Relatos y crítica literaria

El Cartero de Cronopio… y «Vasco Zabalza»

“…y si no hay fogón que le caliente,

el que es pobre tirita” (R. Darío “Invernal”).

Rubén Darío

Rubén Darío

¡Pleonasmo! Extraña palabrita que parece echa a medida para que un escritor se luzca con ella alardeando de “cultismo”. Sin embargo su uso –o mejor dicho su significado- es muy utilizado en voces y escritores populares. Porque con un pleonasmo se quiere reforzar una idea mediante palabras superfluas, innecesarias, habituales en el arcaísmo poético español; aunque de esa manera resulte tan redundante como las frases “subí arriba…”; “ enderecé derechito pa’ las casas”; o “baje acá abajo y verá la cocina llena de…” (frase ésta perteneciente al falso “Quijote” de Avellaneda); o la más utilizada poéticamente, “soñé un sueño”.

Y en éste uso están adunados los sefarditas de Tesalónica (de la antigua Grecia) con los gauchos de la pampa por la herencia común del arcaísmo español, que en Grecia persistió como LADINO (lenguaje judeo español). Así, un romance de Salónica canta “Un sueño soñé mis dueñas”; y una copla gaucha “Anteanoche soñé un sueño”. Y en el lenguaje palermitano de Evaristo Carriego “…pues nunca supo la miserable, / de amor alguno, grande o pequeño, / que la alentara; no le fue dable / sobre la vida, soñar un sueño”… (Misas Herejes, “La Viejecita”).

Saco todo esto a colación a causa de algo (a ver si con ayuda freudiana logro entenderlo) que me hizo quitar el sueño; aunque en realidad no, en realidad puedo afirmar que fui víctima de un sueño.  Éste era muy raro; durante el mismo no sabía si soñaba, o soñaba que soñaba          –menuda incertidumbre aún para un sueño- En determinado momento me encontraba en un mirador, observando la luminosidad estelar del hemisferio sur, cúpula mágica que contiene miríada de estrellas, que superan en cantidad ampliamente al norte. Ignoro el motivo que el sueño en lugar de Veguellina de Órbigo me situaba en Guaruyá, hermosa isla brasileña ubicada frente al puerto de Santos (tal vez recordando mi asistencia a un Congreso Odontológico cuando concluía la década del ’70; tal vez asociando con el artículo de Soledad Gallego-Díaz en El País del 22 de mayo: …”el proceso de destitución de Dilma Rousseff a manos de una banda de ladrones que domina el Parlamento de Brasil”…)

Tampoco sé por qué, en el periódico que tenía arrollado bajo el brazo (“El País” de Montevideo) recreaban “La fama” de Borges (1981) quedando en mi memoria alguno de los dichos que enumeraba sobre “SU” fama: “ser esa cosa que nadie puede definir: argentino”; “ser ciego”; “haber eludido sobornos”. Ojalá todos los escritores, todo el mundo, pudieran decir lo mismo (soñaba como consecuencia de esa última premisa, y pensando que yo actuaría como Borges).

De pronto mi sueño tomó otro rumbo (tan impredecibles como suelen ser) y me encontraba sentado semi oculto en un rincón de la recepción del Plaza Hotel de Buenos Aires. Cerca de mí, a mi espalda, dialogaban dos personas que luego supe eran el Premio Nobel Oiram Porcena Llosa y el distinguido ciudadano argentino (alto ejecutivo de la Banca Drake&Singer del Río de la Plata) Federico Chantapufi. Se trataba de un diálogo apócrifo por cierto, pues todavía perduraba mi sueño; simulaba leer el periódico mientras escuchaba y observaba de reojo.

Ambos están repantigados en mullidos sillones, con sendas copas y una botella de Dom Perignon. El aristocrático señor pide a la camarera si puede cambiar esas copas por otras de “bacará”

-“Éstas son copas de Villeroy & Boch, pero si no son de su agrado tenemos otras, fabricadas en Lobos” (le respondió la camarera)

-“¿Lobos? Vade retro. Ahí nació el sátrapa. Deje éstas nomás”.

-“Amigo Oiram (interviene Chantapufi), ¿cómo no te alojaste en el Hotel Faena? Puerto Madero es ahora la moda”

-“Pero amigo Chantapufi, el Plaza tiene el sabor de lo rancio, transpira el abolengo al que es acreedor mi doble apellido; aunque usual en España por otras razones, en esta tierra tuya, tan republicana, está en desuso. A propósito, vosotros están bien informados ¿cómo está la economía argentina? ¿qué hay de los vaivenes del dólar? Ten en cuenta amigo, que quiero llevarme una impresión de primera mano, lo más cercana a la realidad del país. Además tu sabes que poco antes de las elecciones puse en duda no hicieran fraude (recuerda mi artículo “Canta la Piedra” en El País de Montevideo del domingo 1-XI-15, pág. 13). Fíjate que con menos de 3% el candidato del gobierno podía alcanzar la mayoría, y con esa exigua diferencia hubiera sido fácil amañar el resultado. Si éste hubiese sido a la inversa, pondríamos el grito en el cielo ¿o no?”

-“Sos un genio, Oiram, y tu pregunta es muy adecuada.  ‘La Señora’ vendió dólar futuro. Los que apostamos por Mauricio sabíamos que éste –si ganaba- iba a devaluar… ganancia asegurada para muchos (por supuesto, los que estamos en la onda, como muchos integrantes del actual gobierno o los que pertenecemos al ‘establishment’). Pero además permite inculpar a ‘la Señora’ por perjudicar al Estado vendiendo dólares a $ 10 (a futuro); con la devaluación de Mauricio cada dólar vale $ 15 que debe pagar el Estado Argentino; enorme ganancia para los inversores, las familias más ricas”.

-“¿Y la economía global?”

-“Mirá Oiram, ahora es el momento para que entren capitales a la Argentina, capitales que estaban ociosos con tasas al 0%. Y  ansiosos para invertir en mercados tradicionales con altas tasas de interés. Por eso los ‘buitres’ apostaban por Mauricio, pues si no ganaba éste se hubieran rendido, necesitaban acceder a este mercado. Se pagó a los buitres pero, más importante, derogó la ley del Congreso que impedía al país endeudarse nuevamente. ¡Albricias! dos carambolas de una tacada; ya están entrando capitales y, a río revuelto ganancia de pescadores. Sólo me preocupa seguir teniendo los contactos que me avisen antes que se produzca un nuevo corralito para poner mi dinero a buen resguardo”.

-“Aclárame un poco el tema de la inflación, una de las cuestiones por las que clamábamos por el cambio de gobierno, siendo una de las causales que invoqué en mi artículo mencionado.”

-“No sabés Oimar cómo aumentan los precios día a día. Pero es culpa del anterior gobierno, con su control de precios que generó inflación a futuro. Y los atorrantes quieren aumentos de sueldo en la misma proporción. Intolerable”.

-“¿Y el vil proletario? Tú te imaginarás que no haré como Julio (se refiere a Cortázar) capaz de ir a tomar mate con ellos para averiguar su situación. Confío en tu testimonio, querido amigo Chantapufi”.

-“Oiram, vos no sabés de lo que son capaces estos ‘gronchos’, se quejan de cualquier cosa. Ponen el grito en el cielo porque les aumentan el transporte el 100% ¿pero qué significa hablando en plata? Los $ 3 del transporte pasan a costarles $ 6 ¿no es una minucia? ¡Con lo que ganan!”

-“Dime, Chantapufi ¿y la Educación?”

-“Impecable. Desde los años ’60 cuando se permitió la privatización, la enseñanza (para los que pagamos) cada vez mejor. ¿Protestan? ¿Y qué quieren, que la educación también sea gratis? El que quiera una buena educación que la pague, y si no que vaya a Colegios públicos”.

-“¿A ver qué te parece esto, Chantapufi? Lo publiqué en El País de Montevideo, el 15-V-16, pág. 15: El sistema educativo que tuvo (Argentina) en el pasado… todavía produce ciudadanos mejor formados que el promedio latinoamericano”.

_”Oimar, te van a acusar de mitómano, porque hace aproximadamente un año dijiste en el mismo medio que la enseñanza, el nivel educativo de los argentinos había descendido hasta ocupar uno de los últimos lugares en Latinoamérica”

-“Mi estimado Chantapufi, ¿desconoces la frase de ese importante personaje del siglo XIX que dijo: no importa mentir si con eso alcanzamos los objetivos propuestos? Pero dime ¿qué opinan del Papa los argentinos de tu entorno social?”

-“(*¿!-*¡_?^*) porque pretende que el ignorante zarrapastroso tenga la misma dignidad que vos y yo”.                                                                                                                                                                         …………………………………………………………………………………………………………………………………………………..

Se interrumpió ese sueño pero luego continuó de esta manera:  me convertí en un Cronopio cortazariano que fue a visitar al morocho de la vuelta de la esquina de mi casa.

-“¿Qué hacés, negro?”

-“Ya lo ves Cronopio, en la ‘vedera’ tomando mate. Arrimá esa silla que vamo a matear endemientras matamo el tiempo”.

-“Si vos no matás una mosca. Pero decíme che, ¿qué opinás de la devaluación del peso respecto al dólar?”

-“¿Dólares? ¿pero vo’stá loco? Compañero, mi bolsillo se m’enllena de dolores, pero no sabe qué es un dólar. Además el sueldo no alcanza ni pa’comer, y eso que laburo de lunes a sábado pa’ ganar nada más que $  6.060 al mes. Tuve que vender el anillo de oro de casamiento que usaba yo y había sido del viejo, pa’ poder comprar la mochila y 2 o 3 cositas más al pibe, pa’l cole”.

-“Otra cosa, negro, ¿cómo llevás la subida del boleto de transporte?”

-“Lindo curro se mandaron. Viajo en colectivo desde el Bº El Pilar de Ituzaingó hasta la estación de Castelar (son 6 mangos, andá sumando che), ayí subo al tren hasta Once otros 6 mangos, en Once otro colectivo que me lleva hasta cerca de Constitución, 6 mangos más que suman $ 18 para ir, mas otros 18 para volver me cuesta por día $ 36. Ahora calculá al mes, 25 días por 36, yo no sé mucho de número pero gasto $ 900 al mes solo para viajar”.

-“En 25 días viajando siempre surge algún gasto extra por pequeño que sea, así que mis cuentas me dicen que te quedan $ 5000 para todo el mes. Che, con estos matecitos podemos chamuyar toda la tarde. Pero aparte del aumento en los transportes ¿hay inflación?”

-“Cronopio, vo sabé que yo no entiendo de número ni porcentaje, pero sé que antes cuando cobraba enyenaba el “griyo” y me duraba hasta el 30 incluso con alguna extra, y ahora con suerte dura hasta el 18”.

-“¿Pero no me podés dar ningún dato?”

-“Del sindicato siempre me mandan lo diario y otro papele, me mandan; esperáme un poco que te lo alcanzo… toma todo esto”.

-“A ver, a ver. Diario La Arena de La Pampa del 28 de enero:  aumentos de hasta 300% en tarifa eléctrica ¡a la pucha!

Las Cuarenta

Las Cuarenta

El día 27 dice que la carne aumentó un 25% y que hay cesanteados miles de trabajadores. De La Pampa también, ‘El Diario’ del 29 de enero dice que las farmacias no entregarán medicinas a jubilados de PAMI. TV pública, 28 de marzo: más de 2 millones de hogares con tarifa residencial de $ 96 (por agua y cloacas) pasarán a pagar $ 487. Otro (mediados de marzo) en la TV: ‘un canal de TV fue censurado por sus mensajes críticos al actual gobierno’. En la TV del 27 de marzo anuncian 185% de aumento en telefonía fija. Negro, con razón no te alcanza la guita”.

https://www.youtube.com/watch?v=Pq7ZuDqgg08

El comienzo del tango “Las Cuarenta” en la radio-despertador interrumpió esta pregunta que, dado lo abrupto del despertar, no recuerdo si la profería Cronopio o Chantapufi: “Oimar, ¿cómo es que nunca aludís a Perú en tus artículos, siendo muy similar a la Argentina en muchos de los aspectos que destacás? Me refiero a la sensación de emergencia por la inseguridad, teniendo el índice más alto de victimización por delincuencia en América Latina (30%); la educación, dado que entre 22 países el Latinobarómetro destaca que los peruanos son los más insatisfechos con la escuela pública y, y”… (ya no me acuerdo más). Me desperté todo sudoroso, como es común que ocurra en estos sueños que denominamos “pesadilla”, observando hacia todos lados pues en un primer momento me encontraba ‘despistado’  pero me tranquilicé pensando “estas cosas no ocurren en el mundo real”.

“Y pa’ qué seguir contando / lo que fue aquél ‘entrevero’ / si cualquier coso de afuera / ya lo estará palpitando”… Abrí mi correo electrónico y mi sorpresa no pudo ser mayor dada la coincidencia; apareció  el poema  de Adolfo “Vasco” Zabalza  que transcribo:

EL PAN DE CADA DIA

Ni pan fresco ni pan duro

El criollo podrá comer,

Y ya se lo puede ver

En este presente oscuro,

Se ve muy triste el futuro

De la querida Argentina,

Porque hoy nacen las espinas

Donde antes hubo trigo

Y como siempre el castigo

Al humilde lo lastima.

 

Cuanto tendrá que ganar

El jornalero Argentino,

Para andar por el camino

Sin tener que mendigar,

Hoy ya no puede comprar

Ese pan que lo alimenta,

Porque el precio es la tormenta

Que se desata furiosa,

Con la inflación oprobiosa

Que alguno no tiene en cuenta.

 

El aumento desmedido

Del pan que nos alimenta,

No hay duda que es una afrenta

A este pueblo confundido,

Si el trigo ha sido escondido

Su causa habrá que aclarar,

Y de una vez terminar

Con el de andar azotando,

A quienes van mendigando

Para el pan poder comprar.

 

Colofón

Lo que antecede se trata de un cuento inverosímil, como todos los cuentos (¿o no?) aunque está basado en hechos reales. No son invenciones mías aunque mi invención sean pistas falsas de nombres y lugares para que el lector que quiera profundizar indague por su cuenta. Uno de los personajes cometió no uno, sino varios artículos antiargentinos, lo cual viniendo del venerable sofista nos halaga, porque como afirma una canción popular “transparentan tus modales una moral desastrosa / podrán cambiarte de aperos pero de costumbres, no”.

Debo admitir sin embargo mi admiración por este diletante y contradictorio plumífero, quien afirma que en una sola semana fue capaz de comprender un país complejo como Argentina (tal cosa afirma en las primeras líneas de su último artículo, 15-V-2016). La estructura política, social y económica que este ciudadano no logra desentrañar en 3 meses de estadía, pese a las visitas anuales y contactos con muchos sectores de la pirámide de población, este personaje  logra entenderlo en una semana ¡Qué inteligencia!

Lo anterior procura inscribirse dentro del aspecto literario y social. En el aspecto histórico y filosófico me remito a la tesis pitagórica que insinúa como concebible una repetición periódica de los sucesos (el eterno retorno nietzscheano). Solo deben recordar (para un futuro no muy lejano) las 3 “eme” de la historia argentina con el mismo significado filosófico: Martínez de Hoz– Menem–Macri.  Tal como 3 mosqueteros. Pero si echamos en falta a D’Artagnan no falseamos el resultado si agregamos otra “eme”: la de aquél que, al preguntársele si aspiraba a la presidencia respondió “yo aspiro a cosas mayores”. ¡Adivinaron!, la plumífera y afilada espada del moderno D’Artagnan, garabateando en las páginas de Clarín. El paradigma de esa filosofía es que no existan controles de capitales, como había en Brasil y Argentina y por eso urgía cambiar sus gobiernos, porque para ellos es menester la internacionalización de la economía para propiciar la bonanza –para unos pocos- aumentando las desigualdades.

Ya me estoy yendo, con perdón por el chamuyo.

César J. Tamborini Duca

About author
César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace veinte años, le impulsaron a crear Pampeando y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
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