Tangueando

Con permiso, soy el tango (VII)

La vuelta al mundo en 80 tangos (II)

3. El tango en París

Para tener una idea de lo que significó el tango en París (y París para el tango) nada mejor que transcribir una nota aparecida en la revista “El Hogar” de Buenos Aires, el 20 de Diciembre de 1911, que a su vez reflejaba una nota sobre el ‘délicieux tangó’ aparecida en “Fémina”, revista parisién de actualidad:

“El Boston, el doble  Boston, el triple Boston, fueron en otros días los bailes de moda en los salones selectos de París; pero en este año el baile a la moda es el tango argentino, que ha llegado a bailarse tanto como el vals. Como se ve, los salones aristocráticos de la gran capital acogen con entusiasmo un baile que aquí, por su pésima tradición, no es ni siquiera nombrado en los salones, donde los bailes nacionales no han gozado nunca de favor alguno. París, que todo lo impone ¿acabará por hacer aceptar en nuestra buena sociedad el tango argentino? No es de esperarse, aunque París, tan caprichoso en sus modas, hará todo lo posible para ello. Y por cierto que no tendría poca gracia esa “aclimatación” del tango en su patria.

Y Adolfo Rey (Notas de verano, Buenos Aires, 1914) consignaba: “No obstante los piropos de canallesco, callejero, etc., es indudable que el tango se hizo camino y tendrá su época, como el can-can, el cake-walk y otros meneos de la misma especie y familia, y basta que se le embotelle, etiquete y capsule en París, que se le rubrique y refrende el pasaporte por el snobismo francés, para que su consumo sea mundial y elegante, como las modas de Worth y de Paquin y los perfumes de Houbigant y el mobiliario Luis XVI y la literatura de Pierre Louys”.

La pasión recíproca entre París y el tango (por algo el dibujante francés SEM llamaba “Tangoville” a la Ciudad de las Luces) queda reflejada en la letra de Enrique Cadícamo, con música de Nicolás Luis Visca, al decir  “Che madam que parlás en francés / y tirás ventolín a dos manos, / que cenás con champán bien frappé / y en el tango enredás tu ilusión /… Sos del Trianón (del “Trianón” de Villa Crespo)”… En “MUÑECA BRAVA” Cadícamo hace alusión al Café Trianón que funcionaba en la Avda. Corrientes cerca de Dorrego, pero con ironía evocativa de dos “Trianón” existentes en Francia.

“MARION” con letra y música de Luis Rubistein, es la evocación de un amor de juventud que, aunque quedó en la distancia, sigue presente en el recuerdo: …”Marión, / sé que a tu lado fui felíz, / cuando te di mi corazón / en el viejo París”…

“MAÑANITAS DE MONTMARTRE”, cuya letra y música comparten Agustín Irusta, Roberto Fugazot y Lucio Demare, evoca la ingratitud de un amor y la desaparición de una esperanza, en el bohemio barrio de Montmartre:  “Las grises mañanitas de Montmartre / donde iluso derroché mi juventud, / serán eternas en mi triste vida / porque las recuerdo para mi inquietud”…

Muchos argentinos viajaron a París en la esperanza que el triunfo y la riqueza compensaran su desarraigo, pero no todo fue un camino de rosas, encontrándose en el extranjero sin la ‘guita’ necesaria para el billete de regreso, como nos relata el tango “ANCLAO EN PARIS”: “Tirao por la vida de errante bohemio / estoy, Buenos Aires, anclao en París; / curtido de males, bandeado de apremio, / te evoco desde este lejano país”… Carlos Gardel lo dio a conocer en Francia el 15 de enero de 1931; Enrique Cadícamo le había enviado la letra desde Barcelona y le puso música su guitarrista Guillermo Barbieri.

“UN VIOLÓN DANS LA NUIT” es un bonito tango grabado por Tino (Constantino) Rossi, latin lover nacido en Ajaccio, Córcega; solía cantar en los cabarets de París.

El uruguayo José Rótulo puso letra a un tango cuya música pertenece a Alfredo de Angelis, “PREGONERA”, que es un homenaje a una humilde vendedora de flores, francesita, que va ‘pregonando’ su mercancía:  “Princesita rubia de marfil / dueña de mi sueño juvenil, / la que pregonando flores / un día de abril / recuerdo por las calles de París”…

“SILENCIO” fue escrito (letra y música) por Alfredo Le Pera, Carlos Gardel y Horacio Pettorossi; está ambientado en la Gran Guerra europea (1914-1918) y se basa en un hecho real que le ocurrió a la viuda del que fuera presidente de Francia, Paul Doumer, cuyos cinco hijos murieron en la guerra:  …”Un clarín se oye, peligra la patria, / y al grito de ¡GUERRA! los hombres se matan /  cubriendo de sangre los campos de  Francia /… Y la viejecita, de canas muy blancas / se quedó muy sola con cinco medallas, / que por cinco héroes la premió la Patria”…

…”Medianoche parisina / en aquel café concert, / como envuelta en la neblina / de una lluvia gris y fina / te vi desaparecer”… es la evocación de un sueño de amor en el tango “CLAUDINETTE”, con letra de Julián Centeya y música de Enrique Delfino.

“LE PLUS BEU TANGO DU MONDE”, fue interpretado en 1938 por Alibert y Germaine Roger.

Griseta proviene de la palabra francesa “grisette”, aplicado a las obreritas, las costureras que usaban el color gris en sus uniformes; como con su sueldo miserable apenas podían subsistir a pesar de las prolongadas jornadas laborales, algunas de ellas obtenían unos ingresos extras dedicándose a la prostitución, razón por la que éstas adquirieron también el sustantivo “grisette”. El tango “GRISETA” es una interpretación de la novela Manón Lescaut, de Antoine Prévost D’Exiles (1733) que trata de la colonización de Nueva Orleans con prostitutas. La música es de Enrique Delfino; el autor de la letra, José González Castillo, hace una recreación de personajes de novelas célebres como la mencionada Manon Lescaut:  “Mezcla rara de Museta y de Mimí / con caricias de Rodolfo y de Schaunard, / era la flor de París / …alentaba una ilusión, / soñaba con Des Grieux, / quería ser Manón…/ ¡Quién diría / que tu poema de Griseta / sólo una estrofa tendría, / la silenciosa agonía / de Margarita Gauthier…!” Otras obras mencionadas son “La dama de las camelias”, de Alejandro Dumas (h.); “Escenas de la vida de bohemia”, de Enrique Murger;  la ópera “La Bohème” de Pucini también se inspira en la misma historia.

Muchas “coccotes” (grisettes) francesas arribaron a Buenos Aires al comienzo del siglo XX, mujeres que fueron muy permeables al atractivo que ejercían sobre ellas los porteños, algunos de los cuales aprovechaban esta circunstancia para convertirse en ‘gigolós’, circunstancia que apreciamos en el tango escrito por Carlos Lenzi con música de Ramón Collazo, “ARACA PARIS”: “Pianté de Puente Alsina para Montmartre / que todos me batían, para engrupir: / tenés la pinta criolla p’acomodarte / con la francesa rica que va al dancin. / ¿qué hacés en Buenos Aires? ¡No seas otario! / Amurá esas milongas del Tabarís, / con tres cortes de tango sos millonario, / ¿Morocho y argentino? ¡Rey de París!…  cuyo final fallido tras ese intento de conquista culminó con …comisaría, jueces, el pasaporte / y terminó mi historia de ‘gigoló’!”.

El 23 de abril de 1925 en el Dancing Florida de la Rue Clichy nº 20, hacía su presentación en París el conjunto orquestal dirigido por Francisco Canaro. Juan Caldarella, que había compuesto junto a Alejandro y José A. Scarpino un tango todavía sin titular, enterado del éxito del músico en la Ciudad Luz, decidió titularlo “CANARO EN PARIS”:  …”Te fuiste de aquí / y con dolor has de llorar, mujer, / ingrato París / has robado a mi querer”… (Canaro en París II).

El periodista y poeta Julio Jorge Nelson escribió “MARGARITA GAUTHIER”, tango al que agregó la música Joaquín Mora, en el que Margarita y Armando son los protagonistas de la novela “LA DAMA DE LAS CAMELIAS”, de Alejandro Dumas (h.). Trágica historia de un amor interrumpido por la muerte: “Hoy te evoco emocionado mi divina Margarita. / Hoy te añoro en mis recuerdos, ¡oh, mi dulce inspiración! / Soy tu Armando, el que te clama, mi sedosa muñequita, / … Hoy de hinojos en la tumba donde descansa tu cuerpo / he brindado el homenaje que tu alma suspiró, / he llevado el ramillete de camelias ya marchitas,…”

Raúl Gramajo (letra) y Miguel Nijensohn (música) nos dejan un tema de amor veinteañero, acompañado del dolor de un adiós y la nostalgia del recuerdo, “PARISINA”: “Mi parisina, rubia y divina / Rosa de Francia que ayer dejé, / …sufro pensando, mi parisina / en la neblina de aquel adiós / …Fueron testigos de aquel romance / mis veinte años y tu candor”…

 

“LA QUE MURIÓ EN PARIS” con letra de Héctor Blomberg y música de Enrique Maciel es un tango de melancolía, de nostalgia por la tierra lejana a la que no se volverá a ver por causa del trágico sino de la muerte:  “Yo sé que aún te acuerdas del barrio perdido, / de aquel Buenos Aires que nos vio partir, / que en tus labios fríos aún tiemblan los tangos / que en París cantabas antes de morir”…

“EVOCACION DE PARIS” como su título indica se trata de una evocación de la juventud en París, con la guitarra y el bandoneón, las minas, el copetín, el chamuyo… pero sólo son recuerdos pues el espejo le devuelve una imagen canosa y cansada de ‘yugar’:  …”Te acordás de aquellas noches / de rompe y raja en el bulín, / con la criolla muchachada / que hizo furor en París”…

“EL APACHE ARGENTINO” es uno de los tangos que se enmarcan en “la Guardia Vieja”, y fue compuesto en 1913 por Manuel G. Aróstegui; la letra pertenece a Arturo Mathón: “Es el apache argentino / el tipo fiel de una raza, / que se echa ‘e ver por su traza /la astucia de su valor./ …no lo asusta ni lo arredra / ni un canfinfle ni un matón”… El título es una asimilación del arrabalero argentino con su vocabulario lunfardo, su vestimenta y sus espurias fuentes de ingresos que lo convertían en el ‘cafishio’ de las minas, con el ‘apache’ (nombre adoptado por los periodistas de París para designar a los individuos del hampa) o ‘gigoló’ francés y su argot. Algunos de tales individuos arribaron a Buenos Aires aprovechando el auge del proxenetismo de principios del siglo XX. Ese hermanamiento de hábitos entre el ‘apache’ y el ‘cafishio’ justifican los dos sustantivos del título.  

“CHIQUÉ” también conocido como “EL ELEGANTE” fue escrito y musicalizado en 1920 por un gran bandoneonista, Ricardo Luis Brignolo, que al considerarlo con muchas ínfulas, decidió ponerle ese nombre que había escuchado a una bailarina francesa, quien le aclaró que ‘chiqué’ significaba “no te mandés la parte”, según comenta Julio César Onetti en su libro “Tangocosas”

“MIMÍ PINSÓN” es otro tango de José Rótulo al que puso música Aquiles Roggero; nos revela una emoción simple al decir: …”Mimí Pinsón, / yo te soñé en la novela de Musset / y te encontré después en mi destino…/ Mimí Pinsón, / aún te busco por las calles de París”… Nótese la referencia a la novela de Musset.

Armenonville se llamaba un cabaret ubicado en la Av. Alvear, cuyo nombre fue tomado de un local parisino homónimo. Juan Maglio (Pacho) bautizó con ese nombre, “ARMENONVILLE”, a un tango de su autoría.

“COMME IL FAUT” es otro tango cuyo título utiliza una expresión francesa que significa “como debe ser”. La letra pertenece a Gabriel Clausi y la música a Eduardo Arolas (“el tigre del bandoneón”):  “Luna, farol y canción / dulce emoción del ayer, / fue en París donde viví tu amor, / tango, champán, corazón, / noche de amor que no está”…

Letra perteneciente a la inspiración del poeta Homero A. Expósito con música del eximio bandoneonista Armando Pontier, “MARGO” nos dice que  …París / era oscura, y cantaba su tango feliz / sin pensar, pobrecita, que el viejo París…/ Después, / otra vez Buenos Aires; / y Margo otra vez / sin canción y sin fe”…

“EL MARNE” es un homenaje a la batalla protagonizada por las tropas francesas para frenar el incontenible avance del ejército alemán durante la Gran Guerra que diera comienzo en 1914. El río Marne se constituyó en un obstáculo insalvable y esa gesta heroica sirvió de inspiración a Eduardo Arolas para titular su tango escrito en Montmartre.

Otro hermoso tango nacido de la pluma de Enrique Cadícamo y musicalizado por Eduardo Gregorio Pereyra es “MADAME IVONNE”. Nos ilustra sobre una alegre francesita que se enamora de un argentino y, al emigrar, evoca su tierra lejana y su juventud perdida. Posiblemente la mejor y más famosa versión pertenece a Julio Sosa con la orquesta de Leopoldo Federico (CBS, 8/XI/62).

Sublime es el recitado previo que incorpora Julio Sosa, de su autoría, que dice:  Yo te conocí ayá en el viejo Montmartre / cuando el cascabel de plata de tu risa /  era un refugio para nuestra bohemia / y tu cansancio y tu anemia, / no se dibujaban aún detrás de tus ojeras violetas. /Yo te conocí… cuando el amor te iluminaba por dentro / y te adoré de lejos sin que lo supieras / y sin pensar que confesándote este amor podía haberte salvado…/ te conocí cuando era yo un estudiante de bolsillo flaco, / y el París nocturno de entonces / lanzaba al espacio en una cascada de luces / el efímero reinado de tu nombre…/ “Mamuasel Ivonne”. Que a las francesitas le atraían los muchachos criollos queda reflejado también en los versos que dicen:  …”Era la papusa del Barrio Latino / que supo a los puntos del verso inspirar / hasta que un buen día llegó un argentino / que a la francesita la hizo suspirar”…

Un tango de 1928 que se las trae, “BUENOS AIRES C’EST ÉPATANT” (BUENOS AIRES ES ASOMBROSO) con letra perteneciente a Camilo Darthés; sus versos fueron escuchados por primera vez por el público de la revista ‘París aux Nues’ y es estrenado en Buenos Aires el 15 de julio de 1928 por Marthe Berthy (estrella del ‘Moulin Rouge’ de París) en el “Teatro Ópera”:

“Quand je me suis embarquée pour l’Argentine, / j’étais pour mes parents la p’tite Titine. / Maintenant, voici, c’est drôle, j’ne comprend pas! / Tout le monde ici m’appelle la Porotá. / Pour dire parler, maintenant je dis chamuyo; / au lieu de dire un franc je dis un grullo. / A mon fiancé je l’appelle un gran bacán. / Oh, Buenos Aires, messieurs, c’est épatant! / C’est épatant / comme nous changeons. / Ici l’amour / c’est l’metejón. / C’est épatant / et bien; voilá, / en Argentine / on dit comme çá. / J’ai appris cette langue a peine dans une semaine / et ils m’ont changée, c’est triste, tout de même. / Pour dire le lit je dis la catrerá, / pour dire sortir il faut dire espianté. / Le pain a tableje l’appelle marroco; / quand j’ai du mal du tête, me duele el coco. / Je dis la guita au lieu de dire l’argent… / Oh, Bueno Aires, messieurs, c’est épatent!

“EL IRRESISTIBLE” es un tango cuyo autor, el clarinetista Lorenzo Logatti, arribó a nuestro país desde su Foggia (Italia) natal a los 26 años, en 1890. Con su clarinete ejecuta las notas compadres que le dicta su imaginación, de esa música nueva que recién conocía. Presentado al público con la orquesta dirigida por Luiggi Mancinelli, el tango tiene tal éxito que debe ser repetido una y otra vez, y según Julio C. Onetti en su obra mencionada, una dama con acento francés exclama ¡C’est irresistible!; esa espontánea exclamación de admiración sirve para titularlo “EL IRRESISTIBLE”.

Para concluir con este capítulo, transcribiré la letra de un tango canción de mi autoría, poesía inspirada en “Fréderic y Bernardette”,  (ésta era una ‘grisette’) del libro “MIMÍ PINSÓN” de Alfred de Musset. Lo titulé “BERNARDETTE”: Coqueta como flor / cantaba Bernardette / detrás del ventanal / del piso de alquiler. / Soñaba con volar / volver a ser actriz / amar a Fréderic / dejar a su mishé. / Fréderic con pesar, / con pena y con dolor, / vivía este amor / quería a Bernardette. / Costumbre estudiantil / reunirse con grisettes / en el Quartier Latín; / buscar a Bernardette. / ¿Darcy su amor robó? / su amor fue de amistad, / consuelo en soledad / rutina que probó. / En el Latín Quartier / gozaba a su grisette / amaba a Bernardette / para ella fue el querer. / La bella Fanny fue / consuelo en soledad, / a muerto su grisette, / amaba a Bernardette.

About author
César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace veinte años, le impulsaron a crear Pampeando y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
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