En “MI VIDA. Relato de un Provinciano” publicado en 1896, Antón Chejov dice a propósito de la corrupción y las estafas:
“A nosotros, gente sencilla, nos engañaban, nos obligaban a esperar horas enteras en vestíbulos fríos o en la cocina, nos ofendían y nos trataban con extrema grosería. Durante el otoño estuve empapelando en nuestro club la biblioteca y dos habitaciones; me pagaron a diez kópecks por rollo, pero me obligaron a firmar que recibía doce. Cuando me negué a hacerlo, un señor bien parecido con lentes de oro, quizá uno de los directivos del club, me dijo:
-Si continúas hablando mucho, puerco, te voy a partir los morros.
Y cuando el lacayo le susurró que yo era el hijo del arquitecto Polóznev, se quedó confuso, enrojeció, pero inmediatamente se repuso y dijo:
-¡Que se lo lleve el diablo!
En las tiendas, a los obreros nos vendían carne maloliente, harina apolillada y té que había sido usado; en el hospital nos robaban los practicantes y los auxiliares de enfermeras y si, por pobres, no les dábamos una concusión, para vengarse nos daban de comer con vajillas sucias; … Pero, principalmente, lo que más estupefacto me dejaba en mi nueva situación era la ausencia total de justicia… Raro era el día que se pasaba sin estafa. Nos estafaban los comerciantes que nos vendían el aceite de lino, los capataces, los compañeros e incluso los clientes. Caía de su peso que no podía haber cuestión sobre ninguno de nuestros derechos y el dinero que ganábamos teníamos que pedirlo cada vez como una limosna, en la puerta de servicio y descubiertos.
(Grandes Genios de la Literatura Universal, Vol. 46, Club Internacional del Libro, 1991, p. 177 y 178)
¡Nunca perros ladradores / tienen valientes colmillos!1 / y así, sin tanto ladrar / Chejov les muestra la hilacha2.
1(Las Mocedades del Cid, Guillen de Castro, Ed. Sopena, Barcelona, 1972, pág. 139) 2César Tamborini

Debemos reconocer que Trump y Netanyahu obran de acuerdo a la ley: la LEY DEL ENCAJE, que es la NORMA NO AJUSTADA A LA LEY, SINO POR ANTOJO PERSONAL, tal como lo define el Diccionario del Castellano Antiguo, de Manuel Gutiérrez Tuñon. Tal vez esa misma ley del encaje fue la utilizada en un sonado caso de la justicia (sic) española, que favorece al delincuente confeso y castiga al honesto Fiscal General, obligando a su renuncia.
ARASH ARJOMANDI, filósofo cuyo libro ¿Efímero o inmortales? Trascender la finitud de la vida” se publicará en enero, dice sobre la banalización de la corrupción: el corrupto renuncia a la opción más elevada que propicia la cadena evolutiva, elegir a conciencia el bien cuando se tiene a mano el mal. Entre otras cosas afirma:
[…] si uno observa con atención los discursos éticos predominantes, constata un consenso generalizado en la ciudadanía y en la clase política en torno a los tres valores prosociales básicos para la convivencia democrática [asumiendo] que: 1. Está mal aprovecharse de una posición de poder para beneficio propio; 2. Todos debemos respetar por igual la ley; y 3. Los responsables públicos deben trabajar únicamente por el bien común.
[Pero los corruptos] No desconocen los tremendos perjuicios que su mala praxis provoca, sino que sienten apatía para esquivar las tentaciones. […] Corromperse significa deshacerse, pudrirse, dejar de ser lo que se es. En consecuencia, permitir corromperse es contravenir la propia identidad humana. […] quienes se corrompen lo hacen a causa de su analfabetismo antropológico: no han desarrollado suficiente comprensión sobre el valor de pertenecer a una especie tan singular como la nuestra.
[… Por eso] El corrupto es, sobre todo, un traidor a su propia condición (humana) por cuanto con su desmán desmiente la posibilidad más elevada e impresionante que ha propiciado la cadena evolutiva: tener la capacidad de elegir conscientemente el bien cuando se tiene a mano elegir el mal […] Hace falta habituar a las personas desde niños en el asombro moral: cultivar la emoción de amar lo justo, de gozar las acciones bellas, de disfrutar de trabajar por el bien común y de sentirse bien al cumplir con la ley.
[… Investigaciones realizadas en el] Instituto de Ética Pública de Copenhague documentan, asimismo, que la falta de ejemplos éticos facilita la normalización de la corrupción. […] Metanálisis recientes confirman, también, que sin referentes virtuosos públicos, los ideales se debilitan, la ética se desprestigia y la voz de la conciencia se acalla.
Fuente: Suplemento IDEAS, pág. 4 – Diario El País, domingo 19 de octubre de 2025
Colofón: un importante personaje público dijo a un conocido y confeso defraudador a la Hacienda Pública: “Felicidades, les has destrozado”. A raíz de un controvertido fallo de un Tribunal; frase que no deja de ser una cruel burla, pues ese fallo significó arruinar la carrera de un honesto funcionario público, en beneficio del que delinquió.
César J. Tamborini Duca
Académico Correspondiente para León
Academia Nacional del Tango
Academia Porteña del Lunfardo

Y jamás va quedando espacio para la sorpresa, César. Como que la corrupción nos acompaña como cariñosa y eterna sanguijuela; y eso, mi estimado César, es lo que tiene en tanto atraso a nuestros pobres países, tan ricos de todo y tan pobres de todo.
Víctor, amigo, eso que decís es exactamente lo que quise expresar con el artículo. Gracias por tu respuesta y un abrazo hispano-americano.
Estimado César: Un gran abrazo y feliz fin de año.
Has tocado muy respetuosamente un tema que nos tiene al borde del abismo. Es el cáncer mas detestable que estamos padeciendo en casi todo el planeta. ya no hay principios morales ni respeto por el prójimo.
Como dice Víctor Muñoz, «es lo que tiene en tanto atraso a nuestros pobres países, tan ricos de todo y tan pobres de todo.» Frase aplicable a mi querida Patria Colombia, donde hay riquezas en grado sumo y mientras tanto el pueblo sufre necesidades, porque estamos sitiados por la corruptela y la mentira. Que tristeza!!!.
J.E.A.
Verdaderamente amigo, lo mismo pasa con Argentina y otros países hermanos. Pero hay un culpable, que ahora pretende hacer lo mismo con Europa. Es el país del capitalismo salvaje para el que solo vale el dinero que puede llegar a expoliar de una u otra manera.
Gracias por tu participación, te mando un abrazo
C.T.