La Estrellita Dorada y el Corazón Maravillado (autora: Verónica Tamborini; abril de 1983)
En el cielo flameante de estrellas, una noche común, allá arriba, no era lo mismo. Las estrellas eran iguales que las que se veían desde la tierra, pero una de ellas, la más bella, no era común, era dorada; en ese mundo maravilloso, sí, vivía una bella Estrella Dorada. Esa Estrella no se veía porque era la que estaba más alta.
En todo ese mundo maravilloso de estrellas, se hallaba una estrella masculina; aquella estrella no era igual que las demás; se la llamaba Corazón de Oro, porque tenía un pequeño corazón en el pecho y era dorado. Pero no se hacía el importante, era un Corazón Maravillado. La bella Estrellita Dorada le había cambiado el corazón y ahora él está enamorado de ella; por su buen corazón siempre le mandaba regalos y flores. Ella los aceptaba pero no estaba decidida a casarse, y entonces Estrellita Dorada le dijo: -«Yo aún no estoy decidida, mañana por la mañana te lo diré, si es que estoy decidida me casaré, y si no, no nos veremos más».
Y a la mañana siguiente, Corazón Maravillado entra al Palacio y como era muy temprano, lo detuvieron los guardias, pero llegó la estrellita y les dijo: -«Déjenlo pasar». Y cuando entró le dijo que sí, y contentos y felices se casaron y juntos se fueron de luna de miel. Y desde entonces se observan desde la tierra, muy juntitas, dos nuevas estrellas.