POESÍA. El Turismo de Carretera tuvo un gran impacto social. Fue mucho más que unas simples carreras de automóviles. Cuando Eusebio Marsilla, el bonaerense de Junin, conocido por “El Caballero del Camino” por las veces que se detuvo a ayudar a compañeros del volante, moría cerca de Santiago del Estero, el poeta José Pedroni, que lo había visto pasar por Esperanza, Santa Fe, glosó en poema la admiración por ese piloto que había pasado primero por su pueblo y pocas horas después, fallecía.
Dice en uno de sus versos…”traía muertas mariposas en su pecho”. Podríamos decir que, al recordar unos años y vivencias ya lejanos, con ese Turismo de Carretera que tanto significó para los pueblerinos y chacareros pampeanos, se nos está empañando el parabrisas.
Quedan atesorados muy buenos momentos y también recuerdos amargos de pilotos a los que entrevistabas y horas después se quedaban para siempre en un recodo del camino. Fueron valientes quijotes de una época amable y todavía inocente de nuestra Argentina querida.