Icono del sitio Pampeando y Tangueando

De Gesell a Udaondo (26-I-85)

 

 

 

Contemplo las arenas geselinas

Villa Gesell

la infinitud de sus sucesivos granos

que serían necesarios

para unirnos de un extremo al otro de las Villas.

 

Y observo una nube blanca y alargada,

tanto que sus extremos se pierden en la distancia;

trato de calcular

si tendrá tanta longitud

para unirnos de un extremo al otro de las Villas.

 

Escucho el sonido de algún avión,

y oigo los embates de las olas

sobre el casco de imaginados barcos

mientras pienso cuál de ellos

podrá unirnos de un extremo al otro de las Villas.

 

Finalmente despierto

de este imaginar cosas reales

Villa Udaondo.
Patricia y Juan Manuel

para darme cuenta

que es nuestro sentimiento de amor

quien nos une de un extremo al otro de las Villas.

 

Publicado en la Antología MAÑANA LUMINOSA III del “Centro de Estudios Poéticos” en el año 2001

Salir de la versión móvil