Poesía

Oliverio Girondo: «Milonga»

Oliverio Girondo es lo que podríamos denominar un “autor de culto”. No fue un escritor muy prolífico y –tal vez por esa razón- no muy conocido a nivel popular. Nació en Buenos Aires el 17 de Agosto de 1891 y como provenía de una familia adinerada pudo estudiar en Francia e Inglaterra. A su regreso participó del ultraísmo escribiendo en las revistas PROA y MARTIN FIERRO junto a otros integrantes del Grupo Florida: Macedonio Fernández, Jorge Luis Borges, Raúl González Tuñón.  El sábado 6 de noviembre de 1926 Borges, que estaba enamorado de Norah Lange y aparentemente correspondido, acompañó a ésta a una comida en el restaurante existente junto al Lago de Regatas de Palermo, en homenaje a Ricardo Güiraldes cuya novela «Don Segundo Sombra» había sido publicada ese año con grandes elogios y el escritor -luchando entonces contra el cáncer que lo afectaba- partiría pronto para París. Pero en esa fiesta se produjo el encuentro fortuito de Norah con Oliverio, presentados por el mismo Borges. Fue un flechazo, la joven se enamoró y a partir de ese día Norah y Oliverio comenzaron a verse casi a diario, y con el transcurso del tiempo y algún alejamiento -tanto físico como afectivo- la relación devino en matrimonio en el año 1943. Sus dos primeros libros, «Veinte poemas para ser leídos en el tranvía» y «Calcomanías»   son libros en los que anota vivencias de sus recorridos por el mundo, son realistas.

Oliverio Girondo

Murió el 24 de enero de 1967 y hoy, a 46 años de su muerte, lo homenajeamos transcribiendo su “Milonga” en la cual describe las mesas ocupadas por “cocottes” que disfrutan del champán… y otras cosas a las que incita el sonido del bandoneón. Hasta que se arma la ‘trifulca’ y todo termina con la llegada de la aurora. Horacio A. Ferrer pone en boca de José Sebastián Tallon que «Cortes, quebradas, lujurias, vocería guaranga, botellas, manoseos torpes, dagas celosas, humo. Si no había trifulcas y detenciones, hasta el amanecer no se daba tregua a los musiqueros». (El Tango, su historia y evolución. Peña Lillo Editor, 1960, p. 41). Leamos a Oliverio: 

 Milonga (Buenos Aires, Octubre de 1921)

Sobre las mesas, botellas decapitadas de “champagne con corbatas blancas de payaso, baldes de níquel que trasuntan enflaquecidos brazos y espaldas de “cocottes”.

El bandoneón canta con esperezos de gusano baboso, contradice el pelo rojo de la alfombra, imanta los pezones, los pubis y la punta de los zapatos.

Machos que se quiebran en un corte ritual, la cabeza hundida entre los hombros, la jeta hinchada de palabras soeces.

Hembras con las ancas nerviosas, un poquitito de espuma en las axilas, y los ojos demasiado aceitados.

De pronto se oye un fracaso de cristales. Las mesas dan un corcovo y pegan cuatro patadas en el aire. Un enorme espejo se derrumba con las columnas y la gente que tenía dentro; mientras entre un oleaje de brazos y de espaldas estallan las trompadas, como una rueda de cohetes de bengala.

Junto con el vigilante, entra la aurora vestida de violeta. 

About author
César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace veinte años, le impulsaron a crear Pampeando y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
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