Deportes

Maradona. “Pelota de trapo” (o “Gracias a la pelota”)

(Deportes Nº 7) – GRACIAS A LA PELOTA

Jueves 26 de noviembre, tomando el mate matutino a las 6.30 horas, momento en que mi mente divaga libremente. De pronto se me ocurren dos versos y como me gustan los escribo. Esto requiere continuidad –me digo- y antes de 10 minutos había escrito “Pelota de trapo” (o “Gracias a la pelota”). El homenaje al “Pelusa”, el mejor jugador en la historia del futbol mundial, por parte de un argentino radicado en España.

PELOTA DE TRAPO

Como “Pelusa” en bolsiyo usado

Te metiste a la hinchada futbolera,

Gambeteabas el hambre y la friolera

Con la alegría de un balón pausado.

Pensado para el pase al compañero

Con la pelota dirigida al hueco

-y el rival, parado, es un muñeco-

Cuando la pared da el rebote señero.

Hoy el fobal se debate triste

La pelota hoy no corre, no se viste

Por la alegre caricia de una mano;

esa mano de Dios, para un hermano,

que es el arco rival ya perforado

y por el ímpetu genial, muy contrariado.

por César J. Tamborini Duca

Este mismo día recibí de mi amigo Eduardo Bernal el siguiente texto:

“Con la muerte hace unas horas de Diego A. Maradona, me vino a la memoria un textito que escribí hace como 20 años para una publicación que no recuerdo, pero con motivo del retiro del “10” de la práctica activa del fútbol”.

Me pareció interesante y lo reproduzco:

¡¡MARADOO    MARADOO!!

por Eduardo Rubén Bernal

Eran las 19 hs del sábado10 de noviembre cuando el más grande jugador del mundo y de la historia abandonaba, quizás por última vez, la esmeralda gramilla de un estadio de fútbol.

Alguna vez escribimos que el fútbol y el tango son dos pasiones que corren paralelas, cosa que no es de extrañar dado el fuerte contenido popular que ambas atesoran y solamente, según creo, lo fuertemente popular puede generar ídolos. Se podrá preguntar si está bien, si corresponde en algunos casos, pero nadie maneja la realidad, y la realidad muestra que los pueblos no eligen a sus ídolos y mucho menos los juzgan o les ponen condiciones. Surgen y los aceptan.

¿Cuál será el misterio? ¿Dónde estará la explicación? Seguramente en la dimensión de su arte. Porque ¿Qué otra cosa fue siempre su juego que una sucesión de obras de arte, que nacían y morían en un instante siempre repetido y siempre distinto? Fue un iluminado, un creador genial capaz de embellecer un juego que, bello por naturaleza, lo fue más a la luz de su magia.

El fervor de un pueblo que, muy golpeado por otras causas, del mejor modo, con su presencia que fue como un interminable abrazo, le gritó su agradecimiento. 

Fueron 25 años de creaciones que culminaban. Fue la tarde de un hombre agradecido que con lágrimas y palabras, quebrado por la emoción, confesaba:

“No culpen al fútbol,

yo me equivoqué y pagué,

la pelota no se mancha…”

Me suena a un poema de vida. Podrían ser los versos de la letra de un tango que no se escribió …. TODAVÍA.        

Buenos Aires 11 de noviembre de 2001

About author
César José Tamborini Duca, pampeano-bonaerense que también firma como "Cronopio", es odontólogo de profesión y amante de la lectura y escritura. Esta última circunstancia y su emigración a España hace veinte años, le impulsaron a crear Pampeando y Tangueando y plasmar en él su cariño a la Patria lejana.
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