versos de Carlos Adolfo Castello Luro (que menciona 54 pelajes): “Tuve un lindo doradillo; / salió de un monte con puerta / medio charcón, lista tuerta / y apenita de colmillo”. De este pelaje, con cola y crines largas, era el caballo preferido por Manuelita Rosas para montar en sus paseos por San Benito de Palermo.

**Un MORO muy famoso era el de Facundo Quiroga, de quien se creía que daba consejos al caudillo. También el que menciona José Hernández: “Ansí en mi moro escarceando / enderecé a la frontera” (Martín Fierro)

Pelajes en mapudungu

ALAZÁN: alazán

TORDILLO: cascú o carrig*

ROSILLO: pilín*

BLANCO: blan*

*A los tordillos, rosillos y blancos, también dan el nombre de carú

BAYO: faillú

Alazán

Alazán

CEBRUNO: chimiy

ROSADO: cololon

OVERO: airs

GATEADO: paláu

OSCURO: cül (o curú)

COLORADO: colu-trapáu o colu-piyau (pangaré colorado)

TOSTADO: chimil

ZAINO: cercé o sörsé

César José Tamborini Duca                                                                   (continuará)

About author
César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace veinte años, le impulsaron a crear Pampeando y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
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